Atacaron la casa de un reconocido infectólogo

El vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica y directivo de la Sociedad Mundial de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag, está viviendo una pandemia muy particular. Es que además de lo que debe afrontar a diario ahora recibe amenazas. En papeles sueltos y un grafiti ubicado en la calle, el mensaje era el mismo: “Dr. Mercenario de Soros y la OMS”. La firma era una sigla: NRP.

Debbag reconoció que hizo público el vandalismo que padeció precisamente para evitar el efecto que buscaban, es decir amedrentarlo y silenciarlo.

"Estas cosas pasan cuando se va por el camino de las verdades, cuando no se está del lado de los pro ni de los anti cuarentenas, cuando se va por el medio, con las evidencias médicas y contándole a la gente lo que está pasando en la pandemia”, especuló el profesional.

Debbag denunció las presiones que reciben los profesionales a cualquier hora del día. “Pasa en el mundo y pasa también en la Argentina. Los extremos siempre son malos pero el extremo de los anticuarentena no es adecuado porque tenemos infección y circulación del virus. Dentro de esos grupos empiezan a aparecer estos fundamentalistas que son antisistemas, terraplanistas, antivacunas y que también queman barbijos”, dijo en una entrevista con una radio porteña. 

El infectólogo alertó que este grupo se está organizando en Argentina y que son los mismos que le están pidiendo al Ministerio de Salud y a las autoridades que saquen la vacuna triple viral del calendario de vacunas.

El reconocido especialista es asesor del gobierno nacional considera que su pronunciamiento acerca de ciertos temas le volvió en forma de vandalismo. “He denunciado el uso de dióxido de cloro que la junta médica de Neuquén relacionó con la muerte de un niño de cinco años, y el comercio detrás de su consumo. Denuncié, también, las mentiras de la doctora Bruno y dije que el 90% de lo que planteaba era mentira. Son fundamentalistas y puramente mentirosos, juegan con la posverdad”, le dijo a Infobae.

“Esto no va a cesar. Es una cosa que recién comienza y va a empezar a sucederle a otros médicos porque está pasando en el mundo. Es solo el inicio”, lamentó el facultativo, quien reconoce que debió cambiar su rutina y obligar a sus hijos a modificar su dinámica diaria para garantizar la seguridad personal.

A Debbag lo acusan de ser mercenario del empresario George Soros y de la Organización Mundial de la Salud. El mensaje, que fue escrito en el asfalto enfrente de su casa, lleva la firma NRP. Según Debbag, esa sigla podría significar “No Retorn Point”, punto de no retorno.