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Quién fue Juan Manuel Abal Medina, el dirigente que trajo a Juan Domingo Perón del exilio

Juan Manuel Abal medina murió este lunes a los 80 años. Una vida al lado de Perón y el trabajo para su regreso a la Argentina.

La historia de Juan Manuel Abal Medina no puede contarse sin Juan Domingo Perón.

La historia de Juan Manuel Abal Medina no puede contarse sin Juan Domingo Perón.

Juan Manuel Abal Medina murió hoy a los 80 años en Buenos Aires. Abogado, dirigente político y pieza clave del peronismo en los años setenta, fue el secretario general del Partido Justicialista durante el tramo decisivo del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina.

Hombre de confianza del líder en el exilio, protagonizó algunos de los momentos más delicados y trascendentes del movimiento justicialista, marcados por la tensión entre las distintas corrientes internas.

Había nacido el 1 de marzo de 1945 en la ciudad de Buenos Aires. Se formó como abogado en la Universidad del Salvador y se acercó al peronismo a fines de los años sesenta, en un contexto de proscripción y radicalización política. En 1972, con apenas 27 años, Perón lo eligió como secretario general del Movimiento Justicialista, lo que lo convirtió en uno de los hombres más poderosos del armado político que preparó el regreso del general tras 17 años de exilio.

El rol de Juan Manuel Abal Medina en el regreso de Perón

Desde esa posición, Abal Medina fue clave en la firma del acuerdo de unidad del peronismo conocido como la “Carta de Madrid” y en la construcción del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), que llevaría a Héctor Cámpora a la presidencia en 1973. Supo moverse entre sectores antagónicos: desde la juventud peronista, que lo consideraba un interlocutor válido, hasta las líneas sindicales y conservadoras que acompañaban a Perón.

Su hermano menor, Fernando Abal Medina, fue uno de los fundadores de la organización Montoneros y murió en un enfrentamiento con fuerzas de seguridad en 1970, lo que marcó un punto de inflexión en la vida personal y política del dirigente.

La interna feroz del justicialismo también lo alcanzó. Tras la asunción de Perón como presidente, Abal Medina fue desplazado de la conducción partidaria, enfrentado con el entorno de José López Rega. En 1974 fue nombrado embajador argentino en México, pero el cargo fue breve. Luego del golpe militar de 1976, se exilió en ese país, donde permaneció hasta el retorno democrático.

Un legado peronista y una familia marcada por la política

Durante los años '80 y '90, mantuvo un perfil bajo, aunque nunca se desvinculó del todo del peronismo. En la última década, su apellido volvió a tener protagonismo con la figura de su hijo, Juan Manuel Abal Medina (hijo), quien fue jefe de Gabinete durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

La historia del peronismo no puede contarse sin su nombre. Fue protagonista silencioso y eficaz de una etapa convulsionada, en la que la unidad del movimiento pareció posible. Hoy, con su muerte, se va también un testigo privilegiado de los años más intensos del regreso de Perón.