Armas

La luz roja de hace 17 años sobre el descontrol de las armas y arsenales

Aquí,&nbsp; la columna en el programa "Otra Manera" por <i><a href="www.mdzradio.com" target="_blank">MDZ Radio</a></i> de Gabriel Conte, sobre el histórico secuestro de armas y un dato antiguo que ya encendía la luz roja en torno al descontrol de la circulación de armas de fuego y su almacenamiento seguro.

jueves, 27 de junio de 2019 · 14:58 hs

La Argentina secuestró unas 1.200 armas, más pólvora para unos 400.000 proyectiles, más proyectiles, más cañones antiaéreos. Todo, valuado entre los  150 y 200 millones de dólares, según los cálculos que hizo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Las armas se llevaban vía Pedro Juan Caballero, Paraguay, fundamentalmente a Brasil, la mayoría al Primer Comando de la Capital (PCC), de San Pablo, y al Comando Vermelho (CV), de Río de Janeiro.

El megaoperativo de ayer comprendió 52 allanamientos, y terminó con 20 detenidos. El año pasado, el 2 de noviembre, se informó que por la misma causa se habían secuestrado armas de grueso calibre, y se había detenido a una persona en General Alvear. Había granadas, fusiles FAL, fusiles Colt M4, ametralladoras Browning, más de 30.000 municiones de diferentes calibres, pólvora, granadas, minas anti-tanques, balanzas, visores nocturnos, documentación de empadronamiento de armas, partes de armamento, katanas, mientras en el allanamiento de Córdoba hallaron "cuerpos de bombas para aviones, colas de bombas, minas antipersonales y trotyl en escamas", entre otros elementos. Hay por ahora 19 detenidos.

MDZ informó ayer que los operativos fueron ordenados por el juez en lo penal económico Pablo Yadarola, que desde el 17 de octubre del año pasado investiga a una banda que dedicada al contrabando de armas. Hubo allanamientos en Martínez, en San Isidro, donde se detuvo al presunto líder de la organización criminal; en Córdoba, Bahía Blanca, Tandil y en ciudad de Buenos Aires. También hubo procedimientos simultáneos en los Estados Unidos y España.

A todas luces, hay un descontrol de las armas y no es algo que la política desconozca, sino todo lo contrario.

La primera luz roja con datos de primer nivel se dio a conocer en el año 2002, cuando una investigación realizada en la ciudad brasileña de Río de Janeiro sobre armas secuestradas a los delincuentes dio como resultado un dato más que inquietante: allí había armas de origen argentino que habían pasado de la legalidad a la ilegalidad. Se trataba de todo tipo de armas de fuego, pero llamó la atención que los delincuentes brasileños estaban usando armamento de uso exclusivo militar: granadas FMK2 y fusiles ametralladoras FMK3 fabricados en Córdoba.

Fabricadas en los años 80 para ser usadas en la Guerra de las Malvinas, las granadas argentinas FMK2 formaban parte ya en 2002 del arsenal de tráfico de droga de Río de Janeiro.

Desarrollado para operaciones militares por la empresa Fray Luis Beltrán, ubicada en la provincia de Córdoba, ese modelo de artefacto ya fue usado en Río en siete ataques de traficantes, que dejaron cuatro víctimas, una de ellas un policía militar.

Los resultados de la investigación fueron difundidos por la ONG “Viva Río” por Rubem Cesar Fernandes, Antonio Rangel Bandeira, Marcelo de Souza Nascimento, Patricia Rivero y el fallecido investigador argentino Pablo Dreyfus. El anuncio a la prensa asoció por primera vez a dos importantes medios, uno por cada país, de acuerdo ala relevancia del tema: los diarios O Globo y La Nación.

Es decir que hace al menos 17 años que se sabe del desvío de armamento ya sea en operaciones hormiga, tráfico ilícito organizado o atracos a depósitos oficiales, pero también de armas clandestinas o de legítimos usuarios que caen al mercado negro cuando entran a robar a cualquier vivienda en donde hay armas.

Escuchá el podcast:

El relevamiento inédito hecho por la Subsecretaría de Inteligencia (SSI) de la Secretaría de Seguridad Pública de Rio reveló que, solo en el período de enero a setiembre de 2002, fueron incautadas 103 granadas FMK2 en la Región Metropolitana de Río, un promedio de 11 por mes. Una comparación con los números desde 1995, cuando ese tipo de granada argentina comenzó a ser hallada en Rio, mostró un crecimiento alarmante.

De acuerdo con el informe de los agentes de la SSI, al cual accedieron los diarios O Globo y La Nación, fueron halladas en Río 40 granadas FMK2 entre 1995 y el 2000.

El gran salto en la cantidad de secuestros ocurrió en 2001, cuando fueron incautadas 99 granadas en regiones controladas por traficantes de drogas.

El periodo de ese aumento coincide con el recrudecimiento de la crisis económica de la Argentina y el surgimiento de las primeras sospechas sobre militares involucrados en el desvío de armas de los cuarteles, pero también con el fin de un período de relaciones militares conflictivas de los diez años de gobierno de Carlos Menem y su relación bipolar con carapintadas.

Así como las granadas, otras armas argentinas fueron desviadas de cuarteles para las “favelas” de Río.

El trabajo identificó en el depósito de la División de Fiscalización de Armas y Explosivos (DFAE) de la Policía Civil 3.147 armas de fabricación argentina secuestradas.

Todas las armas argentinas, según la investigación de Viva Río, fueron a parar a Río a partir de los años 90, lo que indica que el gobierno argentino perdió el control de los arsenales militares.

“En 1995, el Gobierno argentino aprobó el servicio voluntario, reduciendo el contingente militar de 80 mil hombres a cerca de 50 mil. Con la reducción de efectivos, los arsenales quedaron llenos de armas. Es posible que haya habido falta de control de ese armamento, facilitando el desvío”, dijo en 2002 Pablo Dreyfus.

En definitiva, más allá de que el sistema de control ha evolucionado, no debería darse por cerrado el trabajo del Estado en la materia, porque a la luz está que hay demasiadas armas circulando, legal o ilegalmente, pero que en algún momento sirven para lo mismo: cometer un hecho que está calificado por el Código Penal.