María Luján Rey sobre la condena de CFK por Vialidad: "La Tragedia de Once fue un vuelto para ella"
La exdiputada y madre de una víctima del accidente ferroviario del 2012 analizó el panorama del país tras la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad.

María Luján Rey, docente y exdiputada nacional.
Agustin Tubio / MDZMaría Luján Rey ve la corrupción en las obras que no se realizan, en el hospital municipal que no tiene insumos y en un tren que choca en una estación por negligencia del Estado. La docente y exdiputada nacional del PRO recordó la Tragedia de Once y, en una entrevista con MDZ, analizó el panorama actual del país tras la ratificación de la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad.
Parte de su lucha comenzó en aquel accidente ferroviario del 2012 en el que perdió a su hijo, y se logró un fallo histórico. "En tan solo 3 años se tenía ya condenados a quienes, por ese entonces, eran casi intocables. Y más tarde también condenamos a Julio de Vido", explicó. Según dijo, se deben respetar las decisiones de la Justicia, y repudiar aún más la corrupción en todos sus aspectos.
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Sobre el fallo en el caso Vialidad, en el cual se condenó por tercera vez a la expresidente en un largo juicio, Rey añadió: "Nosotros nunca pudimos probar una conexión entre la Tragedia de Once y una responsabilidad penal por parte de Cristina Fernández de Kirchner, pero sí sabíamos que había una responsabilidad política, ella era la jefa de quienes después fueron condenados, y no podrían haber hecho el desfalco que hicieron al Estado sin el conocimiento y la anuencia de la señora".
- Según tu perspectiva y tu experiencia. ¿Qué es la corrupción? Una palabra que hoy por hoy está resonando mucho en el país.
- La corrupción la escuchamos y muchas veces pensamos que es algo abstracto o lejano. Es un delito que mata. Muchos creen que les es ajeno, que no va a tener implicancias o incidencias en la vida cotidiana, pero la realidad es que nos afecta a todos: cuando vamos a un hospital donde no hay insumos, una ruta no está hecha y ocurren siniestros viales, cuando una ciudad se inunda porque no se hicieron obras, cuando un tren choca porque no tenía mantenimiento, cuando no te dan las vacunas porque alguien se las roba o se puso primero en la fila. Atrás tiene muerte, sufrimiento y nos atraviesa. La corrupción no elige a quiénes, no depende de a quién votaste. Cuando un tren choca y mueren 52 personas, como fue el caso de la Tragedia de Once, no se le preguntó primero a quién votaron o a quién iban a votar. Es necesario que los actos de corrupción no queden impunes.
- ¿Te parece justa la condena que recibió Cristina Fernández de Kirchner, más el arresto domiciliario y la tobillera?
- Sí, creo que se ha hecho justicia. Creo que se dieron todas las garantías que prevé la ley para que la señora se defienda. Creo que fue una causa que llevó muchos años, son 17 años, ojalá nuestra justicia tuviera otros tiempos. Pero finalmente llegó. La prisión domiciliaria es un beneficio que prevé la ley de ejecución de pena, la 24.660, es el juez el que tiene la atribución de otorgarla o no, no hay una obligación, sino que se evalúa y en este caso el doctor Gorini consideró que podía cumplir su arresto en prisión domiciliaria. Yo soy muy respetuosa de los fallos judiciales, me gusten o no. A la Justicia hay que respetarla, es quien nos pone en un pie de igualdad.
- ¿Estás conforme entonces con cómo falló la justicia también con la Tragedia de Once?
