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Nadia Haron: cómo reinventarse en un contexto complejo

En Mendoza Prende Especiales invitamos a Nadia Haron para hablar de gastronomía, el panorama actual y las tendencias. Además hablamos mucho sobre cómo hacer para reinventarse y volver a empezar.

Paola Arcaná martes, 26 de mayo de 2020 · 07:02 hs
Nadia Haron: cómo reinventarse en un contexto complejo

Nadia Haron es una referente de la gastronomía local. Sus emprendimientos han sido exitosos y reconocidos. Actualmente está a cargo de la cocina de Monteviejo, tiene su propia empresa de catering y asesoramiento gastronómico, trabajando fuertemente con La Casona y Flora Bar Bistró.

En una cálida entrevista  realizara a través de la cuenta de Instragram de MDZ, en el marco del ciclo MendozAprende Especiales, en la que hablamos de gastronomía y de su experiencia personal.

Nadia es una persona que ha pasado por el desafío de reinventarse; de volver a empezar. Las claves para ella son aprender a estar en un estado receptivo, conectar con la simpleza y la esencia de las cosas, con una vuelta al origen pero nunca desde cero sino con todas las experiencias que hemos acumulado. Hablamos de cómo enfrentar desafíos y fracasos, de la importancia de alimentar nuestros sueños, tener confianza y una autoestima sana .

También charlamos sobre los secretos de la buena mano en la cocina, el escenario actual del rubro económico y de la importancia de generar alianzas estratégicas y sinergias para salir adelante. Afirmó que Mendoza tiene mucho potencial para posicionarse como un destino de primera elección post covid y que tiene mucho que ofrecer para que los mendocinos puedan disfrutarla.

-¿Qué significa para vos esta experiencia que estamos viviendo?

-Es un hecho histórico sin precedentes que nos habla a todo el mundo de volver a solidaridad, priorizar el bien general sobre el individual, de valores que quizás los teníamos ocultos por la dinámica del día a día; estábamos en una vorágine en que se nos hacía todo urgente y habíamos hecho un cambio de prioridades que no estaba bien. Como se dice en españa, debemos aprovechar para dar vuelta la tortilla y sacar lo positivo más allá de todas las dificultades que trae esta situación.

-En tu rubro impactó fuerte, a dos meses de esta situación ¿Cuál es tu evaluación sobre el desafío más grande y por otro lado de lo positivo que les ha dejado?

-En un primer momento fue como un shock generalizado donde no íbamos para adelante ni para atrás. Venía siguiendo el proceso en España porque mi hija mayor estaba allá, entonces no me pilló de sorpresa pero si fue un impacto fuerte. Luego empezaron a llegar cosas buenas dentro de lo terrible de la situación, empezaron a formarse grupos que habían estado dispersos, por ejemplo, comenzamos a reunirnos para hablar sobre lo que veíamos en el turismo en Valle de Uco, analizar hacia dónde ir y nos hemos unido para llegar a conclusiones concretas. Y ahí vimos que Mendoza es un destino casi de primera elección en un escenario post covid-19 porque cumplimos con muchos requisitos que no cumplen grandes ciudades como Nueva York o París; Mendoza tiene espacios abiertos, sol casi todo el año entonces podemos atender en terrazas, nos refuerza saber que tenemos algo muy bueno y estamos trabajando en cómo hacer para potenciar a Mendoza en este sentido.

-De repente se apagaron los flashes y entramos en un momento de quietud ¿Vos cómo sentís que has aprovechado al máximo este parate?

