Galardón

Tres hermosos poemas de la ganadora del Nobel de Literatura

La norteamericana ganó el prestigioso galardón este jueves. Conocé algo de su literatura.

Redacción MDZ
Redacción MDZ jueves, 8 de octubre de 2020 · 08:40 hs
Tres hermosos poemas de la ganadora del Nobel de Literatura

La poeta Louise Glück ganó hoy el Nobel de Literatura, por su “inequivocable voz poética”, según destacaron desde la Academia Sueca.

Conocé parte de su extensa obra que le ganó el galardón más prestigioso del mundo, con tres poemas inolvidables.

El dilema de Telémaco

Nunca me decido

sobre qué poner

en la tumba de mis padres. Sé

lo que él quiere: él quiere

amado, lo que ciertamente resulta

muy exacto, sobre todo

si contamos a todas esas

mujeres. Pero

eso dejaría a mi madre

en la intemperie. Ella me dice

que en realidad no le importa

lo más mínimo; ella prefiere

ser descrita

por sus logros. No tendría yo mucho

tacto si les recordara

que uno

no honra a sus muertos

perpetuando sus vanidades, sus

auto-proyecciones.

Mi propio criterio me recomienda

exactitud sin

palabrería; son

mis padres y, en consecuencia,

los visualizo juntos,

a veces me inclino por

marido y mujer, a veces por

fuerzas contrarias.

Parábola de la Bestia

El gato circula por la cocina

con el pájaro muerto,

su nueva posesión.

 

Alguien debería debatir sobre

ética con el gato, mientras investiga

el asunto ese del pájaro cojo:

 

en esta casa

no experimentamos

la voluntad así.

 

Dile eso al animal,

sus dientes ya hincados

en la carne de otro animal.

Puerto deportivo

 

Mi corazón era un muro de piedra

que tú de todas formas traspasaste.

 

Mi corazón era un jardín isleño

a punto de ser pisoteado por ti.

 

Tú no querías mi corazón;

tú ibas de camino a mi cuerpo.

 

Nada de eso fue mi culpa.

Lo eras todo para mí,

no sólo belleza y dinero.

Cuando hacíamos el amor

el gato se iba a otro cuarto.

 

Entonces me olvidaste.

 

No en vano

las piedras

se estremecían alrededor del jardín enmurallado:

 

no hay nada allí ahora

excepto ese salvajismo que la gente llama naturaleza,

el caos que se hace con todo.

 

Me llevaste a un lugar

donde llegué a ver la maldad en mi carácter

y me dejaste ahí.

 

El gato abandonado

gimotea en el dormitorio vacío.

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