Empleados judiciales denuncian que el nuevo edificio "es una trampa mortal"
La semana próxima se completaría la mudanza del Primer Juzgado Concursal desde el edificio de San Martin 322 al domicilio de Pedro Molina al 517 de Ciudad. El traslado, motivado por el riesgo edilicio, acrecentó el malestar porque el nuevo lugar no aseguraría condiciones laborales y no evitaría la congestión.

El traslado que se está realizando de los diferentes juzgados para descongestionar el Palacio Judicial, especialmente la dependencia ubicada en San Martín 322 de Ciudad, sigue despertando malestar. Esta vez, salieron los empleados del Primer Juzgados de Procesos Concursales a quejarse: aseguran que el edificio nuevo, ubicado en Pedro Molina al 517, es “una trampa mortal”.
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Las mudanzas de las diferentas oficinas judiciales comenzaron a finales de junio. Debido a un análisis realizado por técnicos del Poder Judicial y de la Universidad Nacional de Cuyo, el conocido y transitado edificio de calle San Martín arrojó riesgo edilicio por el abultado archivo de expedientes. Además del peso, sino que también la congestión de personas obligó a una readecuación de espacios.
Sin embargo, algunos empleados creen que el nuevo destino no es una mejor alternativa. Específicamente, quienes trabajan en el Primer Juzgado de Procesos Concursales están muy molestos y preocupados por su nuevo lugar de trabajo en Pedro Molina 517, donde ya están funcionando los otros dos juzgados, al parecer, con poco espacio y bastantes inconvenientes.
El edificio de calle Pedro Molina es otro domicilio que corresponde al Poder Judicial. Allí funcionaba el Cuerpo de Mediadores, que ahora está ubicado en La Pampa y Santa Cruz, y los Concursales pasaron a ocupar el inmueble de tres plantas. En la planta baja, el jueves 19 de agosto ya tendrían que empezar a acomodarse el juzgado restante para comenzar a trabajar a partir del lunes 23.
Según asegura el personal, al espacio “le faltan 17 metros lineales para ubicar las estanterías”. El dato no es menor porque según explican “una causa puede tener, por ejemplo, más de 100 expedientes, cada uno con un total de 250 fojas (hojas)”. Además del escaso espacio que queda para que el empleado pueda movilizarse, hay pocas salidas frente a una emergencia, especialmente, si se prioriza que Mendoza es una provincia sísmica.
“La Municipalidad de Capital tiene determinadas exigencias para la colocación de mesas en un bar: tiene que quedar determinada cantidad de metros cuadrados para que los comensales puedan sentarse más el espacio que debe ser tenido en cuenta para la circulación de otras personas. Sin embargo, en los espacios de trabajo no se exige lo mismo”, aseguraron desde la oficina judicial.
Asimismo, “las irregularidades no sólo son desde el ámbito municipal sino que también no hay un plan de contingencia para ese edificio –el de Pedro Molina- ya que todas las mesas de entrada tapan la salida de las oficinas: es una trampa mortal”, remarcaron los empleados quienes aseguran “que no se ofrecen condiciones dignas para el trabajador”.
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La situación fue corroborada por MDZ: mediante un escritorio que ocupa parte del pasillo se “cierra” la puerta de entrada de la oficina. Desde allí, el empleado que está al frente de la mesa de entrada realiza la atención a quienes asisten a los distintos juzgados. La mayoría de ellos son abogados, quienes ya han manifestado su enojo por el escaso espacio para poder realizar sus tareas.
“El traslado ya no se puede suspender”, señalaron los empleados pero no ahorraron críticas respecto de los cambios que está realizando el Poder Judicial: “Somos el juzgado con mayor número de causas en actividad y con menos espacio en el edificio” y agregaron: “Esto ha implicado gastos que refleja la mala administración de fondos que se realiza”.