Javier Fernández Verstengen sobre la reforma laboral: "Se requiere un cambio cultural"
El abogado laboralista habló con MDZ y aclaró que con una mera reforma no alcanza.

Javier Fernández Verstengen es abogado laboralista de Brons & Salas. Pero también es una persona que mira un poco más allá. Según su criterio la reforma laboral no trae discusiones de fondo sobre el presente, y menos sobre el futuro. Entre sus preocupaciones está la adaptación de todo un sistema a mundo sin fronteras, la inteligencia artificial y, por supuesto, el futuro de Independiente. ¿Es necesaria una reforma laboral? ¿Cómo va a ser el primer día en la Justicia si esta se aprueba? De esto y mucho más habló en MDZ.
- Me imagino que estás esperando el proyecto de reforma laboral. ¿Tenés algunos indicios de lo que se viene en particular, más allá de los indicios que se están hablando?
- Indicios uno no puede tener un montón, pero son indicios, Proyectos han circulado un montón y nadie sabe cuál va a ser la versión final. Hay determinado secretismo en pos de tratar de conseguir consensos. previo a presentarlo formalmente en el Congreso y. a partir de ahí, hacer todo el trámite itinerante para la sanción de la ley. Más ansiedad tengo para que Independiente trate de entrar a Sudamericana (risas)
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- Vamos un poquito, si te parece, para atrás. No lo que hay que reformar, sino lo que no habría que reformar. ¿Qué puntos decís, no tienen que ser negociables?
- A ver, obviamente esto es una opinión personal y puede haber infinidad de profesionales que opinen lo contrario: la Ley de Contrato de Trabajo no es solamente lo que conocemos como Ley de Contrato de Trabajo. Es un complejo entramado de leyes, regulaciones. tanto nacionales como provinciales que tiene más de 50 años y funcionó bien. Obviamente hay ciertos y determinados institutos que hay que modificar para actualizar la nueva forma de trabajo o inserción de nuevas tecnologías, mayor dinámica en las relaciones laborales, cuestiones sociológicas que afectan el país, como afectan el mundo. Pero no se puede dejar de lado el principio protector del trabajador. No se puede dejar de lado lo que es el marco normativo constitucional, que incluye no solamente la Constitución Nacional, sino también los tratados internacionales firmados por el país, que incluyen los convenios de OIT. Y ese tiene que ser el piso.
O sea, de ninguna manera puede haber una reforma que pretenda afectar lo que denominamos mínimos inderogables y que sean regresivos para los derechos de los trabajadores.
- Pero, por ejemplo, ultraactividad en los convenios de trabajo. Se está hablando de tocar eso. ¿Podría funcionar o no?
- Te la presento de otra manera. La negociación colectiva, tal como está planteada en la ley en Argentina, es una herramienta que tiene un potencial enorme. Por distintas cuestiones no explotamos ese potencial. Entonces, tenemos convenios colectivos de la década del ´70, que no significa que estén mal por ser de la década del 70, sino que requieren una actualización. Requieren una actualización en licencias, requieren una actualización en categorías laborales que tienen previstas, requieren la actualización en modalidad de trabajo.
Pero es muy difícil conformar unidades de negociación en algunas actividades por distintas cuestiones. Porque en las cámaras representativas del sector empleador, los que firmaron la década el ´70, no existen. Entonces, reconfigurar toda la unidad de negociación es bastante complicada, y porque también hemos entrado en una dinámica de inercia donde solamente negocio salarios y mucho más no me interesa. Obviamente, uno lo expresa en forma de absoluto, pero no es que sea así. Hay convenios que negocian modalidades, hay convenios colectivos que se renuevan. Pero es algo que requiere la negociación colectiva en un un cotidiano.
La ultraactividad en verdad lo que busca es generar que esa inercia de solamente negociar salarios, sea también negociar el convenio. Y, otra vez, sin afectar derechos y que no sea regresivo o peyorativo de los derechos de los trabajadores.
- Hablando de negociar salarios, hablaba hace poco con un sindicalista y me decía "nosotros vamos a al Consejo de Salario, negociamos el salario mínimo y no surge efecto", digamos. "Es una institución bastante oxidada". Y también lo que se habla ahora es un poco, como objetivo de máxima, sacar lo que es el salario mínimo. ¿Cómo ves esa situación?
