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Comunicación en la pareja: cómo afrontar las conversaciones que involucran sentimientos y sexualidad

Con Jesica Tolin, psicóloga especializada en sexualidad, hablamos sobre cómo afrontar esas conversaciones difíciles en la pareja, aquellas que dejan al descubierto nuestra vulnerabilidad, las que involucran los sentimientos y la sexualidad.

Paola Arcana
Paola Arcana jueves, 30 de julio de 2020 · 08:05 hs
Comunicación en la pareja: cómo afrontar las conversaciones que involucran sentimientos y sexualidad

La pareja es una de las relaciones que más al descubierto deja nuestra vulnerabilidad y en la que resulta más desafiante comunicarnos y entendernos, sobre todo cuando están en juego nuestras emociones y sentimientos, lo que en un plano más íntimo involucra, por supuesto, la sexualidad. Para hablar de esto convocamos Jesica Tolin, psicóloga experta en el tema. 

Vimos que hay mitos, prejuicios y creencias que operan desde lo cultural, algunas que son genéricas para todas por igual y otras que tienen que ver con cuestiones de género – más marcadas en hombres o mujeres según el caso- y nos dificultan entablar una buena comunicación, que a su vez es la base de una relación de pareja sana. Por eso  es importante detenernos en este punto, descubrir cuáles son, repensarlas y modificarlas, para poder crear otras maneras de relacionarnos que promueva el desarrollo sano de nuestra relación.

Repasá acá la entrevista completa que hicimos en el vivo de Instagram de MDZ Online en MendozAprende.

Para comenzar a indagar sobre el tema destacó que “primero es necesario que los dos tengan ganas, porque hay relaciones totalmente destruidas en las que ya no hay intención de comunicar, sino se trata simplemente de destruir al otro, defenderse, hasta de humillar al otro. En ese caso no hay intervención que podemos hacer como terapeutas para que esto funcione, simplemente porque no hay intencionalidad

Saliendo de ese terreno de relaciones totalmente deterioradas en las que prima la revancha, resaltó que dos ingredientes fundamentales para la buena comunicación son el respeto y el amor.

 “Me gusta la analogía con la danza porque hay una buena comunicación cuando podemos los dos bailar con la misma música. Obviamente hay desencuentros, ninguna relación es perfecta, lo importante es saber  comunicarle al otro lo que me pone triste, lo que me daña, lo que necesito”, afirmó

Enfocarnos en la comunicación implica darnos cuenta que nos equivocamos al creer que sabemos hacerlo por el solo hecho de hablar, ya que saber comunicarse no viene dado, sino que debemos aprenderlo. Jesica resaltó que la comunicación asertiva es la capacidad que debemos desarrollar para lograr de que al otro le llegue exactamente lo que quiero transmitirle. 

Para despuntar el tema pusimos foco en los errores en la comunicación. En primer lugar recurrir al pasado, “si vas a traerlo que sea que nos sirva para construir a partir de ahí, no para destruir con recriminaciones o acusaciones”, enfatizó. Otro error que remarcó fue tener la falsa ilusión de creer que el otro tiene una bola de cristal y debe saber lo que nos pasa  “que si tengo cara triste debe darse cuenta que estoy mal, y en realidad el otro no debe por qué saberlo, somos nosotros quienes debemos manifestarle que tal situación nos hace mal”

¿Cómo hacemos para comunicarlo? Indicó que debemos crear el espacio físico y psíquico para hablar y aconsejó no utilizar el cuarto "porque la cama está para leer, descansar, dormir o hacer el amor con la pareja y es importante no contaminarlo”, ya que si vivimos malas experiencias luego pueden trasladarse a otros aspectos de la pareja, por ejemplo a la sexualidad. También crear el espacio implica “transmitirle al otro la necesidad de conversar y preguntarle cuándo para él o ella sería posible hacerlo”. Otro tema importante es respetar los tiempos internos del otro, ya que nosotros podemos tener mucha necesidad de hablar ahora pero si el otro no puede hacerlo debemos aceptar el “no” de la otra persona, es fundamental que haya predisposición de ambos. 

