Comerciantes comparan la inflación con el "Rodrigazo"
En el Mercado Central la preocupación es generalizada. Hay puestos de venta abandonados, pocas cajas en funcionamiento e incluso en las pescaderías, en plena Semana Santa, las filas de clientes disminuyeron en relación a años anteriores.
La imagen es preocupante. En Semana Santa, el movimiento frente a los mostradores de las pescaderías del Mercado Central de Mendoza es prácticamente nulo. Metros a la redonda, la situación no es más esperanzadora en lo que a términos de consumo respecta: hay numerosos puestos de venta vacíos sin negocios dispuestos a pagar el alquiler y comerciantes con años de experiencia en el rubro que comparan la actual crisis con lo peor de la historia inflacionaria argentina reciente.
Ya con los datos del último relevamiento de precios realizado por el Indec -que dio para marzo una inflación del 4,7% a nivel nacional-, la sensación para muchos de los que se dedican a la compra y venta de productos al por menor es de que el clima de inestabilidad económica que pesa sobre el país apunta a ser irreversible, al menos en el corto plazo.
"Lamentablemente se sufre bastante", afirma Víctor, de la avícola San José. "Los impuestos, que aumentan permanentemente, igual que los alquileres, hacen que nosotros tengamos que andar buscándole la vuelta para poder hacer ofertas", lamenta.
Betty, de la fiambrería Doña Betty, es más tajante al momento de dar definiciones. Con 58 años de servicio en el mismo puesto del Mercado Central, la comerciante dice que si bien para ella "la inflación más difícil" había sido "la del Rodrigazo" (en referencia a la hiperinflación que se desató en el Gobierno de María Estela Martínez de Perón, donde Celestino Rodríguez era ministro de Economía). Agregó que el nuevo proceso de alza sostenida de precios es "mucho peor".
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