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Los daños colaterales del apoyo a Javier Milei y un anhelo: que pase octubre

Las políticas del Gobierno nacional comienzan a permear en la vida cotidiana e impactan negativamente. El temor a las sorpresas y las diferencias que marca Alfredo Cornejo.

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El Plumerillo es una zona vulnerable de Las Heras. Amelia es jubilada y convive con su hija, que tiene una discapacidad que demanda mucho acompañamiento. “A mí me sacaron los medicamentos porque figuraba que tenía propiedades, pero vivo en una casa prestada. Por eso tomo paracetamol nomás para los dolores de hueso, porque no puedo comprar los remedios. Ahora para los pañales de mi hija tengo que ir a otro lado y no puedo”, explicaba la mujer tras haber recibido por enésima vez la negativa dentro del PAMI Mendoza.

En su barrio, como en gran parte de la provincia, Javier Milei ganó ampliamente pero es difícil decir que sea una zona “libertaria”. “Votamos todos a Milei porque no había más esperanza de nada”, dice una vecina de calle Fangio de esa localidad de Las Heras. “No se ve todavía que haya mejorado la verdad. Pero habrá que esperar”, agrega con algo de resignación la vecina de Amelia.

Carlos es otro votante de Milei. Ingeniero agrónomo y empleado de una bodega, aún está en shock. “Suspendieron a un compañero de facultad del INV con el que trabajé toda la vida. No se entiende cuál va a ser el destino del control de los vinos y de la industria. Sin contrapeso en el Estado, puede pasar cualquier cosa”, dice a MDZ el profesional, que trabaja en una corporación de gran peso, luego de enterarse del pase a disponibilidad de los empleados del INTA y el INV. La población universitaria es otras de las impactadas. Solo la Universidad Nacional de Cuyo tiene más de 50 mil personas en su comunidad, más los graduados y los que aspiran a llegar. Con sueldos congelados y presupuestos bloqueados, el impacto se siente fuerte, mientras a nivel político esa casa de estudios está en una incomodísima situación: "protestas pasivas" para no incomodar a los aliados de La Libertad Avanza.

Jubilados, estudiantes universitarios, personas con discapacidad. “Minorías” que son parte de la comunidad y que, de una u otra manera, se enlazan para que el impacto de las políticas del Gobierno nacional comienzan a permear en la vida cotidiana. Lo que antes parecía ser “falta de empatía”, ahora se vuelve más tangible al traslucirse como política de estructural. Milei cumple las promesas de campaña, pero esas políticas probablemente no son lo que se había construido en el imaginario. El reenfoque para quitar al Estado era mucho más que ajustar a la política. En Mendoza, por ejemplo, hay situaciones peores.

MARCHA DE JUBILADOS PAMI

Daños colaterales

El PAMI, que tiene 220 mil afiliados, ajustó de manera tal que hasta un juez imputó a los responsables por no cumplir con la entrega de medicamentos, mientas puertas adentro de esa obra social hay un festival de política libertaria a la vieja usanza: amigos, punteros y tuiteros gozan de los privilegios de los salarios estatales mientras la obra social se ajusta. Eso ocurre mientras se cuece un escándalo nacional con una paradoja similar: mientras se ajustan servicios para personas con discapacidad, crecen las sospechas de corrupción alrededor del presidente Javier Milei y prestadores relacionados con el tema.

Para derribar otros mitos, en Mendoza hay 70 mil personas con Certificado Único de Discapacidad que demandan servicios según la norma. El problema son las personas que tienen alguna discapacidad y no acceden a la certificación. Con los jubilados la lectura fina es más compleja. Más de 300 mil mendocinos tienen un haber jubilatorio y la mayoría cobran la mínima, que está desgastada por el bajo ingreso y porque crecieron los gastos: deben pagar más caros los remedios por el ajuste en el PAMI. Entre quienes cobran la mínima hay una gran porción de jubilados que ingresaron por moratoria. SE trata de personas que trabajaron, pero muchas veces sin que les hicieran aportes. La cosecha de esa informalidad, que crece, es un sistema quebrado. Hoy buscan soluciones ortodoxas (como dejar sin ingresos a quienes no tienen aportes registrados) para realidades heterodoxas (años de empresas y empleos que obviaron aportes).

