Salud

Tabaquismo, sedentarismo y mala alimentación aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular

Como es sabido, el accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como “ictus”, es una de las causas de discapacidad más importante a nivel mundial y, en argentina, es la segunda causa de muerte más frecuente.

Catalina Galeano y Martín Gabriel Jozami Nassif domingo, 14 de noviembre de 2021 · 07:14 hs
Tabaquismo, sedentarismo y mala alimentación aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular

Existen una serie de factores de riesgo, que han sido estudiados en tanto su presencia aumenta la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular

Algunos de estos factores son susceptibles de ser modificados y, de esta manera, reducir la posibilidad de enfermarse, mientras que otros factores son inmodificables. Se trata de aspectos sobre los cuales las personas no pueden ejercer un control. Uno de ellos es la edad. 

Se conoce que, si bien el ACV puede afectar a individuos a cualquier edad, la incidencia y prevalencia aumentan con los años. A partir de los 55 años el riesgo de padecer un ictus se duplica con cada década que pasa. Es más, la edad, es el factor de riesgo no modificable más importante en todos los tipos de accidente cerebrovascular, incluyendo los isquémicos. 

Otro de los factores inmodificables es el sexo. En Argentina, más de la mitad de las personas que tienen un ACV son mujeres, con una mortalidad mayor a la que ocasiona el cáncer de mama. Además, aparte de los factores de riesgo típicos de ambos sexos, las mujeres tienen factores de riesgo propios como es el consumo de anticonceptivos orales si se suma a otros como el embarazo (tanto durante la gestación como en las semanas de puerperio), migraña con aura y recibir terapia de reemplazo hormonal, entre otros..

La genética también resulta influyente, si usted tiene antecedentes familiares, si sus padres tuvieron un accidente cerebrovascular, se considera que sería más propenso a padecerlo. Tener otras enfermedades tales como cáncer, enfermedad renal crónica, enfermedades autoinmunes y algunos tipos de artritis, también incrementa la probabilidad de que se produzca un ictus. Tener alguna malformación en las venas u otras alteraciones en la pared de las arterias. 

Resulta de interés destacar que los pacientes que sobreviven a un primer ictus están expuestos a un gran riesgo de padecer un segundo; este suele ir acompañado de consecuencias más severas, y unas tasas de mortalidad y discapacidad mucho más elevadas.

Por otro lado, dentro del grupo de los factores que pueden ser cambiados, encontramos el hábito de fumar. Esto incrementa el riesgo entre el 50% y un 70% más, especialmente en mujeres. Dejar de fumar es una de las principales tareas, por lo que puede consultar a su médico acerca de cuál es el tratamiento más adecuado. 

El colesterol alto y la hipertensión son otros factores a tener en cuenta. Debe realizarse un control habitual de estos valores para poder acceder a un tratamiento temprano en caso de ser necesario. En este sentido, el sedentarismo influye negativamente, al igual que la mala alimentación. Igualmente, los altos niveles de estrés, hostilidad y síntomas compatibles con un cuadro depresivo, incrementan el riesgo de una enfermedad cardiovascular

Realizar ejercicio frecuente, caminatas diarias de 40 minutos, ayuda a mantener un peso saludable. Mantener una dieta balanceada, comer porciones acorde al gasto de energía, ingerir alimentos variados y ricos en fibra. Resulta conveniente consultar a un profesional especializado en nutrición para programar cada comida. Estos hábitos saludables de alimentación y ejercicio ayudarán a prevenir otro factor de riesgo controlable que es la diabetes. Se cree que el 22% de los pacientes que sufren un ACV son diabéticos. Por último, debemos nombrar el consumo de alcohol. Eliminar o regular la ingesta de alcohol, como así también evitar el uso de otro tipo de drogas.

Tenga presente que manteniendo hábitos de vida saludable no solo podrá prevenir un accidente cerebrovascular, sino mantener una mente sana.

* Catalina Galeano y Martín Gabriel Jozami Nassif son miembros de Terapia Neurocognitiva

 

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