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Peleas en Chacras: hay control pero los más jóvenes desobedecen

En los boliches de Mendoza cada vez se producen menos peleas, tanto adentro como afuera de los locales. Así lo afirman funcionarios y agentes de seguridad. La realidad de la provincia dista de la imagen dada por Villa Gesell en los últimos días. Pero la violencia existe a pesar de los controles.

Ignacio de Villafañe martes, 28 de enero de 2020 · 06:53 hs
Peleas en Chacras: hay control pero los más jóvenes desobedecen
Exceso de alcohol Los jóvenes reconocen que el consumo abusivo de sustancias es lo que desata las peleas Foto: Foto de video

Desde hace aproximadamente cuatro años la Zona de Boliches de Chacras de Coria cuenta con un puesto fijo de vigilancia instalado por la Municipalidad de Luján de Cuyo para controlar a los vehículos que transitan por la Ruta Panamericana y servir de centro logístico para los operativos de seguridad que se realizan durante las noches de los fines de semana.

Chacras de Coria es uno de los distritos de Mendoza que mayor cantidad de boliches concentra y es capaz de reunir en una franja reducida -el tramo de la ruta que va desde la rotonda de Olimpo hasta Ciudad de Dios, sobre calle Ugarte- a amplios sectores sociales, de diversos grupos etarios y distinto poder adquisitivo.

En lo que va desde que Luján comenzó a operar con su puesto fijo de control -que se encuentra sobre Panamericana, entre la calle Guardia Vieja y el boliche Aloha-, los conflictos nocturnos se redujeron. Así lo afirman las autoridades de la comuna, que al igual que el resto  del país puso especial interés en la divulgación del problema luego de los incidentes registrados en Villa Gesell en donde Fernando Báez Sosa resultó asesinado por una patota de rugbiers.

"Lo que nosotros buscamos es que la gente vea la presencia del Estado", explica el secretario de Gobierno de Luján de Cuyo, Enrique Isuani, desde el puesto de control. Según el funcionario esta "presencia del Estado" hace que se "eviten un montón de peleas y conflictos".

Isuani afirma que el resultado obtenido tras esta política de mostrar un Estado presente "ha sido muy bueno", aunque reconoce que eso no anuló el problema de fondo. "La presencia del Estado ha sido muy disuasiva, tenemos muchas menos peleas de las que teníamos antes", dice y pregunta para contestarse: "¿Peleas todavía tenemos?, sí, pero muchas menos de las que estaban hace cuatro años más o menos que es cuando nosotros empezamos con una fuerte presencia de la Policía de Mendoza y de Tránsito y Seguridad de Luján".

Lo cierto es que a pesar de los resultados positivos no solamente los funcionarios reconocen la persistencia de este problema social -en términos relativos mucho menos grave que el expuesto en Villa Gesell-, sino también los propios agentes de seguridad. Y quienes ratifican ese dato, son los mismos jóvenes, tal como se muestra en el video.

Los motivos que desencadenan las peleas suelen variar. Pero casi siempre tienen al alcohol como protagonista. Emilio trabaja como agente de seguridad de un barrio privado ubicado frente a Grita Silencio. Desde la casilla donde pasa las noches ve constantemente peleas entre jóvenes. La última que recuerda es de hace tres semanas, cuando presenció cómo le partían una botella de vidrio en la cabeza a un hombre en una de las playas de estacionamiento.

"Yo escuchaba que decían que por una botella de vino se habían peleado, porque le habían robado la botella de vino de la mesa, por eso se pelean", cuenta Emilio.

Mirá el video, escuchá los testimonios completos y conocé la vida nocturna de Chacras de Coria.

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