Coronavirus en Argentina

Los obispos pidieron al gobierno volver de a poco a las misas

Los referentes de la Conferencia Episcopal Argentina se reunieron con el Secretario de Culto de la Nación para solicitarle "una apertura gradual de la celebración de la eucaristía con los debidos recaudos sanitarios".

Rubén Valle
Rubén Valle martes, 21 de abril de 2020 · 17:10 hs
Los obispos pidieron al gobierno volver de a poco a las misas

Con la firma de monseñor Oscar Ojea, la Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado destinado a los referentes católicos donde, además de recordar que en su momento se reunieron con el presidente Alberto Fernández para colaborar desde el culto a que se mantuviera el aislamiento social obligatorio, también plantearon allí ser considerados entre las excepciones y así poder dar asistencia religiosa en casos extremos. 

A un mes de ese encuentro, la preocupación de los obispos los llevó a tener una reunión con el Secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri, para solicitarle "la posibilidad de la apertura gradual de la celebración de la eucaristía con los debidos recaudos sanitarios dispuestos". 

Finalmente, le aseguran  los arzobispos, obispos y cardenales a los que va dirigido el mensaje que irán siguiendo "día a día" esta gestión oficial y se les informará cuál fue la respuesta desde Presidencia de la Nación

Evitar el virus "del egoísmo"

Desde la Comisión Episcopal de Pastoral Social, su titular Jorge Lugones, planteó hoy la necesidad de mantener la unidad dentro de los espacios de diálogo, como el de la Mesa de Diálogo por el Trabajo y la Vida Digna, a la vez que alertó  para que "no nos azote otro virus, que es el del egoísmo indiferente".

En un documento titulado Coyuntura socio-económica actual: una oportunidad para la unidad, el religioso destacó que "este es un tiempo que obliga a buscar nuevas formas de encuentro y solidaridad en medio de las dificultades, que iguala en el dolor y compromete con la ayuda a los desiguales en términos de la salud, la alimentación, el riesgo humano y también la supervivencia en relación al trabajo y a la producción".

"La emergencia sanitaria vino a sumarse a la delicada situación de emergencia alimentaria y social que tantas hermanas y hermanos de nuestra patria vienen atravesando", dijo Lugones.

La emergencia, según su óptica, "no puede separarse de la profunda crisis económica que venía afectando a los hermanos sin pan y sin trabajo; una crisis que afecta a todas las partes involucradas y que nos interpela para poder encontrar caminos de salida".

"Sabemos que ya se habla de una 'lenta y ardua recuperación de la pandemia', pero tengamos cuidado, como dijo el Papa, que no nos azote otro virus, que es el del egoísmo indiferente, el que hace que pensemos que la vida mejorará si nos va bien a cada uno de nosotros, descartando a 'los pobres e inmolando en el altar del progreso al que se queda atrás'", alertó.

Como mensaje de cierre, monseñor Lugones analizó que "esta pandemia nos recuerda que no hay diferencias ni fronteras entre los que sufren: todos somos frágiles, iguales y valiosos. Aprovechemos entonces esta situación como una oportunidad para preparar el mañana de todos porque sin una visión de conjunto nadie tendrá futuro".

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