-Pasé por distintas fases. La primera quedarme en casa, mi casa y yo éramos completas desconocidas. Yo necesito hacer cosas para pensar, así que ordené, limpié cristales como nunca en mi vida, hice lo que en muchos años no tuve oportunidad de hacer, eso me ayudó a ordenar la cabeza, fue mi manera de pasar este duelo, de toda la actividad que tenía antes con mis emprendimientos y de repente no salir a la calle en absoluto. En un cuaderno siempre voy apuntando ideas, que el 95% no tenía tiempo de hacer, entonces lo aproveché para ponerlas en práctica e ir sumando más cosas a mi recetario. Aproveché para leer y volver a la cocina básica de fuego y cuchara. Luego vino la fase de empezar a ver qué podíamos hacer para reactivar con los deliverys. Con Monteviejo estábamos lejos de la ciudad y la masa crítica del Valle de Uco quizás no justifica esa modalidad, las distancias son enormes, entonces surgió la idea de conectar La Casona con Monteviejo y creamos un espacio para estar cerca de Mendoza y hacer delivery y con esto arrancamos en los próximos días.

-Me encanta ver cómo el espíritu de la gente creativa nunca se apaga. Tu vida es testimonio de reinventarse y volver a empezar; dejaste  dos cosas fuertes, tu tierra y tu profesión de farmacéutica para lanzarte a la aventura de venir a Mendoza y tu pasión por la cocina. ¿Qué enseñanzas te dejaron esas experiencias?

-Volvería ha hacer todo tal y como lo hice, todo me sumo a la experiencia. Mi paso por la universidad me dió la plena conciencia de que una formación universitaria sólo te da llaves para abrir puertas y eso te fomenta la curiosidad y seguir en ese proceso de búsqueda. De joven no me imaginé dedicandome a ésto, pero siempre que tenía un minuto libre lo usaba para cocina. Cuando llegué aquí y vi la posibilidad de hacer realidad eso que lo había imaginado pero que no pensé que fuera una realidad posible, creo que el hecho de estar lejos de casa me ayudó porque me liberó de prejuicios a la hora de enfrentar un posible fracaso. En esa especie de burbuja en que nadie me conocía y yo no conocía a nadie me pregunté por qué no lo voy a intentar. Sentía que no tenía frenos impuesto por nadie y sobre todo me quité mis propios frenos, mis miedos.

La clave está en saber que hay que atravesar los miedos, siempre están. Cuando nos quedamos cómodos en nuestra zona de confort se pierde la chispa de todo por eso sigo agradeciendo cada vez que me enfrento a un despacho y sobre todo con el catering que te ayuda a esa adrenalina y es lo que te mantiene vivo y atento a resolver situaciones, a no bajar la calidad; son los motores de la vida.

-Si pensás en los momentos en que las cosas no fueron como creías que iban a ir ¿Qué sacás de limpio de esas experiencias?

-Todos llevamos mal el tema de las críticas, pero está clarísimo que siempre se aprende más de una crítica que de un halago entonces hay que ser agradecido de los halagos y estar atentos a las críticas. Luego hay que ver hay críticas que son constructivas, otras destructivas por supuesto o que no tienen que ver con una objetividad, pero en general hay que agradecer a quien nos hace una crítica porque es lo que nos hace movernos a mejorar.

-¿Para vos este es un momento bisagra que va a implicar un antes y después en la vida de todos, que nos esté preparando para vivir una nueva temporada en nuestra experiencia como sociedad?

-Es un momento bisagra que creo nos va a traer cosas buenas, pero también creo que va a costar encontrar esas cosas buenas y vamos a tener que trabajar mucho en buscarlas y ser valientes para reconocerlas. No va ser el día uno del post covid, que todavía falta, que se va a resolver todo y todos vamos a encontrar nuestra rutina, es un momento de rutina cero, es momento para estar pensado fuera de la caja más que nunca en la vida.

-Cuando hablamos de reinventarnos me dijiste que una clave era estar atentos a lo que la vida trae, mi eso me habla de estar en un estado receptivo ¿Cómo lo logramos?

