Marcharon contra la violencia y las mataron días después
Silencio, bronca y estupor. Con esas sensaciones los trabajadores de la empresa Aguas Mendocinas se concentraron en la sede de la empresa para reclamar por la masacre del Barrio Trapiche. Es que Marta Susana Ortiz y Claudia Arias trabajaban en la empresa y por eso la reacción fue inmediata.
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Susana llevaba más de 20 años en la empresa de servicios y era jefa de aguas en el Departamento de Laboratorio y cumplía su función en Alto Godoy. Claudia prestaba servicio en la empresa de limpieza del mismo lugar. Ambas estuvieron el miércoles pasado al mediodía en el "paro de mujeres" realizado para protestar contra los femicidios. Junto con otras mujeres habían salido a la plazoleta de la planta Alto Godoy (en el parque San Martín) para reflexionar sobre el tema. Hoy un hombre las mató en su casa. "No lo podemos creer. Pero esto tiene que cambiar. No puede haber más silencio", aseguraba una de las compañeras de Marta Susana.
La concentración fue marcada por el dolor, pero también reclamaron por un cambio. Para ello leyeron un comunicado dirigido a toda la comunidad. "A todos nos arrebataron algo, como lamentablemente nos vienen arrebatando en los últimos tiempos. Es hora de que todos hagamos algo, por Susana, por Claudia, por su mamá, y por todas aquellas personas, mujeres y hombres a los cuales les arrebataron lo más importante que puede tener un ser, la vida", dice el mensaje.
En la explanada de la empresa estuvieron quienes eran compañeras de trabajo desde hace años de Susana, otros trabajadores que no la conocían, las autoridades de la empresa y un sacerdote. Se leyó el comunicado, hubo un minuto de silencio y se encendieron velas que fueron dejadas en la puerta. "Es una pérdida muy grande para todos nosotros. Susana era una persona llena de luz. En la marcha del miércoles estábamos todas. Esto nos deja un hueco enorme, con mucho dolor. Han venido todos sus compañeros", decía Claudia González, gerenta de capital humano de Aguas Mendocinas.

"Esto tiene que ser un punto de inflexión. No podemos seguir así; el Gobierno tiene que hacer algo porque de esto no se salva nadie", dijo uno de los compañeros de las mujeres asesinadas. En esa empresa estarán de luto, pero por ahora no habrá asueto.
"Todos podemos hacer algo y ser parte del cambio, todos podemos colaborar desde los hogares, desde las escuelas y desde el trabajo. Todos podemos hacer algo, todos podemos declararnos en contra de la violencia", expresaron en el comunicado. "Basta de ser observadores y tibios", cerraron.