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Javier Milei llega a la elección con la peor discusión interna, pero al peronismo Cristina lo condiciona siempre

La mayor fuerza que tiene el oficialismo nacional es ser el representante del anti kirchnerismo con más presencia territorial. La Libertad Avanza no tiene otra campaña que derrotar al pasado. En tanto, Fuerza Patria aprovechó la unidad bonaerense para insistir en frenar a Milei. El interrogante está centrado en las terceras fuerzas y si las fuerzas mayoritarias podrán superar sus fortísimas internas después del domingo.

Javier Milei en el cierre de campaña en Rosario
Cuenta de X @LLibertadAvanza

Finalmente, Pablo Javkin se equivocó. El intendente de Rosario pensaba que el acto libertario con el que Javier Milei iba a cerrar su participación en la campaña electoral de cara al próximo domingo podía provocar incidentes porque muy cerca de ahí había otro preparado por el peronismo local.

Sin embargo, su olfato no falló. Hubo pelea, golpes de puños, insultos y amenazas a futuro inmediato, seguramente a zanjarse a partir del lunes próximo. Sebastián Pareja, Ramón Vera y otros referentes terrenales se agarraron fuertemente, en la previa del acto, con las huestes de Las Fuerzas del Cielo y luego lo siguieron vía X entre El Gordo Dan (Daniel Parisini) y el propio Vera, diputado provincial.

Esta pelea es la traducción barrial de la fortísima pelea que existe en la superestructura entre Santiago Caputo y Karina Milei. Su resolución es imprescindible para el gobierno nacional aunque para Javier Milei es algo que no debería influir en su gobierno. Quizás por eso es que Guillermo Francos aún se sienta con ganas de seguir siendo Jefe de Gabinete. Una resolución en favor del asesor con más poder del oficialismo trastocaría todas las medidas de división de fuerzas internas.

Sin embargo, sea Francos, Caputo joven o Karina Milei a través de Manuel Adorni será esencial que haya un único interlocutor. No funciona más un sistema donde cada resolución debe ser convalidada a través de un trueque entre las partes. Si el frente compuesto por Francos, Lisandro Catalán y El Jefe pide un favor, el asesor presidencial deberá conseguir otro a cambio de conseguir su autorización. Imposible. Ni Luis Caputo, el ministro de Economía puede estar tranquilo aunque sea el único autorizado a abrir la caja.

Quien está experimentando todo lo que sucede en el corazón libertario es el equipo de campaña de Diego Santilli, quien se encuentra muy confiado no solo de achicar las diferencias en Provincia de Buenos Aires sino de estar rondando los cinco o seis puntos con respecto de Fuerza Patria. Si esto sucede s transformará en el factor fundamental de la remontada, aunque la relatividad de esa definición está a la vista de cualquier analista.

“Si el pobrerío (califican de esta manera a las otras trece variantes no mayoritarias, desde Provincias Unidas hasta Roberto Cachanosky) supera el 20%, todo lo que queda por fuera de Fuerza Patria se le debe restar a La Libertad Avanza”, describen todos los consultores extraoficialmente.

Ayer reapareció la posibilidad que Diego Valenzuela sea jefe de Gabinete. Su relación con el presidente Milei es óptima y es impulsado por Marcos Galperín, de Mercado Libre. El propio intendente de Tres de Febrero se asombró de la versión. Sabe que “el horno no está para bollos” y cada figura que se pone en la foto pasa a ser un blanco al cual todos van a apuntarle.

A la par, Mauricio Macri ya dejó trascender su desazón porque observa que “Javier no está entendiendo lo que todo el mundo pide”. Quizás deba hacer un poco de memoria para recordar cómo actuó él en un momento similar, cuando la crisis se desataba a mediados de 2018.

Para el ex jefe de Estado cualquier promoción sin su autorización deja de ser propio. Por eso no quiere que le facturen posibles designaciones como las de Guillermo Montenegro, Cristian Ritondo o el propio Santilli.

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Kicillof y un cierre sin euforia en General San Martín

Kicillof y un cierre sin euforia en General San Martín

FRIALDAD Y TRABAJO A REGLAMENTO

El acto que protagonizó Axel Kicillof en General San Martín momentos antes que Javier Milei apareciera en Rosario estuvo muy lejos de representar lo que siente, interiormente, la dirigencia de Fuerza Patria: la vuelta al poder en 2027.

No hubo ni euforia ni clima de epopeya. Solo un nutrido grupo de profesionales de diferentes ámbitos, empresarios pymes y universitarios, los “atacados por el modelo de Milei”, escuchando sin grandes emociones los discursos del gobernador, del anfitrión Gabriel Katopodis, Sergio Massa y el candidato Jorge Taiana. Tampoco ni una mínima movilización. Todo muy amable, casi como en una nueva época, disimulando su pasado reciente.

En la previa, los presentes en el Parque Hipólito Yrigoyen, predio, también, muy prolijo, ubicado en la colectora de la General Paz en uno de los ingresos a San Martín, hablaban de lo “fría” que estaba la previa de la elección. Se ponían contentos porque “ahora no nos putean” cuando ponen los puestos de campaña.

También hubo análisis de todo tipo y color sobre el “hombre del momento”, Kicillof, quien “así, casi sin querer, se las está poniendo a todos”. Eligió la manera de votar en la Provincia y ganó, otra vez, sobre quien debe ganar, Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, el futuro no tiene muchos nubarrones.

Sin embargo, sus aliados todos los días le avisan que si no cambia la manera de negociar los proyectos que necesita para seguir administrando una provincia en crisis y, además, tener cierta tranquilidad presupuestaria en los próximos dos años, cruciales para su campaña presidencial.

El otro dato que se escuchó en San Martín es una especie de deseo, aunque nadie hoy puede descartar que no pueda darse. Sergio Massa gobernador, así “no hay problema con Kicillof”. El que debe tener los oídos abiertos es el propio Katopodis, uno de los ganadores del 7 de septiembre, anotado para ese lugar también. Hasta Juan Grabois elogió a su rival de la pasada PASO presidencial.

Del cierre no participó ni La Cámpora ni Máximo Kirchner. Seguramente continuará con su dolor de rodilla. Otros, maliciosos, creen que no quieren darle la razón a Kicillof por su estrategia, que tal cual describía Patricia Bullrich antes del 7 de septiembre, “nos pueden llenar la cabeza de preguntas”.