Urbanismo

Replantear ciudades: la gentrificación en números

El término gentrificación (proveniente del inglés gentry, "alta burguesía") se refiere al proceso de transformación de un espacio urbano deteriorado —o en declive— a partir de la reconstrucción —o rehabilitación edificatoria con mayores alturas que las preexistentes— que provoca un aumento de los alquileres o del coste habitacional en estos espacios. Esto provoca que los residentes tradicionales abandonen el barrio —y que se sitúen en espacios más periféricos—, lo que produce que este «nuevo» espacio termine por ser ocupado por clases sociales con mayor capacidad económica que les permita afrontar estos nuevos costos. Este proceso tiene especial relevancia en los últimos años en los países capitalistas y principalmente en ciudades con importante potencial turístico y relevancia económica. En ocasiones, también se utiliza para analizar esta situación respecto de usos comerciales o de servicios. Por ejemplo, la construcción de centros comerciales o tiendas pertenecientes a grandes cadenas, relegando a los pequeños negocios. La gentrificación no se centra únicamente en los aspectos físicos, sino que involucra una serie de cambios en la conformación de la población y se caracteriza por el desplazamiento de un estrato social por un estrato superior.

miércoles, 27 de febrero de 2019 · 09:37 hs

¿Cuántas veces hemos leído que los proyectos de regeneración urbana en áreas en deterioro producen desplazamiento de los residentes más vulnerables para dar espacio a nuevos grupos con mayores ingresos y más altos niveles de educación? ¿Cómo podemos medir cuantitativamente este efecto para trabajarlo con políticas públicas adecuadas?

“Revitalización Urbana: Metodologías de evaluación e impactos esperados” es una publicación en inglés desarrollada por el BID con el investigador Jorge de La Roca de University of Southern California, que permite un primer acercamiento a esta discusión. La Nota técnica presenta metodologías cuantitativas para estudiar este fenómeno específicamente en proyectos en la región de América Latina y el Caribe.

Las metodologías analizadas no sólo permiten medir los efectos negativos de las intervenciones urbanas, sino también permiten aproximarnos a una cuantificación de sus beneficios considerando las particularidades acceso a datos y políticas de América Latina.

El deterioro urbano.

Lógica de la publicación (por Isidora Larraín)

A través de varios casos de estudio internacionales y de un análisis recolección de datos y procesos factibles en la región de América Latina, esta publicación pretende acercar herramientas de la economía[1] a urbanistas, políticos y el público en general para poder medir impactos y comenzar a diferenciar los procesos de gentrificación y desplazamiento, desmitificando los números en torno a estos dos procesos. En palabras simples, la gentrificación se refiere a un proceso donde habitantes con mayores niveles de ingresos y educación comienzan a llegar a un barrio tanto por densificación como ocupación de sitios abandonados. El desplazamiento, por su parte, involucra que estos nuevos habitantes utilizan el lugar de residentes previos con menores ingresos o niveles educativos.

Estos movimientos de residentes no son ajenos a la realidad de América Latina y el Caribe, desde ciudades grandes como Ciudad de México, Río de Janeiro, Santiago de Chile y Quito hasta intermedias como Cusco, Recife o Guanajuato (México)[2]. ¿Cómo comenzamos a dimensionar el movimiento en cada ciudad o barrio para actuar a tiempo y evitar que los grupos más vulnerables se vean afectados?

Por ejemplo, podríamos dar seguimiento a los precios del suelo y la vivienda, que suelen sufrir variaciones producto de los proyectos de revitalización urbana. Mientras los datos de las transacciones de tierras son más difíciles de observar, los precios de la vivienda en el mercado—considerando las amplias diferencias de calidad de la vivienda—son un indicador factible de medir en gran parte de América Latina. Los estudios analizados mostraron un aumento de alrededor de 3% en el precio de las viviendas en ciudades como Acayucan, México; Buenos Aires, Argentina; y Campo Grande, Brasil posterior a un proyecto de Regeneración Urbana[3].

Otro ejemplo destacado en la Nota Técnica es en la ciudad de Filadelfia, donde el seguimiento de la historia crediticia (2002-2014) indicó que aquellos propietarios de menores recursos que permanecen en un barrio revitalizado y gentrificado (con cambios en el nivel educativo y de ingresos de residentes) mejoran su situación financiera comparados con grupos similares en áreas sin gentrificar. Los arrendatarios viven una situación diferente, ya que no pueden permanecer en el barrio pues no pueden pagar el considerable aumento en las rentas. En América Latina los arriendos corresponden sólo a un 15-35%. Ante este porcentaje en incipiente aumento, aún estamos a tiempo de implementar políticas que permitan la permanencia de grupos vulnerables de arrendatarios en la región.

En miras a comenzar a medir impactos, esta publicación es una primera aproximación al tema, que abre preguntas y entrega metodologías de evaluación con especial énfasis en áreas centrales y patrimoniales, donde tienen lugar buena parte de los procesos de gentrificación y/o desplazamiento. Los invitamos a leer la publicación para dar respuesta a preguntas tales como: ¿cuáles son los indicadores más factibles para comenzar a medir la gentrificación y desplazamiento en América Latina y el Caribe? y ¿cómo medir los efectos de un proyecto de revitalización urbana?

*Agradecimientos especiales al autor Jorge de la Roca por el gran esfuerzo de recopilación, análisis y “traducción” para que todos quienes no somos economistas podamos aplicar estos contenidos.

[1] Algunas herramientas son: diferencias sobre diferencias y uso de grupos de control, estimación a través de reajuste paramétrico, y deducciones a partir del valor de suelo o propiedad.

[2] Janoschka, Michael, Sequera, Jorge, & Salinas, Luis. (2014). Gentrificación en España y América Latina: Un diálogo crítico. Revista de geografía Norte Grande, (58), 7-40. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-34022014000200002

[3] Mientras la inversión en estos proyectos es principalmente pública, surge la interrogante sobre ¿quién se lleva la ganancia? Ver mayores detalles respecto a la captura de plusvalías en: https://publications.iadb.org/handle/11319/7799

Foto Portada: Imagen intervenida por Isidora Larraín sobre imágenes originales: Ryoji Iwata. Link fuente