Por una deuda, restringen el abastecimiento de plantas potabilizadoras de agua
Por la deuda que arrastra Aysam con Irrigación, los inspectores de cauce restringieron temporalmente el agua que entregan a las plantas. Acordaron una tregua, pero el problema podría agudizarse.
Esta semana ocurrió un hecho inédito y que esconde un largo conflicto por el manejo del agua: por una deuda, Irrigación le “cerró parcialmente el grifo” de agua para potabilizar a Aguas Mendocinas y a la Municipalidad de Luján. La restricción fue temporal y no hubo desabastecimiento, pero sí complicó la acumulación de reservas en las plantas, cuestión que puede afectar la calidad del servicio por baja presión.
Si el conflicto sigue, sí puede haber más complicaciones.
El corte lo ejecutó la Asociación de Inspectores de Cauce de la primera zona del Río Mendoza, que administra el agua que abastece a las plantas. Luego del corte, que se mantuvo desde las 9.30 de ayer y hasta las 15.30 aproximadamente, se acordó una tregua de 10 días para negociar el pago de la deuda. Si no hay avances, puede haber nuevos cortes.
La deuda que mantiene Aysam supera los 45 Millones de pesos. De ese monto, una parte es de la casa central de Irrigación y la otra para las asociaciones de regantes. La Municipalidad de Luján también arrastra una deuda millonaria como operador de agua.
El conflicto no es nuevo, pero se agudizó. La empresa estatal de agua y saneamiento nunca llegó a estar al día con su principal proveedor, que es Irrigación. Hasta ahora se habían negociado planes de pago, compensaciones y otras formas de acuerdo. Pero la relación se rompió. El problema es que el insumo en cuestión es básico: el agua.
Irrigación tiene el “gobierno” del agua, a través de un complejo entramado administrativo y político. La casa madre del DGI es el mayorista del agua. Luego son los inspectores de causa y sus Asociaciones las que controlan el abastecimiento. El corte de agua se produjo en el cauce “El Jarillal” que lleva agua a la planta Alto Godoy, la más grande de Mendoza y ubicada en el Parque General San Martín.
Desde Irrigación no desconocen el problema, pero buscan mediar para evitar que haya cortes. Por eso, por ejemplo, una de las medidas extremas y alternativas que se analizan es el embargo de las cuentas. Esa herramienta está en manos del DGI.
Del otro lado está la situación de la empresa proveedora de agua potable, que tiene desequilibrios financieros desde que fue creada y sigue dependiendo de los aportes estatales. “Los regantes están subsidiando a la empresa de agua. Si no pagan, las inspecciones no tienen los recursos para el mantenimiento de los cauces y obras”, se quejan desde las asociaciones.
Si vuelve a ocurrir, la restricción del abastecimiento de agua "cruda" para las plantas podría afectar con baja presión a zonas del Gran Mendoza. Particularmente Las Heras. En el Gobierno especulan, incluso, que puede haber alguna intencionalidad política detrás de las restricciones.