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El padre de Alan Villouta dice que apelará la sentencia

Andrés Villouta le contó a MDZ que no está conforme con la condena a tres años en suspenso que recibió ayer Alejandro Verdenelli. La historia detrás de un caso que conmovió a la provincia.

Facundo García
Facundo García miércoles, 15 de abril de 2020 · 12:14 hs
El padre de Alan Villouta dice que apelará la sentencia
La familia Villouta Andrés dice que todavía quedan muchas cosas por hacer. Foto: Facebook.

Ayer terminó una etapa, pero Andrés Villouta sabe que es solamente una parte del camino. "En los próximos días vamos a apelar", avisa en relación a la sentencia que recibió ayer Alejandro Verdenelli, condenado por atropellar a su hijo Alan en la madrugada del 26 de agosto de 2017.

Los Villouta están reunidos en casa luego de haber oído el veredicto de los jueces, que le impusieron a Verdenelli a una pena de 3 años de prisión en suspenso, lo que en la práctica significa que quedará libre. "Es lamentable el mensaje que deja esta decisión. Si tengo plata, puedo atropellarte, pago lo que haga falta y zafo", reflexiona Andrés.

Por muchas razones, la voz del papá conmueve. Lo han comprobado los periodistas que lo fueron conociendo a lo largo del proceso judicial. Hay algo en la fisonomía, en la corporalidad y el tono de este panadero que resulta cercano. Como si sus emociones fueran las de muchos. O tal vez porque -más allá de lo que se contó hasta ahora en los medios- el vínculo de Andrés y su hijo Alan viene de lejos.

"Una tarde miré a Alan a los ojos y entonces todo cambió"

"Mi hijo significa mucho en mi vida -cuenta el padre-. En una época, cuando yo andaba por los 18 años, era muy irresponsable. Todavía no encontraba a Dios. Pero sabía que Andrea había dado a luz a un hijo mío que ya tenía cuatro meses. No nos habíamos visto. Una tarde nos juntamos los tres en una plaza y miré a Alan a los ojos. Entonces todo cambió".

El resto fue alegría. Andrea y Andrés se casaron en un salón que se llamaba "Arco Iris Bailable". El hombre sonríe al recordar la fiesta. "Entre todos nos alquilamos unos trajes y llegamos en un Renault 11 blanco. Y festejamos con lo que cada uno traía", recuerda.

La panadería de los Villouta se llama "Los siete hermanos"

Alan era el mayor de los siete hijos que Andrés tuvo con su esposa Andrea. De hecho, la panadería de los Villouta se llama hoy "Los siete hermanos". "Y Andrea sigue siendo el amor de mi vida. ¿Sabés una cosa? En el velatorio de mi hijo, en un momento quedamos los dos solos frente al cajón y ella me dijo: 'Con Alan empezó nuestro amor, pero con él no se va a terminar'".

Andrés y Alan Villouta.

"Solo quiero que Verdenelli diga la verdad"

Andrés Villouta no se obsesiona tanto por los vericuetos técnicos de la Ley, a pesar de que durante el juicio aprendió mucho. Lo que más le interesa -admite- es que Alejandro Verdenelli se siente un día frente a él y le diga la verdad de lo que pasó aquella noche. 

—Cuando tuvo la palabra, lo único que hizo fue leer un papel en el que aseguraba que no iba rápido y que de haber sabido que atropelló a una persona hubiera parado para asistirla. En mi familia, como cristianos que somos, lo perdonamos. Se lo dije textualmente a Eduardo de Oro, el abogado de Verdenelli: 'dígale que lo perdonamos, pero hubiéramos preferido que dijera la verdad y que pidiera disculpas con el corazón abierto'.

Los Villouta se lamentan por no haber podido expresarse durante las audiencias. "No nos dejaron hablar ni dos minutos", repiten. Sin embargo saben que más allá de la apelación judicial, los esperan otras batallas. "No queremos ahondar en el dolor. Seguiremos el juicio, pero a la vez está claro que son tiempos de ayudar a los demás. Todavía tenemos que conseguir, por ejemplo, la pasarela en el lugar donde atropellaron a Alan. Y queda mucho por hacer en la concientización".

El caso

Alan Villouta (21) salió de trabajar en la noche del 26 de agosto de 2017. Nunca volvió a su casa: sobre el Acceso Sur, a la altura de La Barraca Mall, lo atropelló una camioneta Porsche Cayenne conducida por el empresario Alejandro Verdenelli (46).

A partir de esa madrugada se dijeron muchísimas cosas. Se habló de abandono de persona -el acusado nunca se detuvo a ver qué había pasado- se constató el exceso de velocidad y se barajó la posibilidad de que Verdenelli estuviera alcoholizado.

Por el Poder Judicial desfilaron peritos, testigos, declaraciones y marchas. Este martes hubo otro hito, al conocerse que los jueces del Tribunal Penal Colegiado Número 2, Aníbal Crivelli, Marcelo Gutiérrez y Ariel Spektor aplicaban sobre el imputado una pena de 3 años de prisión en suspenso y 8 años de inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo. En la práctica, eso significa que quedará libre.

Sin embargo, el de ayer podría no ser el último capítulo de esta historia.

 

 


 

 

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