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Las ofrendas de Cornejo a Milei y la Mendoza verosímil

El presidente Javier Milei tuvo una visita en la que recibió más de lo que dejó. Los datos del deterioro de Mendoza, el Estado que responde y una nueva señal del nepotismo.

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mdzLas señoras habían esperado más de dos horas que el presidente Javier Milei apareciera. Querían conocerlo y por eso soportaron aburrimiento, cánticos de militantes libertarios y también de opositores. Paradas en la peatonal, a ellas no les llegó la onda expansiva de la fugaz visita: Javier Milei estuvo a 50 metros de ellas, pero no logró penetrar hasta llegar a la Peatonal de Mendoza donde lo esperaban. “Pucha, quería conocerlo”, decía una de las mujeres que debió conformarse con las risueñas muecas de un imitador.

Imitador de Milei Mendoza

Esa “energía” irradió con un alcance acotado, mucho menos intenso de lo que luego los candidatos, como Luis Petri, mostraron en las redes. Fue un impulso de cinco minutos que, igualmente, tiene otra vía de difusión: las redes. La virtualidad permite construir un escenario mucho más amplio, cuidado y guionado de lo que pasó en la realidad. En ese mundo verosímil Milei y sus seguidores libertarios se manejan mejor que en el terreno de lo real. Algo parecido había ocurrido un par de horas antes en San Rafael: el Presidente y el gobernador Alfredo Cornejo cruzaron elogios, gestos y compromisos políticos que se ajustaron más a su lógica electoral, que a la realidad que los rodeaba.

Milei habló con su discurso commodity, enfrascado en esa idea de verosimilitud en la que todo concuerda siempre que se siga la lógica del propio discurso, sin darle relevancia a los anfitriones, obviando saludos, reclamos y gestos. Nuevamente; verosímil no es igual a realidad, pero eso es casi un detalle que en el oficialismo están dispuestos a pasar por alto, como lo hacen con las enemistades manifiestas con las que conviven fingiendo demencia. El 26 de octubre, cuando probablemente Cornejo concrete la ofrenda electoral hacia Milei, se verá cómo sigue la historia. Claro, será una dote menos contundente de lo esperado cuando se selló esa alianza. Al menos así lo cree el propio Cornejo.

Las dudas que ya había sobre el impacto de la gestión de los diversos temas, también se trasladaron a lo “macro”, el manejo de la economía que era el ancla sobre la que se basaba el convencimiento del cornejismo para aliarse a Milei. En la vida cotidiana, el deterioro se nota. Un informe sobre la matriz productiva de Mendoza realizado por la Universidad Católica Argentina advierte sobre la pérdida de peso de la economía de la Provincia, los indicadores sociales alarmantes y una tendencia que ya parece arraigada: Mendoza tiene una matriz productiva diversa, pero genera trabajo de baja calidad y bajos salarios. Por eso, por ejemplo, crece la cantidad de asalariados pobres. Sí, que tienen trabajo, pero no cubren con sus ingresos los gastos mínimos.

Según esos datos la riqueza que genera Mendoza no alcanza para todos y es una economía más pequeña que hace algunas décadas. La Provincia tiene una participación del 3,3% de la riqueza del país, aun cuando concentra más del 4% de las empresas y tiene una industrialización avanzada. Allí es donde se conjugan datos engañosos: las provincias de la región, particularmente San Juan, tienen crecimiento en exportaciones mayores que Mendoza, pero dependiendo de una sola actividad.

javier milei en san rafael alf
redo cornejo

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“Al interior de Cuyo, la mayor concentración de ocupados pobres ocurrió en Mendoza, alcanzado en 2024 el 38,7%... en Mendoza se mantuvo la tendencia hacia el aumento de ocupados pobres en este sector desde 2022 hasta 2024.”, dice el estudio, donde igualmente se advierte sobre la diversidad económica de la Provincia y su raíz industrial.

En el mismo estudio se menciona la baja de la pobreza, pero el llamativo aumento de la indigencia en Mendoza. “A partir de 2022, Mendoza fue la provincia con los mayores niveles de indigencia en la región en hogares (8,7% en 2023 y 7,7% en 2024) y en personas (11,4% en 2023 y 9,8% en 2024)”, dice.

