No hay cigarrillos en los kioscos y exigen que habiliten la producción

La situación de los fumadores se ha tornado desesperante en los últimos días a raíz de que los cigarrillos han comenzado a escasear en la mayoría de los kioscos del país. Esto se debe a que las principales empresas tabacaleras no están habilitadas para producir desde que se dispuso la cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus.

Los distribuidores han agotado su stock y exigen al Gobierno nacional que habilite la producción a partir de la próxima semana, respetando los protocolos de seguridad dispuestos por el Ministerio de Salud de la Nación. "Las gestiones ya están bastante avanzadas. Han presentado protocolos de primer nivel y esperamos que la semana que viene se habilite la producción. Desde el momento en que se reactive, en 48 horas ya podrían empezar a distribuir, pero los cigarrillos tardarían otras 48 horas en llegar a Mendoza", explicó Raúl Nadal, unos de los principales distribuidores de cigarrillos de nuestra provincia.

"Una de las principales tabacaleras está ubicada en el partido bonaerense de Merlo. Ya están avanzadas las gestiones con el intendente para trabajar en tres turnos y con un médico en la fábrica. Sólo resta que lo autorice el Gobierno", agregó Nadal.

En este sentido, Nadal destacó que el Gobierno también se vería favorecido al habilitar la actividad. "Están dejando de percibir 700 millones diarios en impuestos sólo con la producción de cigarrillos. Entendemos los riesgos de la pandemia, pero en algún momento hay que retomar la actividad", resaltó el empresario.

La situación no sólo se ha tornado desesperante para los fumadores sino también para los kiosqueros, cuyos ingresos se han visto afectados de manera considerable por la poca circulación de gente en las calles. "La de los cigarrillos es una rentabilidad esencial para el sector. En muchos casos la venta de cigarrillos es el 50% del ingreso de los kioscos y los que van a comprar cigarrillos siempre compran algo más", resaltó en MDZ Radio Adrián Palacios, presidente de la Unión de Kiosqueros Argentinos (UKRA).

Además de las consecuencias económicas, hay que tener en cuenta que se incrementan los riesgos sanitarios como consecuencia de que muchos fumadores recorren varios kioscos arriesgándose a un posible contagio. "En esta situación de encierro se fuma más y ya no hay cigarrillos en la mayoría de los locales, por lo cual terminan recorriendo varios comercios y alejándose de los lugares de cercanía", explicó Nadal.

Por el momento, los kiosqueros están limitando la cantidad de atados que venden a cada cliente o vendiendo sólo a los clientes habituales. Ante la poca cantidad que queda en stock, también se han registrado algunas subas de precios ante la incertidumbre en torno a cuándo podrán reponer la mercadería.

Distribuidores, kiosqueros y fumadores aguardan expectantes la decisión del Gobierno para que las tabacaleras pueden sumarse a las actividades exceptuadas a partir de la próxima semana y así normalizar la situación que se tornó desesperante en los últimos días.