- Sí, nosotros en la Tragedia de Once tuvimos un fallo histórico, inédito por los tiempos fue la primer causa que en tan solo 3 años tenía ya condenados a quienes, por ese entonces, eran casi intocables. Eran parte del poder político y económico: Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi, finalmente años más tarde también condenamos a Julio de Vido. Estos personajes tenían muchas causas, ninguna avanzaba. Fuimos nosotros, entiendo, que a de Vido lo llevamos a los tribunales aún teniendo los fueros de diputado nacional y logramos la condena. Hemos logrado la condena de 26 procesados en el primer juicio, han ido a prisión, muchos ya cumplieron su pena y hay quienes hoy están gozando también del beneficio de la domiciliaria; también quienes se les han denegado, como en el caso de Ricardo Jaime, que tiene como juez de ejecución al doctor Gorini, como hoy Cristina Kirchner, y le denegó a Ricardo Jaime la domiciliaria. Tuvimos una sentencia condenatoria histórica por las personas y por los tiempos. Creo que nos falta mucho y hay que reformar, por ejemplo, para que los funcionarios públicos tengan una escala penal mayor que la que cualquier ciudadano. Que no puede ser lo mismo matar una persona que matar 52, y también que los delitos cometidos por funcionarios públicos deben ser imprescriptibles.
- O sea, ¿por su nivel de poder tendrían que tener otras consecuencias?
- Por eso y porque al funcionario público se le deposita la confianza ciudadana, entonces, además de cometer un delito está defraudando esa confianza que el pueblo le dio. Nadie es funcionario público por obligación. El hecho de que lo utilice para delinquir debe ser penado con una escala penal mayor que la de cualquier otro ciudadano. Cuando nosotros veíamos que Claudio Cirigliano, el empresario a cargo de los trenes del Sarmiento, recibía apenas iguales a las de Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, que eran secretarios de Estado. El empresario es un privado y yo sobre el privado no tengo ningún control, ni como ciudadana común, ni tengo por qué confiar; pero yo me subo a un tren porque hay un Estado que me tiene que garantizar y que tiene que controlar la responsabilidad. Yo mi confianza se la pongo al Estado nacional, después él concesiona el tren, pero yo entiendo que va a controlar que ese concesionario esté cuidando los trenes, que yo pueda viajar bien y segura. La responsabilidad mayor está sobre quienes ejercían la función pública. Cirigliano no podría haber robado si los ministros no se lo hubieran permitido.
- Resalto esto que dijiste, que lograron condenar gente que en ese entonces era intocable. Yo creo que Cristina hasta hace unos meses atrás era una persona intocable. ¿La Tragedia de Once o la causa Vialidad sentaron precedentes para que la Justicia empiece a actuar un poco más rápido y eficaz?
- Ojalá. Yo creo que en la Tragedia de Once la Justicia nos demostró que cuando quiere, puede. El juez Bonadio, que fue el juez de instrucción, revisó desde la fecha de la tragedia, que fue el 22 de febrero del 2012, 10 años para atrás y en menos de 1 año logró imputar a 29 personas y reunir las pruebas para elevar la causa juicio oral. Se pudo llevar adelante el juicio oral entre el 2014 y el 2015. Entiendo también que en eso nos debemos reformas que, de hecho, en mi paso por la Cámara de Diputados he logrado la media sanción por unanimidad de un proyecto donde se le ponen tiempos a la Cámara de Casación para que revise los fallos.
- Me acuerdo.
- Creo que habría que avanzar sobre eso, con uno igual para la Corte, para quitarle esta sensación que a veces se tiene de una justicia tiempista, que se especule con los tiempos del contexto electoral o lo que fuere. Deberían tener plazos estipulados, como tienen todos los proceso judicial. Es justo para todas las partes, incluido para quienes son condenados y por ahí no se ratifica la pena, quedan en un limbo y nunca se termina de definir su situación. Es bueno para las víctimas, es bueno para la sociedad y es bueno inclusive para quienes han cometido un delito que en algún momento se cierre. Creo que la Justicia demostró que se puede en la tragedia. La causa de Vialidad llevó muchos años, más de lo que uno esperaría, pero entiendo que vienen muchas otras causas también que va a tener que afrontar la señora condenada, que van a empezar a desarrollarse, como también sé que ha sido sobreseída de manera express en algunas otras causas, como la de enriquecimiento ilícito, que en muy poco tiempo resolvieron absolverla. Es la misma justicia, hay que ser respetuosos y lo que no nos gusta trabajemos para cambiarlo.
