altas temperaturas

Cómo las escuelas mendocinas se las ingenian contra la ola de calor

La ola de calor que afecta a Mendoza en estos días repercute en las escuelas, donde los directivos, docentes y estudiantes se las rebuscan en estrategias para sobrellevar las altas temperaturas que este jueves alcanzaron picos de 38 grados.

Nicolás Munilla
Nicolás Munilla jueves, 5 de marzo de 2020 · 20:02 hs
Cómo las escuelas mendocinas se las ingenian contra la ola de calor

La ola de calor que afecta a Mendoza en estos días repercute en las escuelas, donde los directivos, docentes y estudiantes se las rebuscan en estrategias para sobrellevar las altas temperaturas que este jueves alcanzaron picos de 38 grados.

En las escuelas primarias, secundarias y CENS relevadas por MDZ el panorama general es complicado: escasez de ventiladores y cortinas, infraestructura inadecuada y en algunos casos hasta falta de presión de agua. Incluso en la jornada de hoy se produjo un corte de luz en amplias zonas del Gran Mendoza, lo que tornó la situación más insoportable para las comunidades educativas.

“En dos aulas tenemos los ventiladores rotos y los padres trajeron un aparato para aliviar el calor agobiante. Hace varios años que venimos pidiendo a Infraestructura Social y a la DGE que nos cambien los equipos, pero no hemos tenido respuesta”, explicaron en la escuela secundaria 4-137 Nieves del Aconcagua, ubicada en la Quinta Sección capitalina.

Para aliviar los síntomas del calor y evitar problemas de salud, los estudiantes recurren a distintas estrategias: abanicarse en forma manual con carpetas y libros, llevarse botellas de agua fresca, sentarse en el suelo de baldosas y salir a los pasillos, donde el aire es más fresco. En el caso del personal docente y no docente, muchos también usan abanicos y beben mucho líquido. “La verdad es que tratamos de sobrellevarlo lo mejor que podemos, pero se torna inaguantable”, confesó una profesora del establecimiento.

Una solución ingeniosa se dio en la escuela 4-028 Paula Albarracín de Sarmiento, donde las clases se dictaron bajo un árbol en el patio del establecimiento.

En otras instituciones, por su parte, la situación es más delicada y con suspensión de clases incluida, como en un CENS que carece de ventiladores en la mayoría de los cursos y su infraestructura edilicia es bastante precaria, ya que está constituido con paredes y techos de madera y durlock que transforman las aulas en verdaderos hornos sofocantes.

Otra escuela con muchos problemas es la secundaria 4-225 Antonio Sarelli, de Maipú, donde hoy se sufrió un corte de agua, según denunciaron padres y docentes en las redes sociales. Allí el calor es un aliciente más de las pésimas condiciones en las que se encuentra el edificio, una antigua casa reformada que contiene a más de 500 alumnos. “El calor es inhumano por los techos de chapa y la mala ventilación. Tenemos algunos ventiladores pero hacen mucho ruido y cuando un docente tiene que explicar un tema los apaga. Incluso uno de los cursos funciona en el sótano”, expresó una docente.

En el CENS 3-448 Profesora María Alejandra Pérez, si bien la infraestructura edilicia que comparte con una primaria es aceptable, la falta de ventiladores hace imposible el desarrollo de las actividades, según narró una docente: “Dentro de las aulas uno se sofoca y no puede explicar nada, mientras que los chicos no atienden. Ayer tuvimos que salir quince minutos al patio para respirar”.

Por su parte, el SUTE intimó al titular de la DGE, José Thomas, a que suspenda las clases por la ola de calor: “Me dirijo a usted a fin de emplazarlo para que en forma inmediata proceda a suspender las clases en el ámbito de todos los establecimientos escolares de la provincia”.

“Motiva la presente, la precaria situación respecto del cumplimiento de las condiciones de Higiene y Seguridad en los establecimientos escolares, falta de elementos de refrigeración, superpoblación de alumnos en las aulas y además el traslado del hogar a la escuela y viceversa”, señaló el secretario general del gremio Sebastián Henríquez en la carta documento, donde también señala al coronavirus como factor de riesgo.

Archivado en