-Creo que en la vida hay que tener sueños y uno visualizarse a sí mismo cumpliendo esos sueños. Utilizo ese recurso para estar atenta, me visualizo haciendo algo aún cuando pudiera pensar que es absurdo o que no está ni de cerca en el trayecto de la vida. Creo que las oportunidades siempre están solo que estamos atentos a ellas cuando tenemos sueños, de otra manera no las vemos. Si te negás a imaginar algo porque crees que no lo podés alcanzar, es ahí cuando tu camino se va haciendo más estrecho. Cuanto más en grande sueñes a cumplir un deseo más se va ensanchado tu camino y tu campo visual.

Se trata autoconfianza y también no autoexigirte tanto, no pasa nada si uno fracasa, el peso de la frustración de no intentarlo es peor que el propio fracaso, hay que tener una buena autoestima y quitarse el miedo al fracaso.

-Hablás de la buena autoestima, sana y fuerte, pero a veces se confunde con el ego ¿No? Nos creemos imbatibles y no le damos lugar a la equivocación y por eso no arriesgamos muchas veces.

-La autoestima tiene muy poco que ver con el ego, casi te diría es todo lo contrario. Tiene que ver con intentarlo, con visualizarlo, con saber que de la equivocación uno aprende, que hay que capitalizar los errores. Lo peor que te puede pasar es no saber por qué no te sale algo, por qué te equivocaste, porque es ahí cuando sabés cómo no caer en ese error otra vez. Autoestima es saber que lo que pase en mi vida lo voy a capitalizar en positivo.

-De la simpleza me hablaste como otra clave para reinventarse ¿Qué es para vos?

-Tiene que ver mucho con no tener distorsiones. Por ejemplo en la gastronomía veía que de todos los platos los que más éxito tenían era los más simples, no digo los más fáciles sino lo más simples en cuanto a tipo y número de ingredientes; creo que menos es más porque nos deja disfrutar de la esencia de los sabores, lo sencillo tiene que ver más con la raíz, con los sabores de la casa, los recuerdos de la infancia. Hoy todos estamos deseando un café con un amigo en una terraza y eso es algo muy sencillo; se trata de eso de volver a la esencia de las cosas reales de la vida.

-Esto nos ha llevado a valorar lo que teníamos tan dado y naturalizado y hoy que hoy que no lo  tenemos valoramos cuánto nos nutre lo simple, el contacto con el otro.

-Es volver a las cosas sencillas, volver a juntarnos. Es una lectura en positiva para  la gastronomía, porque va a quedar miedo y el turismo no va a volver de un día para otro, pero los mendocinos ya queremos salir de nuestras casas. Por eso tenemos que adecuar los espacios gastronómicos para ello y adaptarlos al bolsillo del público local, y eso es una vuelta a la esencia. Atendíamos extranjeros y nos olvidamos del público de aquí y cuántos mendocinos hay que no han ido a bodegas y quizás si a París, y esto pasa en todas partes no solo aquí. Hay que recuperar esa curiosidad por la provincia y por el público mendocino.

-También fue volver a empezar en la gastronomía, cada uno pudo refugiarse en lo simple y básico, la tortilla española, la pizza, el vino; pero en esto dijiste algo muy lindo que no es volver a empezar de cero, sino con todo lo que uno ya trae.

-Tal cual tenemos la ventaja de volver a empezar pero no es a lo que hice hace 14 años que no tenía experiencia en cocina profesional, en estos años aprendí de mis errores ahora es un empezar más fácil, es una vuelta a cero pero con la suma de la experiencia de todo lo que hemos hecho hasta ahora.

-¿Cómo es tu proceso creativo? ¿ De qué va, se trata de pensar, hay que saber, es sentido e intuitivo, es un balance de todo?

-Es un balance de todo, muchas veces es difícil descubrir cómo es ese proceso creativo, cada uno tiene distintas formas de ir creando. A mi me funciona leer, mirar, ver qué pasa en otros lugares, ir al mercado, ver que hay en la huerta, me gusta cocinar con cosas locales; me voy nutriendo de información y de repente un día se me ocurre algo por eso siempre voy con mi libreta en que me apunto esas cosas, que quizás no es el momento para hacerlo porque no tiene que ver con la temporada. En mi caso también siempre todo tiene que ver con alguna historia, con los recuerdos de la vivencia.

