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Cinco claves del primer juicio por jurado "estancado" del país

El juicio contra Claudia Cortez por el asesinato de su marido Ernesto Pelayes, se convirtió en el primer bajo la modalidad de jurado popular en el país que terminó estancado debido a las diferencias entre los integrantes del cuerpo ciudadano, y dado que la Fiscalía a cargo de Fernando Guzzo desistió de continuar con la acusación, la mujer fue absuelta. Las divisiones entre los jurados, factor clave.

jueves, 16 de mayo de 2019 · 01:22 hs

El juicio contra Claudia Cortez por el asesinato de su marido Ernesto Pelayes, se convirtió en el primer bajo la modalidad de jurado popular en el país que terminó estancado debido a las diferencias entre los integrantes del cuerpo ciudadano, y dado que la Fiscalía a cargo de Fernando Guzzo desistió de continuar con la acusación, la mujer fue absuelta.

Cortez estaba acusada por "homicidio agravado por el vínculo bajo circunstancias extraordinarias de atenuación", carátula modificada a último momento por pedido de Guzzo. A su vez, por sugerencia del juez técnico Aníbal Crivelli, se añadió como alternativa el delito "exceso de legítima defensa", que implicaba una pena menor e incluso con posibilidad de ser excarcelable.

De todos modos, la (in)definición del jurado en lograr un consenso respecto a la culpabilidad o no de la acusada favorecieron a Cortez, que pudo recuperar su libertad.

1-La espera se extendió de manera sorpresiva

Tras los alegatos de la Fiscalía y la defensa, el juez técnico Aníbal Crivelli dispuso un cuarto intermedio para que el jurado delibere. Esa primera etapa se extendió por más de cinco horas, y alrededor de las 17.30 se convocó nuevamente a las partes al recinto para escuchar el veredicto.

Sin embargo, Crivelli sorprendió a todos al pedir el desalojo de la sala y anunciar un nuevo cuarto intermedio para reunirse con las partes y el jurado. Esa nueva espera se extendió otras dos horas, lo que ya evidenciaba problemas en llegar a una decisión final.

2-La grieta en el jurado

La absolución de Cortez no fue por una decisión del jurado, sino por sus propias diferencias de criterios respecto a si era culpable de cometer un homicidio o inocente por hacerlo bajo defensa. Los integrantes del cuerpo ciudadano, a través de su presidente (que era una mujer), le manifestaron al juez Crivelli sus "posturas antagónicas" que le impedían llegar a una unanimidad, por lo que no requerían nuevas ampliaciones de pruebas.

Aunque no se sabe qué pasó durante las horas del debate, los jurados evidenciaban cierta tensión a raíz de ásperas discusiones. Es así que llamó poderosamente la atención que se acomodaran dentro de la sala en un orden muy curioso: los seis varones sentados atrás y las seis mujeres adelante.

Incluso, una vez conocida la absolución, algunas de las jurados lagrimearon, mientras dos hombres cruzaban miradas.

3-Emoción en el recinto

No solo los jurados expresaron sus emociones. Mientras Crivelli anunciaba la absolución, Cortez rompió en llanto , desahogándose luego de extenuantes horas de incertidumbre. Cabe recordar que la acusada pasó de estar en riesgo de ser condenada a prisión perpetua a terminar en libertad, en tan solo veinticuatro horas.

A su vez, familiares de Pelayes también derramaron lágrimas, aunque por motivos totalmente distintos. Golpeados, se retiraron rápidamente de la sala sin brindar declaraciones.

4-La decisión de la Fiscalía

El fiscal de Homicidios Fernando Guzzo le trasmitió al juez Crivelli que no iba a continuar con la acusación hacia Cortez. Si bien algunos pueden especular los motivos de esa decisión, el letrado alegó posteriormente ante la prensa que, a su criterio, no era necesario convocar a un nuevo jurado que, finalmente, podría derivar en una situación similar: "No tiene ningún sentido que la soberanía popular cuestione su propia soberanía".

Por su parte, el fiscal de instrucción Gustavo Pirello resaltó la "tranquilidad de haber traído a juicio una causa que tenía las pruebas para llegar" a una resolución que respondiera favorablemente a los criterios de la Fiscalía. "No es la prueba lo que falló, sino una cuestión ideológica entre los jurados", recalcó.

5-La satisfacción de la defensa

Para el abogado defensor Carlos Moyano, lo más importante fue la absolución de su clienta: "Soy un convencido de su inocencia, desde el primer día. No nos afecta en nada que no haya sido por consenso, ella quería venir al recinto y decir lo que pensaba sin cambiar sus palabras. La absolución es lo que significa, más allá de cómo haya llegado", declaró.

La decisión de Guzzo de no avanzar con la acusación, confió Moyano, lo tomó por sorpresa: "Cuando empezó a hablar me tomó por sorpresa, hasta que me di cuenta en su exposición que desistía".