- El salario mínimo sirve como una base de referencia. No conozco demasiadas actividades o empleados cuyo salario básico se encuentre cerca del salario mínimo, vital y móvil. No es algo que refleje la realidad. Creo que el desafío que tenemos es cambiar la mentalidad. Todos los actores sociales, sin poner nombres ni representaciones, y buscar un modelo de trabajo que sea moderno, que sea competitivo, que busque educación, que busque entrenamiento. Porque de acá a 20 años, hay un montón de desafíos por afrontar.
La inteligencia artificial, que no está contemplada en la reforma, por lo menos en ninguno de los proyectos vi que se mencione el incorporar la inteligencia artificial. Es un desafío que tienen los empleadores, los sindicalistas, que tiene la educación, los organismos no gubernamentales, los organismos de administración pública, porque va a requerir un reskill de una generación que posiblemente quede afuera, o de ciertas y determinadas actividades que van a ir perdiendo peso, en lo que refiere al factor humano.
- ¿Y la organización sindical? Se aboga en varios sectores por la democratización de los sindicatos. ¿Cómo se trata?
- No puedo hablar sobre algo que no sé qué es lo que van a presentar, pero no hay un cambio sustancial del modelo sindical argentino. Hay observaciones de parte de la OIT respecto de la democratización, respecto de la multiplicidad de entidades. Las entidades sindicales en la Argentina funcionan bien y, otra vez es una forma de expresarlo, cada uno puede tener diferentes vivencias o experiencias. Sí requiere, y es el mismo desafío que estoy planteando para los empleadores, asumir un rol social y no solamente un rol de discutir salarios. Hay una cuestión, que va dentro de esta inercia y es parte de esto de utilizar el potencial de la negociación colectiva, pero que requiere una gimnasia muy importante. Porque también es verdad que no es sentarnos vos y yo y "decir quiero diez y yo quiero uno". Culturalmente, y ahí entro en aspectos sociológicos o filosóficos, el argentino es binario, v por opuestos: blanco-negro, Boca-River, Balbín,- Perón...
-Independiente-Racing.
Independiente-Racing. Pero en esa misma dualidad tenemos muy poca memoria y la negociación colectiva se construye por opuestos. "Te ofrezco uno, quiero diez" y todos vamos a llegar al cinco. Lo que pasa es que en el medio estamos discutiendo un montón de tiempo, en lugar de construir por consensos.
¿En que estamos de acuerdo? es necesario mejorar la base salarial, mejorar los beneficios de los trabajadores, mejorar las condiciones de trabajo, higiene y seguridad. Comenzar a construir por consensos requiere una dinámica diferente de negociación y una mentalidad diferente. Si yo pienso que vos vas a buscar todo lo posible para no darme lo que yo quiero, y lo mismo a la inversa, no avanzamos. Entonces, es una una obligación o un deber o como lo quieras poner, utilizar la negociación colectiva como un potencial motor para la reactivación del mercado laboral argentino.
- Antes me hablaste de desafíos. Un desafío claro que va a tener la reforma laboral es la Justicia. El decreto 70/23 se judicializó. Ley Bases, también. ¿Cómo ves ese primer día en el que se judicialice parte de la reforma?
- La reforma de la ley laboral es algo que se viene discutiendo y lo habrán escuchado todo desde hace muchos años. Lamentablemente, y digo lamentablemente porque siempre se pierden oportunidades, las modificaciones que se introducen son parches en ciertos y determinados institutos que se repiten a lo largo de los últimos 30 años. Entonces, modificamos el periodo de prueba, tres meses, un mes, seis meses. Modificamos la base de cálculo o la fórmula de cálculo de la indemnización por antigüedad. Diez días de trabajo por cada mes...o sea, son parches que no actualizan el marco en lo que requiere ser actualizado. Para poner un ejemplo, sigue existiendo un capítulo de trabajo de mujeres en la Ley de Contrato de Trabajo. Cuando en verdad, si vamos a un marco de diversidad e inclusión, la protección que tiene la mujer debe ser la misma para el trabajador hombre y se deben fomentar políticas y acciones para que la mujer tenga acceso al trabajo e igualdad de condiciones.
