El 2020 fue uno de los años más cálidos y secos de la Argentina

Además de sufrir una pandemia de coronavirus que se convirtió en un flagelo mundial, los argentinos tuvieron que atravesar en 2020 el segundo año más cálido en Argentina y el más seco de los últimos veinticinco años.

Mediante un comunicado, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que el año pasado registró "una anomalía de +0.63°C y se ubicó en 2° lugar, solo superado por las temperaturas del 2017".

Dicho organismo oficial añadió que el 2020 también "estuvo marcado por una intensa sequía y numerosos focos de incendio" que afectaron a buena parte del país y malograron especialmente al sector agropecuario.

También se precisó que en los últimos 10 años las temperaturas medias anuales se mantuvieron siempre por encima del promedio, "convirtiendo a esta década en la más cálida desde que se tiene registro".

La meteoróloga del SMN, Cindy Fernández, explicó a la agencia de noticias Télam que las altas temperaturas se produjeron “por el cambio climático y que a nivel mundial las temperaturas están aumentando; los años son cada vez más calurosos". En ese sentido, mencionó que el año pasado “las temperaturas estuvieron cerca de alcanzar al 2016", lo que fue por "el efecto del calentamiento global porque tuvimos el fenómeno La Niña, que es el enfriamiento del agua”.

Por la falta de lluvias, el 2020 fue el año más seco desde 1995 y el 5° desde 1961, lo cual favoreció la aparición y la propagación de numerosos focos de incendios en 13 provincias, a la vez que se registró la mayor cantidad de incendios en un periodo anual. “Las pocas precipitaciones pueden estar relacionadas con el fenómeno de La Niña, que en Argentina se caracterizan por años secos, especialmente en primavera y verano”, añadió Fernández.

Entre los eventos climáticos más importantes que ocurrieron el último año en el país, se encuentran la intensa ola de calor que afectó las provincias de Cuyo durante más de 10 días en enero y las temperaturas superiores a 45° C registradas en Salta, en el mes de septiembre. Como contrapartida, se presentó un invierno extremadamente frío en el sur de la Patagonia, en donde los registros, en Río Gallegos, se mantuvieron debajo de los 0° C durante 8 días consecutivos.