Restricciones al voto en Mendoza: distancia, falta de servicios y problemas para acceder a ese derecho
Muchos ciudadanos ven restringido su derecho al voto por la distancia con las escuelas en las que están empadronados. Localidades de Lavalle, Luján, San Martín y Malargüe, entre los más afectados. Las opiniones.
Vecinos de Luján esperan el colectivo para ir a votar lejos de su casa.
Marcos Garcia / MDZHay elecciones, pero la escuela Carlos Masoero, de La Pega, en Lavalle, está cerrada; igual que la escuela Francisco Árias. Por eso, los vecinos de esa localidad no pueden votar en su distrito y deben viajar al menos 14 kilómetros hasta Villa Tulumaya, la villa cabecera del departamento. En bicicleta, auto, moto o en colectivo, los ciudadanos de La Pega tienen una rutina política distinta a lo convencional porque ese traslado les implica una logística diferente.
En el Este de la Provincia ocurre algo similar. Los ciudadanos de Ingeniero Giagnoni pasan por la puerta de las dos escuelas del distrito, que también están cerradas, y para poder votar deben viajar hasta San Martín, donde están empadronados la mayoría de los ciudadanos. Para ellos la dificultad es mayor, porque no hay colectivos directos. “Dependo de una amiga que me lleve", explicó una vecina.
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Más cerca del área metropolitana hay realidades similares. David Díaz Gascogne de Las Compuertas, en Luján, aún figura como rural y tiene una sola mesa disponible. Pero está rodeada de barrios nuevos y loteos. Los habitantes del lugar tienen que trasladarse para votar. "Me tengo que tomar un micro para ir a votar cuando tengo una escuela a la que podría ir caminando. Vivo hace más de 20 años acá y deberíamos tener el mismo derechos que los vecinos de Cacheuta, que son los únicos que votan en la escuela de la zona. Es injusto para nosotros", explicó una vecina a MDZ. Esa zona está dentro de las áreas que fueron parte del conflicto con Las Heras. La Corte le otorgó la jurisdicción a Luján y es una zona muy poblada, pero con pocos servicios. Hay una sola escuela y una sola mesa habilitada.
En pleno 2025 el acceso al voto no es igualitario el Mendoza. Muchas localidades quedaron al margen en la distribución de escuelas y mesas y para poder ejercer su derecho dependen del acceso a transporte. Esa realidad es diferente a lo que pasa en los núcleos urbanos del Gran Mendoza, donde se sumaron escuelas para facilitar el voto.
Hay, incluso, casos extremos. En Malargüe, por ejemplo, los habitantes de las zonas inhóspitas del extremo Sur tienen ese derecho restringido. “Antes los partidos ponían alguna movilidad, pero ahora ni eso. Hay muchos problemas por las distancias, pero además por la actividad que realizan muchos de los habitantes del departamento”, explica Gabriel Jofré, de la comunidad Identidad Territorial Malalweche. En ese sentido, los crianceros están en una etapa clave de su tarea: las chivas están en época de parición y por eso muchas familias que se dedican a la ganadería extensiva están en los puestos de primavera y no podrán votar. "En los últimos tiempo cada vez se le da menos importancia al voto de ellos. Desde hace algunos años empezó a haber más dificultad. Antes los partidos políticos ponían sus transportes. Ahora no está eso, pero tampoco hay transporte público. Hay zonas que están a 100 kilómetros hacia la cordillera donde hay transporte cada 15 días. también hay problemas con los empadronamientos, porque muchas veces para hacer algún trámite se ponen algún domicilio en la Ciudad de Malargüe y no donde viven. Hemos propuesto alternativas, pero no se resolvió nada", dice Jofré.
Restricciones
Las elecciones representaron un desafío para los ciudadanos de Lavalle por las dificultades para poder ejercer ese derecho. Es que quienes viven en los distritos departamentales tienen que recorrer grandes distancias para poder votar, aún a pesar que tienen escuelas a sus alrededores. El problema es que permanecen cerradas. Este escenario se complejiza aún más ya que hay muchas familias que deben viajar en transporte público, lo que representa un tiempo excesivo para asistir a las escuelas, pues las frecuencia son como cualquier domingo, es decir con esperas de al menos 40 minutos.
