Las pericias complican al estanciero que atropelló a un chico

Rodolfo Sánchez (57) vio que unos pibes se habían metido en su terreno para cazar liebres. A los pocos minutos, uno de los menores, Alex Juan Carlos Campo (16), terminó muerto. Y la Policía ya investiga las causas de su deceso, con Sánchez -el estanciero- como principal sospechoso.

Los peritos trabajaban en la tarde de este lunes sobre la propiedad ubicada en Cañuelas, a cinco kilómetros de la ruta 205; así como sobre el cuerpo del chico. La principal hipótesis es que Sánchez "le pasó por arriba" con la camioneta. De hecho, Alex tiene un hematoma en forma de línea morada que le llega hasta el estómago. Lo mismo se ve en su cráneo: una herida recta, como la huella de una rueda. Pero eso no es todo.

Con el transcurrir de las horas se supo que Alex y sus hermanos habían entrado al campo para conseguir algo de comida destinada a su cena. Cazaban con perros y gomeras. De pronto, vieron que desde lejos venía muy rápido la Dodge Ram del estanciero. A Sánchez le gusta la velocidad: acumula 75 mil pesos en multas impagas.

La cuestión es que los jóvenes creyeron que el propietario del lugar iba a frenar, pero el vehículo siguió con todo y atropelló a Alex. Su jogging, en efecto, tiene las marcas de las cubiertas que lo arrollaron. Según testigos, tras el asesinato, Sánchez afirmó: "eso le pasa por robarme. Bien muerto está".

Según consta en la autopsia, Alex murió por la explosión de un riñón a causa del choque. Tenía el cráneo fracturado y una luxación de cadera. Los forenses anticiparon que los golpes no se vinculan a un arrastre sino a un impacto a gran velocidad.

El estanciero ya está detenido y la causa está en manos de la fiscal Norma Pippo. La acusación es homicidio agravado por alevosía. En tanto, distintas organizaciones políticas y sociales de la zona han expresado su repudio ante lo sucedido y exigen Justicia.