Se han presentado, aproximadamente, en los últimos 15 años más de 200 proyectos sobre licencias parentales. No hay una licencia por adopción, no hay licencia por madre gestante. En la administración de Alberto Fernández se había presentado un proyecto de ley de igualdad con un montón de tratamientos y nuevas licencias. No avanzó en el Congreso. Y son cuestiones de lo cotidiano. El empleador termina otorgando licencias discrecionalmente, porque no hay un fundamento legal, cuando en verdad es algo que ya ocurre.
Las nuevas generaciones, que de repente piden 15 días sin goce de sueldo porque quieren ir a hacer un curso a Uruguay, Chile, España...no está prevista una licencia por estudio o una licencia sin goce de sueldo. Depende de la voluntad del empleador. Hay un montón de pequeñas cuestiones que favorecen el ingreso al trabajo de nuevas generaciones y también hay que cuidar el el empleo de las generaciones que hoy por hoy están.
Perdón, sobre la judicialización: el Decreto 70/23 salió una noche de diciembre y es verdad que, judicialmente hablando o legalmente hablando, carecía de un montón de cosas desde el punto de vista de lo laboral. Fue mal manejado en el sentido de, justamente esto, en vez de construir de consensos, "yo quiero blanco, vos querés negro", y la Justicia se lo llevó de paseo. La Ley Bases, hoy, no está impugnada de inconstitucional. Que después los abogados laboralistas, que somos creativos del derecho, tratemos de buscar los agujeros para venir y decir "ok, no tengo las multas, te pido la inconstitucionalidad o derogación de las multas, pero te reclamo daños", eso son cuestiones procesales.
Pero sí, también se requiere un cambio cultural en el Poder Judicial para no ser algo que por criterios, más ideológicos o de principios, todo está mal. O sea, hoy cuando uno ve una demanda laboral, y no estoy de diciendo esto con una camiseta de parte empresaria, un tercio más o menos es hechos y descripción del derecho y el resto es pedido de declaración de inconstitucionalidad de diferentes normas. Entonces no podés trabajar.
Y eso es parte de la certeza jurídica, de la previsibilidad que tiene que buscar una reforma, porque si no "hoy tengo que ir el lunes a trabajar, mañana no sé", porque me cambian el criterio o me cambian el horario o me cambian el lugar. Las reglas tienen que estar claras.
- Y el criterio y esa regla la tendría que fijar un poco la Corte, la jurisprudencia de la Corte. ¿Cómo está hoy en día con respecto a lo laboral?
- Hace más de una década la Corte trató de reducir la cantidad de casos que llegan a la Corte. Creo que excede el marco de la reforma laboral. La situación que esta ocurriendo hoy, donde la Corte no define desde febrero de 2024 el Decreto 70/23. Y es verdad que hoy ya hay ahí una cuestión de de lógica jurídica, porque mucho de lo que tenía el Decreto 70/23 lo puso la Ley Bases. Si la Corte dice "esto es inconstitucional", la Ley Bases, por transitividad, más allá de que es una ley y que pasó el proyecto legislativo, te comienza a crujir.
Hace por lo menos tres años que la Corte no resuelve el tema de actualización de créditos laborales y, sumado a eso, ahora la Corte salió a decir "no voy a entrar en argumentos técnicos"; que el organismo revisor de las sentencias de las Cámaras Nacionales de la Justicia Nacional, Civil, Comercial, Laboral, Contencioso Administrativo es el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, con fundamento en una ley que le pasa la competencia a la Justicia Nacional de la Ciudad de Buenos Aires. Los juzgados nacionales no le reconocen legitimidad porque dicen que es un recurso que no está previsto en el ordenamiento procesal. Entonces tenés hoy un vacío. ¿Quién resuelve?
- Hablando de resolver, yendo más al día a día tuyo como abogado laboralista...uno puede pensar que la reforma laboral puede flexibilizar y funcionar, ¿pero cómo está funcionando la Justicia en sí? Porque me imagino que hay mucho para mejorar. Esto mismo que hablamos con la Corte debe pasar en los tribunales inferiores. ¿El día a día se hace complicado, no?
