Pandemia

Testimonios: la crisis les ganó y tuvieron que cerrar sus locales

Ya es una tendencia en el microcentro, cada vez son más los comercios vacíos y los carteles de alquiler. Recorrer las calles del centro mendocino trae angustia y sorpresa. En primera persona historias de pequeños comerciantes.

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart martes, 2 de junio de 2020 · 06:57 hs
Testimonios: la crisis les ganó y tuvieron que cerrar sus locales
La cafetería DunKen cerró sus dos sucursales en el centro
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Cada vez son más los locales que bajan sus persianas, liquidan por cierre, tienen en su frente carteles de “se alquila”. Una recorrida por el microcentro de Mendoza y algunas zonas del Gran Mendoza sorprenderá a más de uno.

Es que la crisis por COVID-19 arrastra consigo una de las peores crisis económicas, la frustración, incertidumbre y tristeza invade a los comerciantes que día a día intentan remontar una difícil situación y en algunos casos deben dejar a atrás años de dedicación a sus proyectos.

Adolfo Brennan de la Federación Económica de Mendoza (FEM) informó a MDZ "no tenemos una estadística concreta, pero si hay algunos locales cerrados en el microcentro. Hay una tendencia de locales que no han abierto"

"Habrá que esperar unos días para saber si son cierres temporales o definitivos. Estamos haciendo un relevamiento de ventas y el tema de locales vacíos o que no han vuelto a abrir", explica Brennan.

Desde FEM concluyen que hay locales que han cerrado, otros que han decidido trasladarse a locales de menores dimensiones y en algunos casos, aquellos que tenían sucursales han optado por disminuir el número y se han concentrado en una sola y cerrar las demás.

MDZ recorrió las calles principales del centro para escuchar testimonios de aquellas personas que en medio de la pandemia decidieron cerrar sus locales y comercios. Estas son algunas de las historias que se suman a la crisis en Mendoza.

"Nada ha sido tan difícil como esto que nos ha tocado vivir a los pequeños comerciantes", expresa Andrea Tutera de Ohnolulu, local de lencería que el 24 de mayo entregó las llaves de su local ubicado en Rivadavia. "Realmente estuve muy preocupada, la cabeza me trabajaba a mil ¿cómo iba a mantener a flote ese proyecto por el cual había peleado tanto?", cuenta afligida Andrea en la cuenta de instagram de su marca.

"La pandemia no nos iba a dejar trabajar. Justo se vencía el contrato y aumentaba" cuenta la dueña de Ohnolulu y agrega "los dos primeros meses los pagué como siempre y luego los dueños del local me ofrecieron pagar una parte un mes y la otra al siguiente y no me convenía".

Johana Carleti hace 7 años abrió Cereza, su local de indumentaria en calle Arístides Villanueva. Es uno de los tantos comercios que tuvo que cerrar sus puertas en los últimos días.

“Durante la cuarentena las dos primeras semanas no se vendió nada, sólo actualizaba las redes”, cuenta Johana. Como muchos otros emprendedores ella también intentó ofrecer su marca a través de la venta online, “cuando vi que esto era para largo decidí actualizar la página pero no funcionó mucho. Por eso comenzamos a vender barbijos y eso nos ayudó”.

La dueña de Cereza cuenta que decidieron cerrar porque en su caso los propietarios del local no ofrecieron la opción de bajar el alquiler, “yo les propuse bajar el alquiler a la mitad durante dos o tres meses y luego retomar el precio y no quisieron” relata y agrega “la única propuesta fue que yo pagara el 70% y luego el otro 30% al mes siguiente, esto fue en marzo, era imposible porque yo esos meses tuve cero ingreso y no quería deberle”.

La crisis que lleva al cierre de comercios no sólo afecta a los emprendedores y pequeños comerciantes sino que además trae graves consecuencias para el sector inmobiliario.

Guillermo Suárez Ortega, de Inmobiliaria Mónica Ortega y Suárez Ortega, expresó a MDZ “son muchos los que han tenido que cerrar y son muchos más los que cerrarán”. “Hoy me entregan la llave de 3 locales en el centro”, cuenta Suárez Ortega, mientras recibía la llave de uno de los establecimientos que cerró.

Desde la inmobiliaria explican que los dueños deciden cerrar y rescindir sus contratos porque no les dan los números, “hay propietarios que comprenden la situación y bajan los montos pero aún así muchos locales van a tener que cerrar”.

Estefanía Quintero es una de las dueñas de locales que entregó las llaves a la inmobiliaria. Julepes se llama el local de ropa de niños que Estefanía abrió en 2018 en calle Rivadavia de ciudad y este lunes cerró. Siento un gran vacío, es un proyecto que no se concretó en su totalidad porque en medio de la pandemia tuvimos que cerrar”, expresa la mujer.

“Los costos superaban ampliamente las ganancias, la situación nos desbordó. El dueño del local tuvo consideración en bajar el monto”, cuenta la dueña de Julepes y agrega que no tuvieron respuestas favorables por parte del gobierno “el municipio no ofreció ningún descuento en las tasas, los impuestos se pagaron como si hubiésemos estado abiertos trabajando”.

Reinventarse hacia nuevas oportunidades

“Tengo proyectos a futuro pero hay mucha incertidumbre, la idea es seguir en el rubro pero no sé cuándo ni cómo será. Quizás arrancar desde otro lugar, abrir un local entre dos o más personas", cuenta Johana de Cereza a MDZ y relata “ahora estoy en contacto a través de instagram o teléfono con las clientas, les envío catálogos e información y luego se les envía el pedido”.

Estefanía de Julepes también se dedica a la venta online de la marca, “tuve que desarrollar la página web de emergencia y se generó un mercado muy interesante”.

Ohnolulu continúa sólo con sus ventas online, como lo hizo antes de abrir el local hace dos años. "Continuamos con ventas online por unos meses hasta que sea un poco más certero el panorama. Ahí abriremos probablemente algo más grande quizás", cuenta Andrea Tutera luego de haber entregado las llaves del local de calle Rivadavia.

La crisis es dura, pero las ganas de emprender y apostar a los proyectos sigue vigente. Una dolorosa caída que traerá sus consecuencias, pero hay luz al final del túnel aún existe la posibilidad de reinventarse.

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