En el caso de los micros de larga y media distancia para obtener la gratuidad los ciudadanos debían ir hasta la terminal, que está ubicada en Villa Tulumaya, a pedir el pasaje de ida y vuelta. Y debían hacerlo hasta el sábado a las 13. No todos pudieron hacerlo porque, justamente, hacer el trámite ya implicaba un gasto extra. Vale recordar que entre semana en algunas localidades, como Las Violetas o El Vergel, disponen de 4 micros al día y el día de la elección solo de dos. Esto representa el gasto de al menos 3 mil pesos por persona para ir y volver a votar.
Los ciudadanos de La Pega deben viajar 13 kilómetros para votar. Los de San Francisco 16 kilómetros, los de Las Violetas 14, los de Alto del Olvido 9, los de El Chilcal 6,3 y los de El Vergel 8 kilómetros. Al haber pocas escuelas habilitadas, las filas para votar son largas. Se suma a ello algunas dificultades por el nuevo sistema con dos boletas únicas y dos urnas.
“Las comunidades de Asunción, San José, Laguna del Rosario, El Cavadito, tienen que votar en la escuela de San José. Y eso ya es toda una dificultad y una logística especial, porque implica que tienen que organizarse para que personas que vienen de distintas localidades y aparte localidades muy retiradas tengan que llegar a votar”, dijo una vecina de La Asunción. “Las personas tienen que saber a qué hora ir a votar. En mi caso me voy a quedar a la casa de mis papás y tengo que estar atenta a la hora que sale el colectivo para poder tomármelo y de ahí ir hasta, en mi caso, son 30 kilómetros hasta San José para ir a votar.. Muchas veces vienen vecinos de distintos lugares, a caballo, en moto, en vehículos, dejan ahí y de ahí se trasladan para ir a votar”, agregó.
Las personas de Alto del Olvido y alrededores que no cuentan con movilidad propia, se trasladan caminando hasta algunas zonas pobladas donde los partidos políticos los llevan y los traen. Una particularidad “folclórica” de esa dinámica es que poder identificar éstos vehículos usan una imagen en el parabrisas. En las elecciones 2025 usaban un corazón.
En el Este provincial las historias son similares. Es lo que les ocurre a los habitantes de Ingeniero Giagnoni. Aunque hay dos escuelas en el distrito, sus ciudadanos votan en zonas alejadas. “Vivo en Ingeniero Giagnoni, tengo que hacer 7 kilómetros para ir a votar. Voto gracias a una amiga que me lleva. Si no, tendría que hacerlo con la movilidad de algún partido o con algún colectivo que pasa cada una hora, hora y media. Hay un colegio privado y otro público cerca de mi casa donde se podría votar”, explicó una de las vecinas consultadas por MDZ. El distrito es compartido entre dos departamentos y esa realidad complica aún más la ecuación.
En las zonas más alejadas el acceso al derecho del voto es aún más complejo. "Lo que hay que tener en cuenta en octubre es que están en plena parición. Hay gente que no va a votar. Alguna vez planteamos a la Cámara Nacional Electoral algunas opciones de urnas móviles u otra forma. Pero no se hizo. Es una privación al derecho. Planteamos que haya un sistema de movilidad o de acceso. Siempre corre detrás de esto la posible manipulación. Hacia el Sur de la Ciudad de Malargüe, hay gente que se va a dar la parición en los puestos de primavera, que son intermedios, donde nacen los chivitos. Es cuando más gente se necesita y no van a votar. Por eso planteamos lo de las urnas móviles. Hoy se podría hacer con toda la tecnología que hay disponible. Hay que recordar que mucha gente viene muy poco o en toda su vida viaja una o dos veces a la Ciudad", aseguró Gabriel Jofré.
Así viajan a votar en el secano de Lavelle
Por: Victoria Fierro, equipo del IES 9-024 de Lavalle y Pablo Icardi



