Vino sin alcohol, crisis y CIU obligatorio: qué dijo Vargas Arizu sobre los desafíos del sector vitivinícola
El ministro de la Producción dio su postura respecto a la actualidad de la vitivinicultura. Cómo está el mercado y la presión para que se mantenga obligatorio el Certificado de Ingreso de Uva (CIU).
El ministro Rodolfo Vargas Arizu Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
El ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, dio detalles este jueves respecto a los desafíos de la vitivinicultura en Mendoza, la situación actual del sector, la posibilidad de seguir incursionando con fuerza en el vino sin alcohol y la "necesidad" también de mantener el Certificado de Ingreso de Uva (CIU) en el futuro, que a partir del año que viene sería opcional, según las reformas que realizó el Gobierno Nacional al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Sin dudas, la principal preocupación de Vargas Arizu es el futuro del CIU, cuya obligatoriedad caerá por las reformas al INV que impulsa el ministro de Desregulación, Federico Sturzennegger.
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"Hasta hoy es obligatorio y queremos que siga obligatorio", afirmó el ministro a MDZ Radio, subrayando que el certificado es "esencial" para garantizar la calidad del vino argentino y proteger la propiedad de la uva de los productores. Según explicó, el CIU permite una identificación precisa del origen de las uvas, sus características y su calidad, algo crucial para el mercado internacional.
Según el ministro, permitir que el CIU sea opcional afectaría la trazabilidad de la uva y el vino, lo que podría tener consecuencias negativas para la seguridad jurídica de los productores y la competitividad de la industria.
Por otro lado, aclaró que el CIU no representa un costo para los productores ni para las bodegas, y destacó que la medida busca "garantizar la transparencia" en el sector sin generar cargas adicionales.
La "crisis" del sector vitivinícola y la oportunidad del vino sin alcohol
En cuanto a la situación económica de los productores, Vargas Arizu reconoció que la vitivinicultura atraviesa un momento difícil, pero destacó que no es algo nuevo.
"Desde que yo recuerdo, siempre he vivido en crisis", señaló, y mencionó que muchos productores han tenido que lidiar con vaivenes económicos a lo largo de los años. A pesar de las dificultades, el ministro resaltó que este año en Mendoza se han inaugurado siete nuevas bodegas.
Vargas Arizu también mencionó los efectos de la reducción del consumo de alcohol a nivel global, que ha afectado no solo al vino, sino a todas las bebidas alcohólicas. "El mercado internacional está en problemas. Claro, está en problema porque se está consumiendo menos alcohol", explicó.
El ministro subrayó la importancia de la exportación como una de las principales soluciones para enfrentar la crisis. "Lo que tenemos que incentivar es la exportación, hacia ahí tenemos que ir", afirmó, apuntando a los vinos a granel y el mosto como productos con alto potencial en los mercados internacionales.
Según Vargas Arizu, los vinos a granel argentinos son de una calidad superior a la de otros países productores y, gracias a su competitividad en precios, tienen un lugar destacado en el mercado global.
Además, señaló que las bodegas locales están adoptando nuevas estrategias para diversificar su oferta, como la producción de vino sin alcohol y vermouth, en respuesta a las nuevas tendencias de consumo.
"Hay que apuntar a bajar la graduación alcohólica y hacer también vino sin alcohol, que sigue siendo vino, porque vos tenés que elaborarlo y después le sacás el alcohol. Queda con el sabor muy parecido o igual", comentó.
En cuanto a la eficiencia en la producción, Vargas Arizu destacó que la inflación ha "cubierto muchos defectos" en la industria vitivinícola, pero que, con la bajada de la inflación, la eficiencia será un factor determinante para el éxito. "El negocio es el que lo hace bien", dijo, apuntando que aquellos productores que no logren adaptarse a los cambios en el mercado tendrán dificultades para mantenerse a flote.

