¿Sos de los 3 de cada 10 argentinos que lee la información nutricional en los envases?

Según los últimos indicadores oficiales, solo 3 de cada 10 individuos leen la tabla de composición nutricional del envase de los productos que compran.

Este dato forma parte de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, cuyos resultados dados a conocer el año pasado  ratificaron la necesidad de avanzar en políticas públicas que promuevan la alimentación saludable, como el etiquetado frontal de alimentos.

“Está comprobado que los sistemas complejos de información nutricional vigentes resultan menos accesibles para la población en situación de mayor vulnerabilidad como son los niños, niñas y adolescentes”, advirtió Warter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, a cargo del Observatorio de Derechos de NNyA.

En relación al dato de que apenas 3 de cada 10 individuos mayores de 13 años leen la tabla de composición nutricional del envase de los productos, según el funcionario "la población con menor nivel educativo e ingresos más bajos lee aún menos las etiquetas".

Martello destacó los avances registrados en el Congreso Nacional para que se unifiquen los 13 proyectos de ley que existen sobre etiquetado frontal de alimentos.

La Defensoría del Pueblo, adhirió a la campaña 2020 Cultivar, nutrir, preservar que fue lanzada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, de cara al Día Mundial de la Alimentación que se celebra el 16 de octubre.

“Promover el etiquetado frontal de alimentos representa el cumplimiento de estándares de derechos humanos y obligaciones internacionales asumidas por nuestro país”, aseguró el Defensor del Pueblo Adjunto.

La aprobación avanzó en el Congreso y el texto incluye, entre otros puntos, que los alimentos tengan un etiquetado frontal que no podrá ocupar menos del 5% de la superficie del envase, con formato octogonal negro y letras blancas, que cada sello de advertencia informe si tiene algún nivel crítico de sodio, grasas trans, azúcar o calorías.

En caso de tener edulcorantes, la etiqueta lo deberá informarlo, y se prohíbe que la publicidad de los alimentos refiera a propiedades medicinales.