Un testigo, amigo de Hunau, comprometió a Arduino
Se trata de Facundo Quiroga, quien dijo conocer a Arduino desde setiembre de 2004. También contó que la víctima le había manifestado que mantenía relaciones esporádicas con el actual imputado. El juicio continúa mañana a las 8.30.

Durante la segunda jornada del juicio por la muerte del comunicador social, Alejo Hunau, el testimonio más grave para la situación de Diego Fabián Arduino fue el de un amigo personal de la víctima, Ricardo Quiroga.
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Declaró que Hunau le presentó a Arduino en setiembre de 2004. “Una vez Alejo me dijo que fuese a su departamento, porque había conocido a alguien a quien no le tenía confianza y me pidió encarecidamente que yo fuese a verlo”, dijo el amigo.
Y agregó: “La primera impresión que me despertó Arduino, como estudiante de psicología social, fue que era una persona violenta, con características psicológicas anormales”.
Según Quiroga, la última vez que vio personalmente a Hunau fue el jueves anterior a su muerte, ocurrida el lunes 22 de noviembre, y el último contacto telefónico fue el domingo 21.
El amigo de Hunau afirmó que la víctima le tenía desconfianza a esta persona: “En algunas oportunidades discutieron. Él (por Hunau) lo veía como alguien violento. Muchas veces Arduino le hacía chistes sobre su sexualidad, que le caían mal. Pero a Alejo estas peleas le causaban gracia”.
El confesor de Hunau reiteró que cuando conoció a Arduino, éste se puso nervioso con su presencia. “No se quedaba quieto. Yo me tenía que ir, Diego Arduino no quería hablar mucho, pero cuando le dije que debía entrar a trabajar a Mal de Amores (un bar de la calle Arístides), él me dijo que también trabajaba por ahí”. Y recalcó: “Me aclaró que vendía ropa y perfumes en esa zona”.
Los dichos de Quiroga y los de Arduino, tampoco coincidieron en cómo se encontraron por primera vez la víctima y el sospechoso del crimen: “Se conocieron caminando, cuando Alejo salía de Subsecretaría Turismo volvía a su casa a pie. El encuentro fue entre San Martín y Garibaldi y Pedro Vargas y Colón".
Por último Quiroga recalcó que Hunau le había confesado que había mantenido relaciones sexuales con Arduino más de una vez. “Incluso, cuando yo lo conocí, me contó que habían estado juntos esa misma tarde”.
“En una oportunidad me dijo ‘este se ríe de los gays y él, de heterosexual no tiene nada”, remató el amigo.
Quiroga concluyó su relato y vinculó al detenido con el consumo de estupefacientes. Manifestó que Hunau en una ocasión le había dicho que Arduino consumía drogas y que había tenido problemas muy serios por adicción.
La tía del fallecido también brindó declaración. En su relato afirmó que: “luego de que se descubriera el cadáver de Alejo, esa misma noche, alguien me llamó y me dijo que había encontrado los documentos de mi sobrino en la puerta de su casa, en la calle Arístides de Villanueva. Yo estaba conmocionada, le comenté que el dueño de esa documentación había muerto y la persona del otro lado del teléfono pareció quedar paralizada”, informó.
Junto con la declaración de estos dos testigos también brindaron su testimonio Facundo Sosa, un amigo de la víctima; Paola Bressan, una compañera de trabajo de la víctima y Nilda Martínez, una vecina de Hunau.
El confesor de Hunau reiteró que cuando conoció a Arduino, éste se puso nervioso con su presencia. “No se quedaba quieto. Yo me tenía que ir, Diego Arduino no quería hablar mucho, pero cuando le dije que debía entrar a trabajar a Mal de Amores (un bar de la calle Arístides), él me dijo que también trabajaba por ahí”. Y recalcó: “Me aclaró que vendía ropa y perfumes en esa zona”.
Los dichos de Quiroga y los de Arduino, tampoco coincidieron en cómo se encontraron por primera vez la víctima y el sospechoso del crimen: “Se conocieron caminando, cuando Alejo salía de Subsecretaría Turismo volvía a su casa a pie. El encuentro fue entre San Martín y Garibaldi y Pedro Vargas y Colón".
Por último Quiroga recalcó que Hunau le había confesado que había mantenido relaciones sexuales con Arduino más de una vez. “Incluso, cuando yo lo conocí, me contó que habían estado juntos esa misma tarde”.
“En una oportunidad me dijo ‘este se ríe de los gays y él, de heterosexual no tiene nada”, remató el amigo.
Quiroga concluyó su relato y vinculó al detenido con el consumo de estupefacientes. Manifestó que Hunau en una ocasión le había dicho que Arduino consumía drogas y que había tenido problemas muy serios por adicción.
La tía del fallecido también brindó declaración. En su relato afirmó que: “luego de que se descubriera el cadáver de Alejo, esa misma noche, alguien me llamó y me dijo que había encontrado los documentos de mi sobrino en la puerta de su casa, en la calle Arístides de Villanueva. Yo estaba conmocionada, le comenté que el dueño de esa documentación había muerto y la persona del otro lado del teléfono pareció quedar paralizada”, informó.
Junto con la declaración de estos dos testigos también brindaron su testimonio Facundo Sosa, un amigo de la víctima; Paola Bressan, una compañera de trabajo de la víctima y Nilda Martínez, una vecina de Hunau.