Javier Milei lanzó la Mesa Federal y nombró a Lisandro Catalán como ministro del Interior, pero los gobernadores dudan
En la previa de una nueva reunión de Gabinete, el Gobierno anunció la constitución de la Mesa Federal y designó a Lisandro Catalán al frente del relanzado Ministerio del Interior.

El presidente Javier Milei constituyó este miércoles la Mesa Federal y relanzó el Ministerio del Interior para recuperar el diálogo con los gobernadores "afines". Quedó a cargo de la nueva cartera el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, mano derecha de Guillermo Francos.
Un cambio con gusto a poco
Así lo comunicó el jefe de Gabinete, que conformará el nuevo espacio de diálogo junto al ministro de Economía, Luis Caputo, y el recién designado ministro del Interior, Lisandro Catalán. "En esta nueva etapa en que consideramos imprescindible implementar las reformas estructurales en las que hemos trabajado, estamos dispuestos a profundizar los vínculos con las provincias que comparten el espíritu de cambio", enfatizó Francos.
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El doble anuncio llegó en la previa de la tercera reunión de Gabinete de la semana, celebrada en medio de un clima de fuertes presiones internas y externas por un "volantazo político" por parte del Gobierno tras la dura derrota electoral en la provincia de Buenos Aires.
En términos prácticos, el ascenso de Catalán es solo un cambio de rótulo. El abogado tucumano ya ejercía como nexo del Gobierno con las provincias desde la llegada de Guillermo Francos a la jefatura de Gabinete en reemplazo del eyectado Nicolás Posse. Por eso, no quedó del todo claro que su designación implique un cambio real en la dinámica con los gobernadores.
El recelo de los gobernadores sobre el rol de Lisandro Catalán
Así lo expresó el mandatario salteño Gustavo Sáenz, quien reconoció a Catalán como un hombre de diálogo, pero aclaró que para que haya un progreso en la relación con la Casa Rosada es fundamental que el flamante ministro tenga poder de decisión por sí mismo.
"Nos ha sucedido todo este tiempo que hemos conversado y acordado convenios que no se han cumplido. Se hace muy difícil cuando con quien estás hablando no tiene poder de decisión y hasta para publicar un tuit hay que esperar que le den autorización. Me parece fundamental que no solamente sea un nombramiento, sino que haya un poder real de decisión para no perder el tiempo y sea más de lo mismo. No estamos en condiciones de darnos el lujo de seguir perdiendo el tiempo", sentenció el gobernador tras el anuncio en diálogo con A24.
Con él coincidió el jujeño Carlos Sadir, que respondió tajante en CNN Radio: "No alcanza. ¿Cuántas veces hablamos con los funcionarios nacionales? Reclamamos las cosas como provincias pensando en nuestra gente. Las rutas no se hacen, las obras quedan paralizadas. Hagamos gestión".
Los próximos pasos para la Casa Rosada
En ese marco, en Balcarce 50 reconocían que aún no habían realizado una convocatoria formal a los caudillos provinciales, pero sí aclararon que la invitación solo incluirá a los mandatarios afines al Gobierno. "No vamos a llamar a (Axel) Kicillof", ironizaron en las oficinas de jefatura de Gabinete en respuesta al insistente reclamo del bonaerense por una reunión con Milei. También pusieron en duda que el llamado alcanzara a los gobernadores de Provincias Unidas, el bloque que viró hacia una postura muy crítica contra el presidente.
Eso limita bastante las opciones de diálogo en un contexto donde el oficialismo necesita más que nunca el apoyo de las provincias en el Congreso antes de la renovación de bancas del 10 de diciembre. El Gobierno viene de sufrir varias derrotas legislativas y la oposición no tiene intenciones de desistir en sus embates.
Pese a todo, el Gobierno ratificó que "no hay plata" y vetará la ley impulsada por los gobernadores para coparticipar el mecanismo de ATN (Aportes del Tesoro Nacional), además de la Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Emergencia Pediátrica (también llamada Ley Garrahan).
Esa postura intransigente de la Casa Rosada tensa aún más la relación con las provincias, que hace meses reclaman por un aumento de recursos para sus distritos, la falta de mantenimiento en las rutas nacionales y la paralización total de la obra pública.
En ese contexto, el Gobierno debe decidir si está dispuesto a ceder ante alguno de los reclamos o si sostendrá el argumento de que los mandatarios buscan "romper el equilibrio fiscal". Por eso todas las miradas estarán puestas en el presidente, cuando el próximo lunes a las 21 hable por cadena nacional para presentar el Presupuesto 2026. Será la oportunidad de enviar un mensaje a las provincias: de paz o de guerra.