Un Milei de buenos modales sin reacción y Kicillof sin definir qué hará con Cristina y Máximo Kirchner
En estos momentos claves es donde se nota de qué están hechos los líderes. Javier Milei es un outsider que se condujo hasta acá sin ningún límite, pero la elección del domingo lo obliga a cambiar todo, fundamentalmente el plan económico, que castigó a un electorado que lo bancó todo lo que pudo. En cuanto a Kicillof, la victoria lo llenó de obligaciones. Está solo en la escena.

"Equipo que pierde no se toca", la lógica permanente de todos los gobiernos. Desde Macri hasta ahora.
Noticias ArgentinasNada originales, el Gobierno impulsó una nueva mesa política con los viejos integrantes y autorizó a armar lo propio en la Provincia de Buenos Aires, donde la imposición de un dogma y una campaña imposibilitó a varios de sus dirigentes originales a realizar una campaña mucho más acorde y abarcativa de la que tienen desde la Casa Rosada.
En Fuerza Patria, en cambio, lo único que trascendió es que ni Cristina ni Máximo Kirchner se comunicaron con Axel Kicillof, y que la única interacción que tuvieron el domingo a la noche, la del triunfo, fue cuando uno de los operadores de La Cámpora le acercó un pendrive con el discurso de la ex presidenta detenida en su domicilio.
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“Habrá que ver cómo siguen ellos… Si se acomodan, bien, pero nunca doblan”, le confió uno de los que estuvo en primera fila de la foto de familia triunfante tomada ayer en los festejos del gobernador. Estaban no solo los ganadores, sino los que habían certificado la constitución del Movimiento Derecho al Futuro. El único que se sumó fue Sergio Massa, aplaudido por Kicillof la semana pasada por haber trabajado por la unidad, aunque nunca quiso que la elección se realizara en esta fecha, antes de las elecciones nacionales.
Los dos espacios quedaron sorprendidos por los resultados. Unos por la aplastante victoria que consiguieron, descreída hasta hacía una semana por varios de sus protagonistas, y los otros por la derrota. ¿Cómo se puede hacer política desconociendo la realidad? Quizás los resultados de cómo está el país, la Provincia y muchos de los municipios, den respuestas mucho más directas.
Axel Kicillof y los dirigentes de Fuerza Patria celebrando la victoria
Qué pasó en La Libertad Avanza tras la derrota
La mesa provincial libertaria tendría poner pata para arriba la anterior construcción, basada en la omnipresencia de Sebastián Pareja, el armador indiscutido. Su palabra era regla y, quien se apartaba era pasible de un frío seco. Ni Diego Valenzuela ni José Luis Espert estuvieron en condiciones de buscar a sus viejos amigos para agrandar la propuesta provincial. Soledad Martínez y Ramón Lanús, los triunfantes intendentes de Vicente López y San Isidro, mucho menos. Todo era violeta o muerte.
Por eso es que a La Libertad Avanza se le fue el 25% de los votos que consiguió Milei en el ballotage bonaerense, tras conseguir un 24% en la primera vuelta y jamás pudieron recrear la sumatoria de los electores cosechados por Néstor Grindetti y Carolina Píparo en 2023, cuando juntos sumaron más que lo obtenido por Axel Kicillof.
La aparición de fuerzas originalmente aliadas como Potencia, de María Eugenia Talerico, destratada y burlada por Santiago Caputo al poner a su ex esposo, Paul Starc, en el lugar que ella pretendía, o la salida de más de veinte intendentes, entre radicales y del PRO, que terminaron armaron Hechos, con la familia Pasaglia, o Somos Buenos Aires, con escisiones claves en el interior bonaerense, detonaron en la estrepitosa derrota provincial.
Ayer, en La Nación +, con Paulino Rodríguez, el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, recordó cómo en un momento fue convocado para ser candidato a gobernador de La Libertad Avanza pero luego desistió porque no podía coincidir con las miradas destructivas de Pareja y Karina Milei. Es lo mismo que le sucedió a Joaquín De la Torre, triunfador en San Miguel con la lista encabezada por Héctor Calvente, despedido por Sandra Pettovelo por iniciativa de Leila Gianni, derrotada penosamente en La Matanza. Párrafo aparte, fue la pésima elección libertaria en ese distrito, la peor del conurbano.
“Tiene que haber un cambio de raíz. No pueden seguirle dando poder a peronchos disfrazados de libertarios”, describió uno de los tantos que quedaron marginados de todos los armados y mesas políticas.
Kicillof, en tanto, tiene todas las cartas en su poder. Los anchos, los siete, las negras y las viejas para el envido. Nunca tuvo que tomar una decisión tan trascendente. Emanciparse de una parte de sus aliados que seguirán pidiendo la libertad de Cristina y exigiendo condiciones que él ya demostró no está dispuesto a tolerar.