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Tras el golpe en Diputados, el Gobierno blinda el Presupuesto 2026 en el Senado

Con los gobernadores presionando y los mercados atentos, el Gobierno se enfoca en sancionar el Presupuesto 2026 sin sobresaltos en el Senado.

El Gobierno busca aprobar el Presupuesto 2026 en el Senado.

El Gobierno busca aprobar el Presupuesto 2026 en el Senado.

El Gobierno decidió reordenar sus prioridades y concentrar toda su energía en lograr la sanción definitiva del Presupuesto 2026 en el Senado antes de que termine el año.

La urgencia no es solo parlamentaria. En la antesala de un vencimiento de deuda por unos 4.200 millones de dólares previsto para el 9 de enero, el oficialismo entiende que aprobar el presupuesto es la señal mínima de estabilidad y gobernabilidad que reclaman los mercados.

Con ese objetivo, La Libertad Avanza resolvió no introducir cambios en el texto que llegó desde la Cámara de Diputados y avanzar en el Senado sin el capítulo XI que había sido eliminado en la votación en Diputados. Ese apartado incluía, entre otros puntos sensibles, la derogación de las leyes de financiamiento universitario y de servicios de discapacidad, ambas vetadas por el Presidente y luego insistidas por el Congreso.

La consigna, por ahora, es evitar cualquier movimiento que obligue a reabrir el texto presupuestario y lo devuelva a Diputados, donde los tiempos ya juegan en contra.

Cuándo sesionará el Senado

El Senado fue convocado a sesionar el próximo 26 de diciembre y la intención es cerrar ese mismo día la sanción del Presupuesto. En el oficialismo saben que cualquier modificación implicaría un regreso a Diputados, que solo tendría los días 29 y 30 para tratarlo. Un escenario de alto riesgo ya que si el trámite se empantana, el Gobierno quedaría forzado a reconducir el presupuesto vigente por tercera vez consecutiva.

El problema no se limita al calendario. Una nueva prórroga presupuestaria también complicaría la agenda de reformas que el Ejecutivo pretende empujar en 2026. Los gobernadores ya dejaron en claro que su prioridad absoluta es contar con un presupuesto aprobado que garantice previsibilidad en los recursos para las provincias. Recién después, advierten, se discutirá el resto del paquete legislativo, incluida la modernización laboral.

El revés en Diputados

Tras el traspié sufrido en Diputados, donde el oficialismo perdió el capítulo XI por apenas seis votos luego de sobreestimar su peso como primera minoría, el clima interno cambió. Con un enfoque más pragmático, tanto Patricia Bullrich como Martín Menem coinciden en que lo más conveniente es blindar el texto tal como está y evitar una nueva exposición a derrotas parlamentarias.

La decisión también responde a una advertencia concreta de los aliados. La UCR ya comunicó que no acompañará el Presupuesto si el oficialismo insiste en reintroducir el capítulo eliminado. Sin mayoría propia en el Senado, Bullrich sabe que depende de esos votos para aprobar la ley y que cualquier gesto de intransigencia puede hacer naufragar la sesión.

Las cartas de UxP y la agenda del Gobierno

Eso no impide que la oposición intente jugar sus cartas. El bloque de Unión por la Patria buscará construir mayorías para rechazar algunos artíuculos, fundamentalmente el artículo 30, que elimina pisos mínimos de financiamiento para áreas sensibles como educación, ciencia y tecnología, educación técnica y el Fondo Nacional de la Defensa.

El golpe en la Cámara de Diputados obligó al Gobierno a recalcular su agenda. Bullrich tuvo que resignar su objetivo de aprobar la reforma de modernización laboral antes de fin de año. Sin el Presupuesto asegurado, resultaba inviable acelerar una ley de alto costo político.

Aun así, la jefa del bloque libertario logró garantizar el dictamen y planea llevar el proyecto al recinto en febrero, tras una convocatoria a sesiones extraordinarias que deberá firmar el Presidente. Esta vez, con una premisa asumida: en minoría, negociar es inevitable.