- A ver, mañana tengo que ir a tribunales, pero bueno. Creo que los desafíos son muchos. Número uno, en términos generales y no me quiero limitar porque uno de los problemas que siempre tenemos cuando hablamos de reforma es mirarlo desde el espíritu del AMBA y en verdad una reforma tiene que ser federal, pero en la Justicia Nacional hoy faltan jueces. Hace cuatro años que en la Justicia Nacional del Trabajo, que tiene 80 juzgados, creo que faltan más de 25 o 30 jueces. En la Cámara Nacional de Apelaciones faltan como 10 jueces. En provincia de Buenos Aires tenés jurisdicciones donde hace años que faltan los nombramientos y todo es por una cuestión política. O sea, yo propongo a Franco, pero no me llevo el pliego al Congreso, porque como no tengo mayorías no voy a conseguir que Franco lo nombres...entonces tratan el pliego y no lo nombran, no lo puedo volver a presentar y hay que hacer de vuelta todo el concurso...creo que esto tiene que fluir de otra manera.
Después hay una cuestión importante de educación. Yo tengo tres hijos, el más chico mío quería estudiar Derecho, a lo cual yo no lo fomente, porque creo que el Derecho y el mundo va hacia otra cuestión. La inteligencia artificial nos va a desafiar en un montón, pero obviamente la decisión es de él. Le dije "tráeme los programas" y yo cuando leí los programas académicos de tres universidades diferentes, privadas y públicas, enseñan lo mismo que hace 30 años, cuando yo estudiaba. Le agregaron un par de materias de consumidor o derechos de tercera generación, pero seguimos estudiando igual que hace 40 años y las cátedras se dan igual que hace 40 años. Es "sentate, leé y repetime lo que leíste".
Y en verdad hoy, el otro hacia el cual uno tiene que dar el servicio, busca otra cosa. No busca que me leas la ley. Eso hoy me lo puede decir una herramienta inteligencia artificial. Explícame cómo yo hoy puedo solucionar mi problema. Desde el punto de vista educativo también, nos enseñan al conflicto, no nos enseñan a buscar una solución de vuelta. Esto de opuestos. Vos me decís que eso es un libro y yo te digo que eso es una botella de vino. Vamos a discutir sobre naturaleza de eso, cuando en verdad tendríamos que buscar construir. Ese mismo abogado que sale de la facultad es el que después asesora o es el que después puede ir al Poder Judicial. Y, haciendo un mal chiste, sino se dedica a la política.
- Te voy a ser sincero, yo este cuatrimestre empecé a estudiar Derecho y vos me me hablás de la inteligencia artificial y demás. Para la gente que está estudiando Derecho, que es mucha en este país, ¿qué consejo das en ese sentido?
- A mí me encanta lo que hago, soy un fanático de lo que hago y trato de entender a otra parte. O sea, ya sea cuando esté de negociación colectiva, en un conflicto, en una cuestión individual o cuando estoy hablando con mi cliente. Pero vamos a un mundo sin fronteras. Si yo le pregunto a los que están acá, lo que estudiaron o lo que hacen, lo pueden hacer en Argentina o lo pueden hacer en cualquier lugar del mundo en forma remota. El Derecho es regulado. Vos no podés ejercer Derecho en otro país, porque el marco de ordenamiento es diferente, porque vos depende del país tener que rendir revalida o volver a hacer la aprobación en el bar. Hay algunos que son más exigentes, otros que son más sencillos.
Segundo, creo que tienen mucho más futuro profesiones en las cuales vos podés hacerlas en cualquier lado y que te hacen más feliz. Y yo creo que, parte del desafío, es que seas feliz en lo que estás haciendo. No digo "no estudies Derecho". Lo que digo es que Derecho...no es que te hace feliz todas las mañanas decir "tengo que ir a la oficina, al estudio o leerme este bodoque que es un contrato de 70 páginas para venir y utilizar un template y corregirlo"...busquen la felicidad. Si vos me lo decís, es busca algo que te haga feliz.
- Y Javier, para cerrar, vamos con una más distendida: Independiente 2026, ¿cómo lo ves?
- Pum para arriba. A ver, es un desafío. Hay ciertas y determinadas cuestiones que son difíciles de entender...por qué en el primer semestre estábamos y donde estamos en el segundo semestre. Pero creo que hay mucho para crecer. Bueno y Mendoza además tiene uno nuevo. Va a jugar la Libertadores, así que vamos bien...
- Gracias Javier.
