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Desafío: entrar a esta nota y no dormirte en el intento de leerla

Entre trabajo, estudios, o estudio y trabajo (o responsabilidades que se les parezcan) las horas de sueño van quedando cada vez más reducidas. En China se ha dado un fenómeno que, quizás en distintas intensidades, se replica en casi todos los países.

MDZ Sociedad
MDZ Sociedad domingo, 6 de diciembre de 2020 · 14:40 hs
Desafío: entrar a esta nota y no dormirte en el intento de leerla
Foto: GETTY IMAGES

“Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente", dice Oscar Wilde. Si diéramos por hecho que esa es una regla que funciona para todas las personas y no solo para el escritor irlandés, entonces estaríamos en una encrucijada: o no estamos pensando mucho en nuestros defectos, o esa regla no aplica para la mayoría. Lo cierto, en todo caso, es que gran parte de la población mundial duerme mal. De hecho, la Organización Mundial de la Salud indicó hace poco que el 40% de la población duerme mal.

Para ir un poco más lejos, la BBC publicó este domingo un curioso informe sobre un fenómeno que se da entre millones de jóvenes trabajadores en China al que han denominado "desvelo en venganza". Se trata, pues, ni más ni menos que de jóvenes que cargan gran cantidad de horas al día afectadas al trabajo, de modo que cuando llegan a sus hogares con el cansancio a cuestas, en lugar de dormir prefieren mantenerse en vela para disfrutar de su tiempo libre.

Los datos son alarmantes, y las nomenclaturas con las que se conocen los modelos de carga horaria laboral, también. Existe el "horario 996", que refiere a 9 de la mañana a 9 de la noche durante 6 días a a semana; una fórmula creada por empresas tecnológicas". Acá, en criollo, lo conocemos como "de sol a sol". Lo cierto es que luego de 12 horas de trabajo ininterrumpido esta población joven luego se queda varias horas despierta para gozar un poco de lo que es la vida fuera del trabajo. La consecuencia es obvia: pocas horas de sueño. 

A esta altura, podemos preguntarnos qué genera acumular pocas horas de sueño frente a una vida frenéticamente cargada en lo laboral. Pues, varios expertos señalan que "la falta de sueño es una epidemia mundial de salud pública a la que no se presta atención", dice el informe. Pero, a su vez, también señala que más allá de la carga horaria laboral, hay que sumarle a ello el delgado límite que existe entre trabajo y home: la mensajería instantánea, los correos, etc., forman parte de un caudal de sonidos que no dejan de llegar una vez finalizada la jornada de trabajo. Uno de los entrevistados por la BBC afirma que "esto puede hacer que sintamos que estamos 'siempre en el trabajo', porque el trabajo puede llamarnos en cualquier momento".

Y si la cosa no fuera más que un mero arrastrar los pasos, llevar como semblante los párpados caídos y los ojos enrojecidos, o meter tres bostezos cada dos palabras, el hábito de acumular pocas horas de sueño no sería tan preocupante. Sin embargo, el informe incluye la sentencia de un neurocientífico, Matthew Walker, que asegura que "cuanto más breve es tu sueño, más corta es tu vida". La cosa empieza a no resultar tan liviana con ese dato. Si a algo estamos destinados como especie es a ir directo hacia el destino de la muerte, pero a su vez a estirar la llegada a ese destino todo lo que se pueda.

Las empresas chinas están dispuestas a prolongar ese modelo de carga horaria en quienes trabajan para ellas, ya que "consideran que su cultura laboral tiene ventajas frente a los mercados como Estados Unidos o Europa, donde la gente tiende a trabajar menos horas".

De nosotros queda este nuevo desafío que, además, con la pandemia se ha intensificado: dormir más y lograr separar las horas de trabajo de la vida personal. De lo contrario, repetiremos la breve frase de color vendetta que pronunció la china Rao para la BBC: dormir poco es "una venganza (...) para recuperar algo de tiempo para ti". 

 

 

 

 

 

 

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