-¿Qué nos podrías decir que nos ayude a cualquiera a cocinar rico? ¿La buena mano para la cocina se hereda, se aprende?

-Cocinar es un oficio, se aprende cocinando no hay otra, por muchos libros que leas o clases de cocina hasta que no te encuentras con el sartén y el ingrediente no hay nada que hacer, la primera vez que haces una receta nunca te va a salir igual que luego de hacerla 10 veces. Como cosa curiosa o desafío divertido les propongo intentar ver de qué otra manera podemos consumir un ingrediente que siempre preparamos de la misma manera. Jugársela con las cosas que tenemos al alcance de la mano o que nos lleva como muy lejos a la despensa que tenemos en la esquina de casa. No nos tenemos que complicar con la cocina, hay que simplificar.

-Nuestros seguidores dicen como tips. Marcelo Podestá dice que hay que cocinar con amor,  La Melesca Restó conectarse con los alimentos y pensaba en la tendencia de la huerta, que además de lo saludable que tiene, tiene algo más profundo de vincularte con el alimento en la elaboración desde el inicio, de cuidarlo para que dé sus frutos, cosecharlo.

-Si, conectar con los alimentos tiene que ver con distancia cero, con menos manipulación, un proceso más natural más allá que sea orgánico o no, que es preferible, pero es armar tu menú en función de lo que tienes; que sea de la huerta al plato nos conecta más con la tierra y en mi caso además en Monteviejo hablamos de vino, de la importancia de la tierra, del viñedo, del sol, entonces se trata de hacer coherente la gastronomía con todo el enoturismo.

-Dicen nuestros seguidores, Natalia que son riquísimos tus fideos de zucchini con huevo poche de Monteviejo, Verónica que cocinás simple y complejo, que los sabores estallan en tu alma; Gustavo Zabala quiere saber ¿cómo estás pensando tus propuestas gastronómicas ahora en este contexto?

-En Monteviejo estamos armando una propuesta de armar tu propio tapeo con opciones frías, calientes y dulces para que puedas relajarte en la terraza, con un nivel gastronómico de calidad. Es más desestructurado, más fácil de atender, no tiene tantas interacciones, para el maridaje con vino vamos a reemplazar las degustaciones con la elección de vino a la carta. En Flora Bar Bistró lo venimos haciendo hace tiempo y gustó mucho; la diferencia es que allí es un tapeo fijo que va rotando, en esta propuesta hay varios tapeos para que elijas tus propias combinaciones.

-¿Cómo te imaginás el mundo que viene?

-Espero que podamos aprender  a ser más solidarios, a vivir más despacio y valorar lo que tenemos más cerca. Me imagino un mundo con menos contaminación, con mayor conciencia ecológica. Veo que hoy todo el mundo se ha volcado a proteger a la sociedad independientemente de su pensamiento político y eso es muy bueno. Creo que tenemos que hacernos más conscientes de que teníamos tantas cosas para ser felices y no lo sabíamos, no nos habíamos dado cuenta que éramos felices, tenemos que aprender un poco de eso. Estábamos en una zona de confort horrible, ahora es tiempo de movernos.

También hay que ser conscientes que a nivel económico se viene complicado, está difícil el rubro gastronómico, muchas empresas van a desaparecer, vamos a perder público ya que por dos años no vamos a tener turismo extranjero, vienen momentos de crisis, hoy se está viendo cómo pagar sueldos por eso se han pedido medidas al gobierno para declarar en emergencia el rubro que ha sido muy afectado.

Es el momento ideal para hacer alianzas, individualmente no vamos a salir, tenemos que hacer acuerdos. Cada uno puede ver de qué manera puede hacer esas sinergias que sumen a todas las partes.

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