Javier Milei captó la atención en Diputados: gritos y gestos en un clima de alta tensión
Javier Milei dijo presente en la Cámara de Diputados. El presidente festejó que La Libertad Avanza consiguió la primera minoría.
Karina y Javier Milei en la jura de Diputados. Detrás, el cada vez más influyente y nuevo hombre fuerte Manuel Adorni y el ministro Diego Santilli
Hay registros en determinados lugares históricos que sirven para dar cuenta de un clima de época. El Palacio Legislativo es un escenario que funciona como telón de fondo para sentir el paso del tiempo. La sesión preparatoria de este miércoles, donde juraron los 127 diputados electos el pasado 26 de octubre bajo la mirada de Javier Milei, fue el reflejo del mar de desquicio en el que está sumergida la política argentina: una jornada marcada por gritos, arengas y símbolos de provocación, alentados por el propio presidente.
Javier Milei rompió una vez más los protocolos y modificó su agenda para participar de la jura de los diputados, un acto del que no está prevista la presencia del jefe de Estado. Aun así, poco le importó. La Libertad Avanza se quedó con la primera minoría de la Cámara de Diputados con 95 bancas y el presidente quería estar allí para festejarlo. Desde el palco preferencial del recinto agitó “la casta tiene miedo”, “¡Viva la libertad, carajo!” y otros de los grandes éxitos del cancionero libertario.
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El oficialismo cocinó el número para llegar a la primera minoría desde la noche del 26 de octubre hasta ayer, cuando el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, decidió abrir a sus tres diputados del bloque peronista y armar una bancada propia. Horas más tarde, cerca de las 21, llegó la confirmación de que el entrerriano Francisco Morchio, que responde al gobernador Rogelio Frigerio, se abría de Encuentro Federal para sumarse al bloque de Gabriel Bornoroni.
Con este escenario, La Libertad Avanza llegó triunfante a esta sesión preparatoria. Colmó los palcos con militantes, casi un déjà vu de lo que se vivió durante los años de Cristina Kirchner, que abuchearon cada vez que un diputado juraba con referencias peronistas o de izquierda. Pero esto no pasó solo en la tribuna. Lilia Lemoine se sentó en la primera fila y gritó encima de la jura de cada uno de sus adversarios. A su lado se sentó la diputada entrante Virginia Gallardo, que llegó al Congreso con un vestido blanco con flores del mismo color, lista para la ceremonia.
“Bañate, sucio”, le gritaron a Nicolás Del Caño luego de su jura, y el diputado de izquierda estalló de bronca y quiso contestar. Cuando se corrió del recinto recibió el abrazo de Máximo Kirchner, que siguió toda la ceremonia desde el fondo del hemiciclo.
Pero el primer grito de guerra no vino de La Libertad Avanza, fue del peronista Aldo Leiva (Chaco), que gusta de levantar el perfil cada vez que tiene un mínimo espacio para hacerlo. “Presidente, la patria no se vende”, gritó mirando al mandatario después de que terminara de sonar el himno argentino. Esto despertó la respuesta libertaria que gritó “Presidente, presidente”, una escena que mostró a Romina Diez y a Gabriel Bornoroni haciéndole una reverencia, de estilo clerical, a Javier Milei. Los gritos de los libertarios se sobrepusieron a los del peronismo. Así, se dejó entrever cuál será el pulso con el que se moverá la Cámara baja en esta nueva etapa de la gestión de LLA.
Las declaraciones de los diputados a la hora de jurar fueron parte de las actuaciones del circo que se montó dentro del Congreso. Juan Grabois miró al palco de Javier Milei y levantó su brazo izquierdo, a modo de saludo, lo que se interpretó como una referencia al Tercer Reich. Sin embargo, su equipo de prensa se encargó de aclarar que se trataba de una referencia a la trilogía literaria Los Juegos del Hambre.
Como si faltara polémica, se retiró del centro de la escena y miró al palco donde estaban los senadores de La Libertad Avanza y se tocó la nariz, en una clara referencia al consumo de cocaína. Un rato antes, por allí había pasado Lorena Villaverde, que por ahora no asumirá como senadora nacional por sus vínculos con el presunto narcotraficante Fred Machado.
También hubo momento para jurar por la libertad de Cristina Kirchner, como lo hicieron María Teresa García, Vanesa Siley y Lucía Cámpora, esta última con ese eslogan impreso en su remera. Los diputados de izquierda, Romina Del Plá, Myriam Bregman y Néstor Pitrola, hicieron referencia a las luchas que encabezan, defendieron a Palestina y rechazaron la intervención de Estados Unidos.
Fiel a su estilo, Esteban Paulón llevó su pancarta de cada sesión. Esta vez fue con un pedido directo al presidente: “Que cumpla con la ley de Emergencia en Discapacidad”. Javier Milei, que estaba acompañado por su hermana Karina, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Diego Santilli, no tuvo otra alternativa que escuchar este reclamo.
La jornada culminó con Martín Menem reelecto como presidente de la Cámara baja, un trámite más protocolar que político, ya que su continuidad al mando de la Cámara quedó sellada el 26 de octubre, cuando La Libertad Avanza ganó la elección en todo el país.
Así, el Congreso volvió a ser el reflejo de la situación política: un oficialismo en mayoría que está dispuesto a montar un circo para ir hacia adelante.



