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Mientras el mundo explota, Cristina intenta una epopeya que no tiene salida

El ataque de EE.UU. a Irán cambia el ritmo de la guerra con Israel y deja al mundo en suspenso. En Argentina la realidad para por el desafío de Cristina a la Justicia y un peronismo que no sabe cómo zafar.

Mientras el mundo explota, el kirchnerismo pasa sus días pensando en un futuro que no existe para Cristina Fernández de Kirchner y el peronismo.

Mientras el mundo explota, "el kirchnerismo pasa sus días pensando en un futuro que no existe para Cristina Fernández de Kirchner y el peronismo".

NA

El mundo entró ayer en una nueva etapa de peligro. Donald Trump no solo ordenó atacar tres instalaciones nucleares iraníes, sino que, además, el propio presidente estadounidense lo anunció como parte de su estrategia para Medio Oriente en un mensaje con destinatarios múltiples.

Si la guerra entre Israel e Irán corre el riesgo ahora de convertirse en un conflicto global, solo puede confirmarlo la futura marcha de las negociaciones y la verdadera situación interna del debilitado gobierno de Teherán. Nada es seguro por estas horas.

Trump anunció primero por sus redes el bombardeo a las tres instalaciones de Irán y luego lo hizo en una conferencia formal en la Casa Blanca, con la misma puesta en escena que había utilizado Barack Obama en su momento para anunciar que se había acabado con la vida de Osama Bin Laden.

En Washington nada es improvisado, ni siquiera en medio de algunos tormentosos días que protagoniza la administración Trump. Así Estados Unidos entró abiertamente en el conflicto, pero con limitaciones. En el mensaje de Trump se dejó bien en claro, junto las felicitaciones a los militares que llevaron adelante la operación, que los aviones que bombardearon territorio iraní ya habían salido del espacio aéreo de ese país.

Y hubo más: desde la Casa Blanca se dijo luego que esperaba no necesitar más ataques. Mientras tanto Israel, que estuvo siempre al tanto del avance de la operación, realizaba ataques con misiles a objetivos clave en bases de Irán.

La respuesta ahora la tiene Irán que vino negociando en reuniones, no todas reconocidas oficialmente, un alto el fuego y condiciones para el fin del conflicto, a pesar de los llamados a la guerra y la venganza que se escuchan en dirigentes y religiosos en Teherán.

Los mensajes de Donald Trump con los bombardeos a Irán

La decisión de Trump, quien había distraído al mundo afirmando que se iba a tomar dos semanas para analizar el camino a seguir, sirvió para enviar dos mensajes evidentes. El primero, obviamente, a Irán sobre la determinación de Washington de mantener su alianza con Israel y el mantenimiento de la provisión de material bélico, como amenaza para forzar si no una paz, al menos una tregua que descomprima la guerra.

Y existe también un mensaje claro de Trump a Benjamín Netanyahu para que encauce el conflicto hacia una solución en el corto plazo. Las amenazas de Irán de cortar el paso por el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20 % del petróleo del mundo y la suba del crudo de estas semanas no son el único problema que tienen EE.UU. por delante con este conflicto. Trump necesita despejar el escenario de aliados que lo comprometan para poder avanzar en su estrategia hacia Europa y la guerra entre Rusia y Ucrania.

El impacto en la Argentina

Todo ese escenario no es extraño a la Argentina, todo lo contrario. La política local, y en especial el kirchnerismo, puede tener la intención de entretenerse mientras se mira en ombligo y obvia, una vez más, la realidad mundial.

Nada más lejos. Argentina ha sido un objetivo de primer nivel del terrorismo internacional. Hasta el ataque al Trade World Center en Nueva York, los atentados a la Embajada de Israel y a la sede de la AMIA habían sido los mas grandes y sangrientos perpetrados por el terrorismo islámico en todo el territorio americano.

Los ecos de esos asesinatos no resueltos totalmente siguen hasta estos días. La Corte Suprema argentina ha sentenciado que agente y funcionarios iraníes fueron partícipes necesarios en esos atentados. Hace poco un fiscal identificó al ayatola Alí Khamenei, actual lider supremo de Irán, como uno de los acusados por el atentado a la AMIA.

Por si faltan evidencias, Ahmad Vahidi, nombrado provisoriamente jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán ante la muerte del jefe anterior en medio de la guerra con Israel, está acusado en Argentina de ser el autor ideológico de la muerte de los 85 argentinos en el atentado a la AMIA.

