El empresario quedó libre

Sentencia en el caso Villouta: tres años de prisión en suspenso

Alejandro Verdenelli atropelló a Alan Villouta el 26 de agosto de 2017. El chico murió sobre el asfalto del Acceso Sur, frente a La Barraca Mall. Esta mañana, por videoconferencia, los jueces comunicaron su decisión de condenar al conductor a solo tres años de prisión, una pena excarcelable.

Facundo García
Facundo García martes, 14 de abril de 2020 · 09:17 hs
Sentencia en el caso Villouta: tres años de prisión en suspenso
Alan Villouta El joven fue atropellado cuando salía de trabajar. Foto: MDZ.

Los jueces del Tribunal Penal Colegiado Número 2, Aníbal Crivelli, Marcelo Gutiérrez y Ariel Spektor sentenciaron este martes a Alejandro Verdenelli a 3 años de prisión en suspenso y 8 años de inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo. Es por la muerte del joven Alan Villouta, que fue atropellado por el empresario el 26 de agosto de 2017 en el Acceso Sur, a la altura de La Barraca Mall.

El hombre estaba imputado por homicidio agravado por conducción imprudente y antirreglamentaria de un automotor. En la práctica, la condena deja al imputado en la calle, ya que se trata de una pena excarcelable. Y la noticia seguramente caerá mal en la familia del joven fallecido, ya que la querella había solicitado que la sentencia implicara prisión efectiva.

Asimismo, los jueces establecieron que Verdenelli deberá demostrar buena conducta en los próximos 3 años. Lo que probablemente conllevará un cambio en sus costumbres, ya que antes del accidente contaba con una colección de infracciones de tránsito.

La sentencia se comunicó por Internet.

Un caso polémico

Alan Villouta (21) trabajaba en Vicente, un restaurante de La Barraca Mall. Aquel sábado 26 de agosto por la madrugada terminó su turno y si bien sus compañeros lo invitaron a quedarse un rato y tomar algo, él prefirió irse ya que -según contaron testigos- tenía una cita con una chica. Subió por un terraplén que daba al Acceso Sur y a los pocos metros fue embestido por la camioneta que conducía Alejandro Verdenelli (46), quien dice haber creído que "le tiraban una piedra" y no se detuvo.

Verdenelli se entregó varias horas después, cuando ya era inútil realizar controles de alcoholemia. A partir de entonces se inició un duro debate sobre lo que ocurrió esa noche. Mientras la familia de Alan organizó marchas y sostiene que el imputado venía a alta velocidad y abandonó al chico malherido, la defensa del empresario insiste en que circulaba despacio y huyó del lugar porque confundió al chico con "algo que le arrojaban".

En su momento el perito oficial, Roberto Ernesto Dawbarn, y el de la defensa, Héctor Roitman, presentaron un informe que lleva la firma de ambos. El escrito favorecía claramente a Verdenelli, al proponer, por ejemplo, que aquella noche Alan venía corriendo y "embistió" al vehículo del empresario.

En contraste, la mayoría de las declaraciones de los primeros policías que llegaron al lugar coincidieron en que el impacto tiene que haber sido a gran velocidad, muy por encima de los 40 km de máxima establecidos para la zona.

El abogado Eduardo de Oro y su defendido Alejandro Verdenelli.

La pericia presentada por la querella iba en ese sentido: Verdenelli habría venido rápido, de ahí el abollón lateral y los restos que quedaron incrustados en el lado derecho de la Porsche Cayenne. "Lamentablemente -opinó en su momento Andrés, el padre de Alan- nuestro perito murió y no pudo exponer. En el juicio tuvimos que escuchar, en cambio, teorías insólitas sobre lo que ocurrió con mi hijo".

Los abogados querellantes, María Inés Catalini y Ariel Benavídez, habían solicitado 5 años de prisión efectiva. La Fiscalía -representada por Fernando Guzzo y Carlos Torres-  pidió 3 años, una pena excarcelable. Por su parte, la defensa requirió el sobreseimiento. Lo cierto es que, sin ser del todo una sorpresa, la decisión judicial dejará cierto sabor a victoria en el entorno del empresario.

La palabra del padre

"Esta es la Justicia que tenemos, no podemos esperar más ni menos. Si no hubiera sido por los medios, quizá no hubiéramos conseguido ni siquiera los 8 años de inhabilitación", opinó Andrés Villouta tras la condena, durante una entrevista con Nihuil.

El papá se quejó por no haber podido hablar durante el proceso. "Los jueces -acusó- ni siquiera nos conocen la voz. No nos dieron ese espacio. Y cuando le tocó expresarse a Verdenelli, él insistió en la idea de que nunca supo que había atropellado a Alan y dijo que nos acompañaba en el sentimiento".

Villouta padre recordó que Verdenelli jamás se había acercado a él. "En dos años y medio, nunca nos llamó ni por teléfono", apuntó. "De todos modos nosotros perdonamos de corazón a este hombre, porque creemos en Dios".

—Eso sí: hubiéramos preferido una sentencia que marcara un antes y un después. Al menos que le dieran un tiempo de domiciliaria, para que esta persona aprendiera a reconocer que se equivocó— admitió Andrés hacia el final de la charla.

 

 

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