Necesitamos prestar atención a los  modos en que hablamos. Generalmente cuando hay conflictos estamos enojados y usamos modos y palabras espantosas, subestimamos el dolor del otro, lo descalificamos, resaltamos sus defectos o utilizamos palabras prohibidas “nunca” ,“siempre” ; por ejemplo en vez de decir “vos nunca me escuchas” debemos decir “cuando vos tenés tal conducta yo siento que no me prestas atención”; no es bueno generalizar situaciones.  

“Clave fundamental cuando se habla de un problema es no hablar de ego a ego, se habla del problema como si fuera un tercero. La idea es construir algo que nos sirva a los dos, si se transforma en una lucha de egos solo nos vamos a atacar y defender, no va a haber un espacio de construcción sino de destrucción”, afirmó.

Para ella la clave de todo está en que  “uno trabaje para hacer feliz a la pareja y recíprocamente la pareja trabaje para hacernos felices”; así se asegura el éxito de la pareja porque “vamos a hacer todo para que la persona que está conmigo esté bien, feliz, que no sufra, que si tiene algo que le apena me lo pueda decir para que, aunque yo no haya tenido intencionalidad de hacerlo, pueda igualmente repararlo; lo cual obvio debe ser recíproco, sino se transforma en una relación de desigualdad de poder y eso no esta bueno”, resaltó. 

Se trata de ponernos al servicio del otro, estamos acá para que la pareja funcione. De esta manera habilitamos el canal y el otro así va abrirse y nos va a contar lo que le pasa. 

- Ahora, ¿Qué pasa cuando el otro se abre y me cuenta? 

- Lo que sucede generalmente es que no estamos de acuerdo con lo que escuchamos, cuando nos dice “vos no me prestas atención” y  decimos “¡¿Cómo que no te presto atención?!" o “no es que no te presto atención sino que estoy ocupada con los chicos”,  o sea nos justificamos y es lo que no tenemos que hacer. Cuando el otro se abre  y nos manifiesta su vivencia de dolor debemos escucharlo y comprometernos con ese dolor en hacer algo diferente para que eso no vuelva a suceder, entonces el otro se siente legitimado no descalificado. Quien expresa el dolor lo hace varias veces y cuando ve que no cae en terreno fértil no habla más, se cierra. 

Otro error también es que, conociendo a nuestra pareja, damos por hecho lo que nos va a decir y lo interrumpimos constantemente y así cierro la comunicación. Lo  mejor que me puede pasar es que el otro se pueda abrirse, porque si se abre, lo que me está diciendo con eso es que hay una intención de arreglar las cosas y de contarme lo que le pasa.

Hablamos acerca de la vulnerabilidad, gran tema en la pareja ya que nos moviliza mucho emocionalmente y necesitamos plantearnos cuán dispuestos estamos a sentirnos y exponernos vulnerables frente al otro así como también cómo reaccionamos frente a la vulnerabilidad del otro, si con una actitud de cuidado o de aprovechamiento de esa situación. En este sentido remarcó que “vivimos en una sociedad sumamente competitiva donde poder entregarse emocionalmente al cien porciento es muy difícil y mucho más si cuando te entregaste y te la jugaste te hicieron daño y se aprovecharon de esa vulnerabilidad para manipular las cosas a favor del otro. Muchas veces no hay una intención de dañar aunque sí de defender una postura y en ese defender generás un daño en el otro que es irreversible, a veces

Este paradigma competitivo nos lleva a juzgar todo en términos de un culpable versus un inocente, un ganador o un perdedor, lo que lleva a muchas parejas a que lo más importante sea ganar la pelea para tener razón, cuando en realidad de lo que se trata dijo la especialista es que “ambos sean ganadores respecto a esta situación. Tenemos que mirar a la pareja como un proceso de co-construcción, en el que estamos en el mismo barco los dos y si uno se hunde nos hundimos los dos; el objetivo es llegar al puerto juntos”. Esta mirada nos permite sentirnos co-responsables, y así comprender que ambos somos protagonistas de lo que nos pasa, entonces podemos hacer cosas para que esto cambie, es una mirada que nos empodera. 