La relación con el kirchnerismo

Mientras todo esto sucede, el kirchnerismo pasa sus días pensando en un futuro que no existe para Cristina Fernández de Kirchner y el peronismo en la forma de zafar al compromiso público, pero sin foto, que le hizo a la expresidenta en medio de su condena a seis años e inhabilitación perpetua por la corrupción en la causa Vialidad.

Cristina, que además por si hace falta recordar, tuvo participación directa en el vergonzoso Memorándum con Irán, votado también en el Congreso por el peronismo, abraza por estos días la idea de reforzar una estrategia de romantización de su condena, intentando convertirla en una epopeya que muestre algún camino de salida en el futuro. Es decir, mantener la centralidad que le dio la condena confirmada con la Corte Suprema y que la política le había esmerilado y poder definir desde el encierro de su departamento las listas para septiembre en Buenos Aires y octubre en casi todo el país.

El kirchnerismo se ha hecho especialista en sus cuatro mandatos en dibujar realidades detrás de epopeyas inventadas con poco de contenido y mucho de forma. Esta vez no es una excepción: ya contrataron al consultor brasileño Otavio Antunes para que dirija este intento de mostrar como un éxito lo que es una condena. Antunes hizo una tarea similar para Luis Inacio Lula Da Silva cuando el presidente de Brasil fue preso por corrupción.

Quizás por estos días Antunes este tomando la debida dimensión del trabajo que tiene por delante: Lula fue acusado por la compra de un departamento en Guarujá y condenado en medio del Lava Jato. A Cristina deberá esconderle una sentencia por uno de los casos de corrupción más grandes de la historia y que, además, tiene el contenido de ser solo la primera causa ya que vienen marchando el resto de las acusaciones contra la expresidenta, algunos mucho más graves que Vialidad.

Operativo clamor

Este fin de semana comenzó a lanzarse públicamente un operativo clamor por el indulto a Cristina. Mariano Recalde fue uno de los que lo mencionó como requisito esencial para un futuro gobierno peronista. La pregunta que queda flotando es comprometedora: ¿qué peronista se animará a hacer campaña para el 2027 prometiendo como medida esencial en su plataforma electoral el indulto a Cristina Fernández de Kirchner? Al menos suena extraño.

No parece hoy que haya otro camino para la liberación de la expresidente y más para su rehabilitación política. En estos días, la Argentina presencia un vergonzoso juego entre Cristina y la justicia, en especial el juez de ejecución penal del Tribunal Oral Federal (TOF) N° 2, Jorge Gorini, sobre las condiciones de su detención domiciliaria.

Mientras Cristina discute vía escritos de qué manera puede usar su balcón, el kirchnerismo multiplica actos donde se escucha su voz como un espíritu que habla desde el panteón de la militancia excelsa, cuando en realidad se trata de la voz de una presa por corrupción a la que se concedió el privilegio de dormir cómoda en su cama y no en una celda como cualquier hijo de vecino, el peronismo busca con desesperación como salir de este embrollo que volvió a poner a Cristina en escena.

La interna

Axel Kicillof está en el centro de esa escena. Los gobernadores peronistas apoyaron a la expresidenta en su desgracia pero no le prestaron la foto para el acto en la Plaza de Mayo. Por estos días intentan resistir como sea el poder de la lapicera de Cristina. Si antes no la querían, porque los gobernadores salvo excepciones nunca tuvieron amor verdadero con los Kirchner, ahora deben soportarla en su desgracia pero por un tiempo que no parece demasiado largo. Dejar a La Cámpora afuera de las listas parece hoy el objetivo.

Kircillof pelea una batalla parecida en Buenos Aires donde esta comprometido con la exjefa pero debe armar no solo la Tercera Sección para las elecciones y son muchos los intendentes que lo presionan para que no afloje.

El increíble juego de las condiciones de una prisión domiciliaria de Cristina y el desafío diario a la Justicia seducen los kirchneristas más duros, pero complican al peronismo de verdad. Mas cuando cada día queda más en evidencia que los caprichos carcelarios de Cristina Fernández de Kirchner demuestran que algunos “son más iguales que otros ante la ley”.

Graciosamente esa frase, que viene de la "Rebelión en la Granja" de George Orwell, dibujó una crítica violenta a un sistema social que mientras proclamaba la igualdad en los papeles, mantenía privilegios para una clase. La metáfora que le hubiera venido a medida a Cristina para cualquiera de sus discursos presidenciales, hoy le estalla en la cara casi como una burla del destino.