¿Será cuestión de tiempo?

A pesar de la flexibilidad, ¿por qué no queremos retomar nuestra vida social?

Poco a poco, todo va volviendo a la normalidad en Mendoza. Pero la realidad es que pocos desean salir de casa. O por lo menos, no desean retomar la vida social tal y como era. ¿Es normal? Se lo consultamos a una especialista.

Muriel Del Barco martes, 9 de junio de 2020 · 20:53 hs
A pesar de la flexibilidad, ¿por qué no queremos retomar nuestra vida social?
¿Por qué no queremos retomar con nuestro ritmo social?

En nuestra provincia salimos del aislamiento preventivo e ingresamos a la fase de distanciamiento social, que nos permite socializar un poco más, tanto con nuestros familiares, como con nuestros amigos y colegas. Pero algunos admiten no tener deseos de salir de casa. "Ahora que puedo. No quiero", manifestó una joven de 33 años que buscó la respuesta en un profesional. 

"Es que a pesar de que veo a todos disfrutar de salidas, reuniones familiares, actividades conjuntas, yo prefiero seguir en slow motion (cámara lenta)", manifestó la consultante. 

Para responder a esta duda, dialogamos con la Licenciada en Psicología Positiva: Eva Rodríguez. Eva hizo un paralelismo con el "Síndrome de la Cabaña". ¿De qué se trata?

"El Síndrome de la Cabaña se da cuando las personas pasan un período prologando de tiempo totalmente aislados, recluidos y solos, rechazando situaciones sociales. Las mismas que le generan resistencia, hastío y cansancio", detalló la Licenciada.

"El caso de la cuarentena no fue tan prolongada, pero sí muy intensa, por ende se puede interpretar desde dos vertientes", agregó la profesional. 

El miedo

Según indicó Eva Rodríguez, "cuando decretaron la cuarentena con aislamiento preventivo y obligatorio los ciudadanos generamos un mecanismo de defensa que nos indicó: resguardarnos, cuidarnos, defendernos, entre otros mecanismos". "A eso tuvimos que adecuarnos y volver a una posible normalidad significa exponernos". 

"Muchas personas tienen miedo de salir aún de casa. Miedo de contagiarse, miedo a la enfermedad, miedo a la muchedumbre y es totalmente normal", continuó. Pero advirtió: "Si ese miedo nos está paralizando es importante consultar con un profesional". 

"Las transiciones o cambios tienen un tiempo interno que implica adaptarnos a una nueva vida. Los tiempos son totalmente personales y hay que respetarlos", afirmó. 

Por otro lado, la psicóloga mendocina destacó otra vertiente que puede estar totalmente ligada con la falta de deseo de vida social: la introspección o el sentido existencial.  "Esto está más relacionado con las personas que anterior a la cuarentena vivían con demasiado ruido externo, en piloto automático y con expectativas puestas en el afuera: la pareja, el auto, la casa, el trabajo, el dinero, entre otras cosas. Pero con vidas muy vacías", sumó. 

Por lo que el aislamiento implicó "un momento de stop, silencio, introspección y también de espacio para replantearnos nuestra vida", reflexionó la Licenciada.

"Quizás nos dimos cuenta que no necesitamos de tanto ruido externo y que el silencio nos permite  replantearnos la forma en la que vivimos nuestra vida". 

De hecho hay familias que se volcaron al home school (escuela en casa) o al home office (oficina en casa) con tal de pasar más tiempo con "los suyos". "El desafío justamente es replantearnos nuestras prioridades", concluyó y nos dejó cuatro tips para poner en práctica durante esta transición

  1. Trata de hacer un proceso. Readaptarnos requiere de un tiempo personal y progresivo que debemos respetar.
  2. Vivir esta etapa sin culpa. Se trata de un proceso orgánico, donde debemos aprender a escuchar nuestro dictamen interior. "No hay mejor consejero que nosotros mismos". 
  3. Aprendamos del miedo o de la introspección que estamos viviendo. Se trata de un período, no quiere decir que viviremos siempre así. 
  4. Decir "no". Saber decir que no a los demás, es saber decirnos sí a nosotros mismos. 

 

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