La importancia de conservar al Yaguareté, el felino más grande de América

Hubo un tiempo no muy lejano en el que el imponente Yaguareté o “tigre criollo” habitaba desde el sur de los Estados Unidos, hasta el norte de la Patagonia Argentina. Aunque en las últimas décadas, la fragmentación y pérdida de su hábitat, sumado a la cacería y comercio ilegal de la especie ha llevado al felino más grande del continente al declive. 

Como predador tope, el Yaguareté cumple un rol fundamental dentro de los ecosistemas en los que se desenvuelve. Los depredadores tope, es decir los que se encuentran en la cima de la cadena alimenticia, sirven como reguladores del resto de las especies y son de vital importancia para que un ecosistema se mantenga balanceado y saludable. Cuando un depredador tope desaparece o se encuentra altamente amenazado, repercute directamente en el balance del ecosistema completo, afectando la flora y fauna del lugar.

Pero, ¿Cómo es esto posible? A la serie de factores que ocurren cuando un predador tope desaparece se le llama “cascada trófica”.  Lo que sucede, es que al numerosas especies quedarse sin depredador, su número comienza a aumentar desenfrenadamente. Estas especies, ahora crecidas de ejemplares, a su vez depredan en mayor medida otras hasta disminuir su número e incluso empujarlas a la extinción. Sobre esto Sebastián Di Martino, director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina expresó “los depredadores tope son especies clave en los ecosistemas. Cuando desaparecen, los ambientes naturales se degradan e incluso colapsan. Devolver al yaguareté allí donde se ha extinguido tiene que ver con nuestra propia supervivencia”.

Además de tener un gran valor natural, este felino también posee un gran valor cultural. El nombre “Yaguareté” proviene del guaraní y significa “la verdadera fiera”. Es un ser mitológico de la cultura guaraní que ha inspirado mitos y leyendas, además de numerosos relatos e historias de pioneros y aventureros que se lanzaron a explorar las tierras del mayor felino americano. Además hoy en día su preservación en ciertos lugares sirve de motor para el turismo fortaleciendo las economías locales.

En Argentina, el Yaguareté ha perdido el 95% de su territorio, diezmando su población hasta ubicarla dentro de las especies en peligro crítico de extinción. Por suerte, cada día existen más organizaciones dispuestas a luchar por la preservación de este tesoro natural y cultural. Un gran ejemplo de esto es la Fundación Rewilding Argentina, la cual ha logrado reintroducir satisfactoriamente a este majestuoso animal a los Esteros del Iberá, lugar en el cual algún tiempo atrás el Yaguareté supo reinar, pero que lamentablemente fue erradicado hace aproximadamente 70 años. Por suerte y gracias a la fundación, hoy  ya existen 6 ejemplares reintroducidos al ecosistema,  convirtiéndo a la fundación y a la Argentina en un ejemplo de conservación para el mundo entero.