- Con todo el antecedente que tiene tu familia y vos, ¿Cómo se tomaron la ratificación de la condena Cristina y su arresto?
- Junto con el resto de los familiares entendimos que se hacía justicia. Nosotros nunca pudimos probar una conexión entre la Tragedia de Once y una responsabilidad penal por parte de Cristina Fernández de Kirchner, pero sí sabíamos que había una responsabilidad política, ella era la jefa de quienes después fueron condenados. No podrían haber hecho el desfalco que hicieron al Estado sin el conocimiento y la anuencia de la señora. Después también al ver las causas como la de Vialidad, la de Hotesur, la de los cuadernos, entendimos que el robo que hicieron Jaime Esquivel y los Cirigliano en los trenes era como un kiosquito, era un vuelto. No era una preocupación para la señora porque ella tenía negocios mucho más jugosos. Pero la ratificación por parte de la Corte Suprema fue un acto de justicia, siempre que se hace justicia, el país es un poco mejor.
- Fuiste diputada por la provincia de Buenos Aires, ahí es donde naciste, donde vivís. ¿Hay corrupción en el territorio bonaerense?
- Hay corrupción en todos lados. Todos los ciudadanos deben saber que la corrupción nos atraviesa de manera transversal y que no es propiedad de un espacio político. Hay que combatirla, venga de donde venga, se llame como se llame. Y en el conurbano bonaerense más de un vecino sabe que tiene la calle de tierra y que figura asfaltada 25 veces; bueno, eso es corrupción. Más de un vecino sabe que va al hospital de su municipio y no tiene para atenderse o no tiene los insumos cuando se pagan los impuestos. Al ciudadano le preocupa la inseguridad, el motochorro y la entradera porque siente que puede ser una víctima directa de cualquiera de esos delitos; pero debería tenerle el mismo temor al delito de corrupción porque no sabés cuándo o en qué momento va a ser, pero todos estamos expuestos. La Tragedia de Once lo dejó muy expuesto porque fue un tren que estaba lleno de trabajadores y estudiantes que se subieron en un transporte público, no estaban haciendo nada riesgoso.
- ¿Confiás en este gobierno nacional?
- Sí, confío. Creo en principio que tiene la decisión política de ir contra el delito. No he escuchado que se romantice el delito como si pasaba en gestiones anteriores. Me ha tocado en la Cámara presenciar debates, sobre de todo cuando se intentan modificar cuestiones penales para agravar penas. Recuerdo cuando se quería modificar esta ley precisamente la 24.660 para que algunos condenados por algunos delitos no tengan la posibilidad salidas anticipadas o transitorias, y recuerdo que había todo un arco ideológico político que se oponía a eso. Son los que te presentan al delincuente como víctima. Y me parece que este gobierno viene a poner más las cosas en su lugar, el que las hace, las paga.
- ¿Estarías de acuerdo en una alianza entre el PRO y la Libertad Avanza en Provincia?
- Me encantaría que se pueda hacer un frente electoral. Me parece que compartimos la mirada del país que queremos, tenemos muchos puntos de coincidencia. Eso no quiere decir que seamos iguales, pero sí me parece que el rumbo que le queremos dar a este país tiene que prevalecer por sobre las diferencias que podamos tener y trabajar juntos. Es muy triste ver un país que podría ser rico y con su población con una alta calidad de vida, esté siempre en este círculo que nos tiene cada vez peor, porque cada vez que cambian esta las políticas y retrocedemos, aumentan los pobres, baja nuestra calidad institucional, tenemos menor educación, un futuro más oscuro, los pibes se van. Tenemos que valorar lo que se ha conseguido hasta ahora y ser lo suficientemente inteligentes y desinteresados en lo personal para encontrar las coincidencias y trabajar juntos por una Argentina que se merece estar mejor.