Destacó que es fundamental hablar desde el sentiryo siento que vos no me escuchas”, eso no es acusatorio y además nadie puede discutirnos lo que sentimos. Si aprendemos a generar de estos espacios de comunicación un momento constructivo, aún cuando se trate de resolver problemas dejará de ser un momento tedioso para pasar a ser algo disfrutable, porque nos suma, nos nutre y aporta como personas. 

Otro aspecto que resaltó fue que hablar de comunicación en la pareja no se trata solamente de resolver problemas, también debemos estar atentos a encontrar lindas maneras comunicar el amor, y en esto es fundamental la empatía, tener en cuenta al otro, mirarlo. Si estuvo trabajando todo el día mimarlo con un café, un abrazo, un mensaje que diga te quiero, te amo, que lindo es estar con vos.

“Todos necesitamos escuchar esto, la validación del otro, el reconocimiento, de todos los días y esto lo remarco, porque un vínculo lo construimos todos los días y lo que no alimentamos se muere”

- Pensaba en cómo ese paradigma competitivo nos debe condicionar para para comunicar nuestro amor, más si tenemos el erróneo prejuicio que mostrar la vulnerabilidad nos hace débiles.

- Y si, y justamente es al revés, quien es débil es quien no puede mostrar su vulnerabilidad. Ahí hablo de los caballeros de la armadura oxidada -un libro muy recomendable -, estas personas que por el miedo a sufrir y mostrar su vulnerabilidad se van oxidando, se van volviendo rígidas en sus conductas y realmente son personas sumamente sensibles. En realidad despojarse y mirarse a los ojos es la conexión con el otro, y eso es magnífico e inspirador. 

Para poder lograr una apertura hacia el otro, esa en la que incluso el silencio no estorba ni incomoda, vimos lo necesario de conocernos, de estar conectados con nosotros mismos , con nuestro cuerpo, nuestro dolor, nuestras virtudes. Estar atentos a la manera en que nos comunicamos con nosotros mismos, porque eso nos va a dar una clave de cómo nos comunicamos con los demás; a veces somos muy hostiles con nosotros mismos, nos castigamos ante un error, hacemos de eso un suceso muy dramático y en este sentido Jesica nos invita a reflexionar en que si no podemos ser benevolentes con nosotros ¿podemos serlo con otro?

Otro tips muy importante es expresar lo valioso o positivo que vimos que el otro pudo hacer: si nos pudo escuchar, contarle lo bien que nos hizo sentir, o si vemos que intenta cambiar algo aunque sabemos que le cuesta un monton, el otro necesita escuchar eso;  “Es corresponder el amor, todos necesitamos que el amor sea correspondido”

Se vé muy claro lo que parece un cliché, que desde el ego no podemos amar. Tenemos que habilitarnos el amor, porque podemos sentirlo, pero también boicotearlo de miles de maneras por los mitos, creencias y prejuicios que vienen del ego. La propuesta es hacer un giro de 180 grados de cómo creíamos que teníamos que manejarnos en nuestra relación de pareja. 

En el plano de la sexualidad de la pareja la profesional destacó lo mismo, debemos aprender a comunicarnos para que sea más plena.  “Está el mito del buen amante que se supone que sabe cómo hacer sentir placer a la mujer y primero que nada si existiese ese buen amante idílico -que no existe- tampoco sabría cómo hacerle sentir placer porque somos todos diferentes y nos gustan diferentes cosas y acá es donde entra el tema de cómo comuincarle al otro lo que nos gusta.Y como en todo lo podemos hacer de manera muy constructiva o destructiva”, afirmó.

La comunicación para ser constructiva debe ser positiva, contando lo que a uno le gusta o resaltando lo que el otro hace que te gusta y pedirle que él o ella también te cuente qué, cómo o de qué manera le gusta. Permite sugerir cosas y habilitar a que el otro también lo pueda hacer.

“Cada uno es responsable de su propio placer, entonces cómo puedo comunicarle al otro lo que me gusta y de qué manera si yo no sé qué me gusta y de qué manera; por eso es fundamental conocerse a uno mismo para ser claro al transmitírselo al otro” , dijo.

