Video: Tensión, desprecio y caras de odio en la familia real española

Ya lo dijo el Quijote y lo adoptamos todos como expresión popular. El dicho dice "En todas partes cuecen habas". Es que en todos lados y en todas las familias hay antipatías y hasta escándalos: las familias reales no escapan a ello. 

Puntualmente la familia del Rey Felipe de España, luego de protagonizar el tremendo problema público y la crisis que derivó en descubrimientos de actos ilegales y hasta condenas de parte de la justicia, quedó absolutamente afectada por una tensión que parece eterna. El enfrentamiento entre hermanos fue inevitable, y la enemistad entre cuñadas fue otra consecuencia: la tirantez entre la reina Letizia y la infanta Cristina -hermana de su esposo el rey Felipe- no disminuye.

El caso Nóos

El problema surgió cuando estalló el caso Nóos, allá por el 2010; ilícito en el que se vieron complicados la infanta Cristina, en ese entonces duquesa de Palma de Mallorca y su marido, Iñaki Urdangarin. Finalmente en el año 2017, Urdangarin fue encontrado culpable de malversación de fondos públicos y fraude fiscal a través de la Institución Nóos, cuyas riendas llevaba junto a su socio Diego Torres Pérez.

Actualmente tanto Torres Pérez como Urdangarin están presos. Cristina, que fue enjuiciada por el delito de fraude fiscal, resultó absuelta, pero tuvo que devolver un monto de más de 200 mil euros, consistente en un beneficio que había obtenido a través de su cónyuge.

En 2015, fue su propio hermano, el flamante rey Felipe de Borbón, quien le quitó el título de duquesa. La infanta Cristina e Iñaki ya habían sido corridos de todos los actos oficiales de la casa real.

A esas épocas se remonta el enfrentamiento de Cristina con su hermano Felipe y con Letizia Ortiz. Sin embargo, se sabe que entre hermanos puede haber enojos, discusiones, alejamientos y reconciliaciones. Es otro cantar lo que sucede con la relación de dos cuñadas. Particularmente el vínculo entre Cristina y Letizia se enfrió y nunca puedo volver a restaurarse.  

Malas caras y desaires en el funeral de la infanta Pilar

Hay que decir que últimamente estas dos mujeres solo se han topado en público asistiendo a funerales, y en todos se cuidaron de cruzarse. De hecho, ni siquiera se conectaron a través de la mirada.

Hace horas, los miembros de la realeza española se reunieron en la basílica de El Escorial en Madrid, para rendir respetos  a la infanta Pilar, fallecida el 8 de enero último, a los 83 años.

El rey Felipe y su esposa fueron esperados por los cinco hijos de la difunta hermana de Juan Carlos I: Fernando, Beltrán, Bruno, Juan y Simoneta Gómez-Acebo. Luego de esa recepción oficial, los monarcas de España entraron al templo para presidir la ceremonia.

Ya en el interior, saludaron a Juan Carlos y a Sofía. También se acercaron a la princesa Beatriz de Holanda, que estaba presente. En el momento del saludo entre Felipe y Beatriz, las infantas Cristina y Elena, que se encontraban al lado de la ex reina de los Países Bajos, siguieron a su hermano con la mirada.

Pero el momento más tenso llegó con el turno de Letizia. Elena miró a su cuñada y le dedicó una sonrisa sobria. Por el contrario, Cristina le dio vuelta la cara y solo miró hacia adelante, permaneciendo a propósito así, con la cara firme mirando el altar, a sabiendas que su cuñada estaba a centímetros, a su costado. Letizia no fue menos: no le prestó ni la más mínima atención, dedicándose solo a la invitada holandesa.