Para preocuparse: ese sobrehueso que le debemos al celular
La postura encorvada tan común a la hora de mirar el teléfono móvil desarrolló un sobrehueso en la parte posterior del cráneo. Así lo demuestra el estudio realizada por una universidad de Australia en cráneos de más de 1.000 personas de entre 18 a 86 años.
Una investigación que realizó la Universidad de la Costa del Sol, en Australia, reveló un hallazgo para preocupar al mundo entero: los teléfonos móviles están cambiando el esqueleto humano. Esto debido a que los usuarios se encorvan tanto tiempo para chequear sus celulares que en la parte posterior del cráneo se desarrollan "espigas óseas".
Este tipo de protuberancias occipitales externas, explican los científicos, se van desarrollando en la base del cráneo y son cada vez más las personas que lo padecen.

El pasar mucho tiempo mirando hacia abajo produce un notable cambios postural por lo que la estructura ósea busca adaptarse para sostener mejor la cabeza. Así lo reflejan claramente las imágenes de rayos X que difundieron los investigadores australianos. Debido a la forma en que nos encorvados con los teléfonos, los cráneos han ido desarrollando un crecimiento óseo extra.
Para este estudio los científicos escanearon más de 1.000 cráneos de personas de 18 a 86 años.
Las personas verifican en promedio sus teléfonos cada 12 minutos, según estadísticas que manejan los investigadores quienes sostienen que aunque es poco probable que estos bultos óseos causen efectos dañinos, quizás nunca desaparezcan.


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