Dentro de los mitos y prejuicios que nos condicionan para expresarnos en nuestra sexualidad, destacó en las mujeres que hemos sufrido muchos tabúes alrededor del propio placer “temas como la masturbación o los órganos genitales eran pecaminosos y cochinos, entonces cómo vamos a agarrar un espejo para vernos si es cochino”. Continuó diciendo que la educación sexual es fundamental porque nos habilita a conocernos y sentirnos merecedoras de ese placer que fue negado.  El hecho de que el clítoris no sea tan nombrado como el pene es una evidencia de ello, lo que no se nombra no existe, no lo registramos en nuestro mapa corporal, por eso remarcó que “es importante que nos conozcamos y que nos amemos como somos, que dejemos de responder a los estereotipos de la sociedad o la pornografía, acá hay una falta muy grande de amor a sí mismo y al propio cuerpo”. 

Finalmente hablamos de las disfunciones sexuales que pueden darse por diversos motivos. Sobre la falta de deseo, más aún en un contexto de crisis como el actual; dijo que hay que analizar el contexto, a veces puede ser a causa de una falta de deseo en general, otras puede tener que ver con cómo está la pareja ya que la sexualidad es un termómetro de la relación, si hay cosas que no están bien influirá en el deseo. Otras tiene que ver con crisis vitales que pueden darse: mudanzas, nacimientos de hijos, perdidas de trabajo, etc. Es decir, que hay muchos aspectos emocionales que influyen en la funcionalidad sexual, tanto en hombres como mujeres.

“Las disfunciones sexuales nos invitan a repensarnos como individuo y como pareja y poder co-construir con el otro la solución; en un altísimo porcentaje se deben a factores psicológicos y emocionales” 

- ¿Dónde están los prejuicios que nos dificultan hablar sobre las disfunciones sexuales y buscarles una solución, por dónde empezar? 

- Primero que nada no hay que dramatizar. A veces, ante un problema de erección, la mujer hace un drama por sentirse que ya no le gusta a su pareja y no hay que tomarlo como algo personal. Tenemos que ampliar el concepto de sexualidad, que no se reduce a la genitalidad, entonces no importa que ahora no pasa nada, relajémonos, nos tomamos un rico vino, vemos una peli, nos abrazamos y tocamos. O sea saquemos la tensión de esto y lo más probable es que no aparezca otra vez. Pero si hacemos un escándalo se perpetúa el problema, porque genera una ansiedad de desempeño que produce todo lo contrario al efecto deseado, si estoy tan ansioso porque funcione determina no funcionando. Tenemos que abrirnos hacia el otro entendiendo que no es una amenaza sino alguien que está dispuesto a escucharnos, y que esto sea recíproco

 “La mala comunicación puede hacer de la belleza, tragedia. La buena comunicación puede hacer de la tragedia, belleza”. Es una frase de Leandro Taúb que me parece maravillosa. 

Algo evidente que surgió de esta charla es que el placer sexual está íntimamente ligado con la autoestima, tenemos que amarnos como somos, integrando los aspectos que nos gustan como los que no nos gustan tanto. Seguir derribando prejuicios que no nos hacen bien, abrirnos a sentir, darnos cuenta que transmitimos cosas más allá del cuerpo y que el otro también nos toma desde más lugares, no solo desde lo físico. Para esto nos recomendó practicar el mindfulness que nos hace desarrollar la atención plena para estar cada vez más presentes con todos nuestros sentidos activos, y en la sexualidad se trata de estar ahí con el otro, mirándolo, sintiéndolo; es importante estimular los cinco sentidos. 

“Esta pandemia me hizo poner acento en valorar las pequeñas cosas que terminan siendo grandes cosas. Hoy estamos acá y mañana no sabemos; si hoy elegimos a esta persona, trabajemos en la relación. Me gusta la idea del “te amo solo por hoy, mañana renovamos el contrato"; hoy voy a hacer todo para enamorarte y para que mañana me elijas de nuevo. Y uno puede llevar años así, o sea lo importante es entender que la pareja se trabaja todos los días. La idea es que hagamos una elección genuina todos los días", finalizó.

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