Ese estudio está guiado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Los documentos de la Iglesia han incomodado a varios gobiernos y al actual en particular. En la Provincia, por ejemplo, hay una guerra fría entre el Arzobispado y el Ejecutivo. Ocurrió con las diferencias por el enfoque de la minería (la Iglesia prestó el lugar para hacer la audiencia paralela por San Jorge y emitió un duro documento sobre ese proyecto) y también ocurre en los mensajes. El arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, tiene un rol político relevante ahora como presidente de la Conferencia Episcopal.

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Sin gritos, marcas sus diferencias. “Lamentablemente no constituyen la prioridad de los gobiernos, fervorosos cultores del equilibrio fiscal que no atienden las señales del fuerte deterioro social que vivimos. Las estadísticas no reflejan las angustias y necesidades de nuestras familias, especialmente en la vida de los jubilados y las personas en extrema necesidad. Los nuevos asistidos por Cáritas provienen de una clase media atormentada por los créditos y las deudas difíciles de revertir. Si el Estado en todos sus niveles y expresiones, no acompaña las distintas iniciativas en materia de prevención y lucha contra las adicciones, lo único que avanza es el narcotráfico”, dijo el arzobispo en la homilía de la fiesta diocesana.

Los datos del deterioro social y productivo de Mendoza no son negados por el Gobierno local. Sí se irritan cuando se los atribuyen a ellos como gestores. Difícil escindir, pues Cambia Mendoza gobierna la provincia desde hace 10 años y de los últimos 8 gobiernos, fueron radicales, en sus distintas versiones de alianza. “No se puede negar que la gente vive peor. Todos vivimos peor que hace 20 o 30 años porque la Argentina está mal”, repiten los radicales. Cornejo en particular dice sufrirlo y lo ve con los mendocinos “de a pie” con los que tiene contacto. Como contracara asegura que en ese deterioro los servicios del Estado a los que pueden recurrir los mendocinos han mejorado; en los hospitales, en la justicia y en la educación. “Hay 100% de cobertura educativa. Todos van a la escuela”, remarca el Gobernador cada vez que puede. Reconoce, igual, que la crisis se siente en el aula con niños que se ausentan por falta de recursos, que no aprenden por falta de alimentos y con docentes que necesitan estar mejor. Más aún preocupa que haya una base de futuro para que se quiebre una tendencia dolorosa para Mendoza y el país que se hizo lugar común: los hijos de quienes conducen los destinos hoy viven y vivirán peor que sus padres. Es decir, hay un descenso social.

Los jueces amigos

Mientras el futuro político de Mendoza comenzará a definirse en las urnas el próximo 26 de octubre, la permanencia transversal de quienes hoy ocupan el poder también. Sea por coincidencia o no, a dos semanas de las elecciones el oficialismo tensa la cuerda institucional aún más, incomodando a esa versión autocomplaciente de sí mismo que dice que “Mendoza es distinto.

El gobernador Alfredo Cornejo propuso como jueza a Andrea Rus, hermana de la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, y también a Anabel Molina, exesposa del subsecretario de Justicia, Marcelo D’agostino.

Los “chimentos de peluquería” que hay alrededor del subsecretario no tendrían ninguna trascendencia si no fuera porque algunas veces atraviesan la cuarta barrera, por citar un concepto teatral, y se mezclan con lo institucional. La hermana de la Ministra tiene un currículum atado a la especialidad laboral y también a su simpatía por el oficialismo, como conjueza, como relatora de la Corte y como empleada estatal. En el Gobierno defienden la postulación en base a su formación. El de Mendoza es un caso excepcional, pues todas las mentes brillantes que se necesitan para cargos clave en la justicia, organismos de control y extrapoder provienen del mismo sector político.

Más allá del nepotismo explícito, la cercanía del Ejecutivo sobre el Poder Judicial es aún más corta que los escasos 100 metros que distancian un edificio del otro. Lo saben jueces y fiscales que, por ejemplo, tuvieron sus teléfonos en rojo para que no haya imputados en una causa grave de contaminación; para que ejerzan mano dura selectiva para imputar, encarcelar y reprimir. Salvo, claro, algunas excepciones: cuentan en Tribunales que las sugerencias desde el Ejecutivo para que liberen al policía acusado de gatillo fácil fueron extremas. Y por eso, a contramano de la “doctrina Cornejo” hay un acusado de homicidio agravado con el beneficio de prisión domiciliaria. Más que interesante va a ser la elección que viene tras octubre, donde los siete jueces de la Suprema Corte deberán elegir a su presidente en un contexto de extrema sensibilidad. Esa votación está lejos de ejecutarse en un cónclave, claro.