El respaldo ciudadano que logró el oficialismo y parece mantener por ahora no es, según los especialistas, una carta de amplia interpretación. Es decir, no significa un aval explícito a cada decisión. Si el voto es una acción basada en gran parte en las emociones, una mala interpretación de los resultados electorales puede gestar también malas decisiones futuras. El gobernador Alfredo Cornejo lo resumió en una charla privada con algunos de los empresarios más poderosos de Argentina. “No es que la mayoría de los argentinos hayan dejado de ser estatistas y se hayan hecho de la economía austríaca…no se puede desconocer el papel que tiene el Estado en la igualdad de oportunidades y no podemos retrotraernos a la época pre sarmiento. Necesitamos modernizarnos también en eso, con un Estado que de servicios y eso lo tienen las provincias en educación, salud, seguridad y administración de justicia”, opinó Cornejo ante el Club del Petróleo, lugar donde dio su apoyo a Milei con más reparos que los que suele hacer públicos.

cornejo bulgheroni club del petróleo

En el diagnóstico que tiene el Gobernador hay un alerta político importante. “Las reformas deben consolidarse con poder, y es imprescindible que el Gobierno no salga herido de las elecciones. Aunque el Gobierno gene las elecciones, no va a tener mayoría en Diputados y en el Senado. Por lo cual, va a tener que estar dispuestos a negociar para ejecutar estas reformas (impositiva, previsional y laboral)”, aseguró Cornejo. Lo dijo antes de la maratón de derrotas en el Congreso y también de que se desataran más escándalos que mellan la confianza de Gobierno nacional con quien se alió.

En la intimidad Cornejo explica con muchos más detalles y matices las razones de la alianza con La Libertad Avanza; con muchos más detalles y matices de los que la lista de las elecciones permite. Más aún con un sector político impredecible e impenetrable. “Es una alianza a ciegas, donde no se sabe qué van a hacer, cómo va a afectar o con qué pueden salir”, explican desde Cambia Mendoza.

Por eso la necesidad de que llegue octubre. Para La Libertad Avanza, porque cada traspié desgasta la imagen, la gestión y la intención de votos. Para Cambia Mendoza o el radicalismo mendocino, porque les permitirá capitalizar políticamente la alianza antes de que ese desgaste sea mayor. En Casa de Gobierno entienden que el 2026 podría ser más duro, pues creen que la ciudadanía sentirá más las realidades que generan las promesas cumplidas de Milei.

El escenario electoral está más claro que el futuro mediato, pues la inestabilidad y la impericia política del Gobierno nacional inquietan. El Gobierno provincial dice estar confiado en sus propias armas, en la siembra “de estabilidad” gestada en la última década.

El balance que Cornejo hace de sí mismo tiene datos reales, otros autocomplacientes y también obvia matices vernáculos de la construcción de poder. Ante los empresarios, por ejemplo, dijo explícitamente que Mendoza debería permitir la reelección del Gobernador por un mandato. “Es bueno, pero no permite proyectos de largo plazo”, aseguró, anclando la ejecución de planes a la impronta del “ejecutor”. Por eso explicó en pocas palabras la estrategia propia para perdurar. “Tuvimos que ingeniárnosla con Rodolfo para tener un proyecto de 10 años”, dijo. El ingenio fue reelegirse de manera alternada e intercambiar cargos con Suarez. Esa inventiva está desafiada con la irrupción libertaria, la transformación de Luis Petri y las dificultades para construir una sucesión. El Gobernador, igual, no se resigna y piensa en el futuro del cornejismo sin Cornejo, otra vez.