Abuso sexual

Próvolo: salteño reveló maltratos de un cura y que se daban "pastillas para los nervios"

En su testimonio, este hombre que estuvo en el Instituto de los 18 a los 23 años relató las irregularidades que observó y que en cierta medida le costaron que fuera echado de la institución. El debate continuará mañana con una nueva cámara Gesell en vivo. 

miércoles, 11 de septiembre de 2019 · 23:44 hs

Se reanudó el debate en el juicio contra dos curas y un empleado por reiterados casos de abusos sexuales contra niños sordomudos en el Instituto Próvolo. 

En esta oportunidad se realizó una Cámara Gesell en vivo, donde el tribunal y las partes podían observar al testigo a través de un circuito cerrado de televisión. 

Los encargados de realizar esta cámara Gesell fueron dos licenciados en psicología, pertenecientes al Equipo de Abordaje de Abuso Sexual (EDEAAS), el cual depende de la Coordinación General del Ministerio Público Fiscal.

La persona que dio su testimonio fue un hombre de 35 años, oriundo de la provincia de Salta, aunque radicado en Mendoza hace un año aproximadamente. 

Según declaró, había ingresado al Próvolo cuando tenía 18 años y a los 23 fue expulsado por un cruce que tuvo con una mujer a la que reconoció como Graciela Pascual.

Contó que era responsable de cuidar a cinco chicos del lugar y que las autoridades le habían otorgado llaves de los dormitorios. También manifestó haber observado maltratos por parte del imputado Nicola Corradi.

De acuerdo con su relato, fue él quien avisó a Corradi y a Pascual que uno de los chicos del instituto había sufrido abusos por parte de una persona que está declarada como inimputable en la causa. Reafirmó que fue debido a la mala relación que tenía con Pascual que fue expulsado del instituto. 

El declarante destacó que fue por orden de Corradi que tenía que darle una “pastilla para los nervios” a uno de los chicos.

Tras cerca de dos horas, se dio por terminada la cámara Gesell del testigo y se continuó con la reproducción de otra que contenía el testimonio de una de las víctimas-testigo del caso, quien al momento de declarar tenía 17 años.

En los minutos que se reprodujeron en el marco del debate, la mujer volvió a relatar su calvario.

Mañana, a partir de las 8.30, continuará el juicio con características similares a las de hoy, es decir con una cámara Gesell en la modalidad en vivo y por circuito cerrado.