Mil y un relatos

Las palabras mágicas y la magia de las palabras

El lenguaje nos transporta a mundos que no existían antes de la expresión y ampliar nuestro vocabulario puede hacer una diferencia en nuestro día a día si así lo deseamos. Por favor, gracias y el poder de crear con palabras.

Diana Chiani
Diana Chiani sábado, 27 de noviembre de 2021 · 09:20 hs
Las palabras mágicas y la magia de las palabras

“La palabra como vínculo de la humanidad frente a toda violencia” es el lema que utilizó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuando creó el Día Internacional de la Palabra para los días 23 de noviembre.

Las conmemoraciones son la excusa perfecta para, en este caso y como es clásico en este espacio, reflexionar sobre la fuerza o el poder que tienen las palabras, la musicalidad que muchas de ellas emiten y los aromas que algunas nos traen con solo evocarlas. 

Todos tenemos palabras favoritas y aquellas que no nos gustan, también están esas que nos erizan la piel o nos provocan asco. El lenguaje nos transporta a mundos que no existían antes esa expresión y ampliar nuestro vocabulario puede hacer una diferencia en nuestro día a día si así lo deseamos. 

El diccionario de la RAE contiene 88.000 palabras y dicen que utilizamos entre 500 y 5000 en nuestra vida cotidiana. No se trata de hacer juicios o de señalar con el dedo para ver quién sabe más o es más culto sino de –tal cual lo planteó la ONU- conectar con lo esencial de la comunicación humana: “promover el diálogo y dar por terminadas las diferencias entre comunidades e, incluso, gobiernos”. 

Y como todas las utopías, siempre hay algo que cada uno puede hacer para caminar hacia ese punto. Porque no podremos resolver las disputas entre pueblos pero sí tenemos la capacidad de cuidar lo que decimos y, por ejemplo, callar en lugar de criticar o –mejor aún- tratar de aportar, valorar o felicitar.

Desde chicos nos enseñan a decir por favor y gracias y, como si fuéramos abanderados de los buenos modales, les exigimos a los niños que repitan esas palabras y nos molestamos cuando se la pasan por alto sin detenernos a observar cuánto las pronunciamos los adultos y, sobre todo, qué sentido les damos.

Dar gracias o pedir por favor puede hacer una diferencia en nuestro día o sacar una sonrisa de “la nada”. Agradecer es una declaración que cambia nuestro mundo y que implica –entre otras cosas- reconocer o dar por cerrado un compromiso.

¿Qué implica realmente para nosotros? ¿Cuánto somos capaces de quitar la mirada de nuestro ego para poder apreciar lo que el otro hace? ¿O es que solo lo advertimos cuando lo deja de hacer, lo pasa por alto o se olvida?

Agradecer implica conectar con la vida y con todos los “sí” con los que contamos. También es contacto, detenernos a mirar al de al lado, salirnos de la vorágine cotidiana para levantar la mirada y dar gracias por lo que hay en lugar de quejarnos por aquello que falta.

En un disco con ese nombre, el gran León Gieco habla de “por favor, perdón y gracias” como “palabras mágicas para la vida, el amor y el corazón”. Una idea simple, poética y acertada que nos obliga a corrernos de la repetición automática para detenernos en el mundo sutil en el que estos vocablos nos permiten entrar ya sea porque nos cedieron el paso o porque alguien hizo algo que nos cambió el día, la vida o la mirada. 

Hay palabras mágicas que abren, transforman y crean puentes. Gracias, por favor, perdón y amor son solo algunas. No importa cuál elijamos tanto como tener presente que más cosas de las que pensamos pueden solucionarse a través de una conversación y –aunque estén pasadas de moda- también de una carta escrita a mano.

Muchas veces solo se trata de decir en voz alta algo que esperamos del otro o contar el modo en que nos sentimos. Otras, requerimos tomar coraje y están las que vienen teñidas de enojo, gritos, alivio, compasión o comprensión. Porque cuando nos hablamos con respeto, nos miramos como pares y nos abrimos a escuchar; nos damos cuenta de que todas las palabras tienen el poder de hacer magia.

Por Diana Chiani. Comunicadora, editora y Coach Ontológico Profesional  @milyunrelatos www.milyunrelatos.com

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