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El Gobierno reculó y no seguirá la sugerencia de Federico Sturzenegger de no vetar el proyecto de los gobernadores

Federico Sturzenegger le hizo una sugerencia a Javier Milei de no vetar un proyecto impulsado por los gobernadores, aunque la misma fue luego descartada en un contexto de tensión con las provincias.

Javier Milei con el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.

Javier Milei con el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.

X (@JMilei)

El Gobierno no cederá un centímetro, sea ante la oposición más dura o frente a los gobernadores que supieron ser aliados. Por estas horas, la decisión en Casa Rosada es vetar todas las leyes que bajo su cosmovisión atenten contra el equilibrio fiscal, incluso aquellas impulsadas por las provincias y que uno de los ministros favoritos de Javier Milei, Federico Sturzenegger, veía con buenos ojos.

La duda sobre vetar un proyecto de los gobernadores

La posición del presidente frente a las leyes para aumentar las jubilaciones, reponer la moratoria previsional y declarar la emergencia en discapacidad nunca dejó lugar a duda: "Todos saben lo que voy a hacer. Vamos a vetar". Sin embargo, una rendija de duda se abrió respecto a los proyectos impulsados por los gobernadores para garantizar la distribución automática del régimen de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles.

El autor del interrogante fue uno de los ministros más congraciados de Milei, el 'Coloso' Federico Sturzenegger, que desde su rol como titular de la cartera de Desregulación y Transformación del Estado había asegurado que, "si el presidente lo consultara, le diría que no vete" el proyecto sobre los ATN.

La sugerencia de Federico Sturzenegger a Javier Milei

La sugerencia de Federico Sturzenegger

El punto del artífice de la motosierra era que la promulgación de la ley, que aún debe ser ratificada en la Cámara de Diputados junto con la otra iniciativa para modificar el Impuesto a los Combustibles, permitiría modificar la Ley de Coparticipación Federal directamente desde el Congreso, sin tener que pasar por todas las legislaturas provinciales, como exige el sistema actual instaurado en la reforma constitucional de 1994.

"Yo digo que esto cambia todo si se aprueba. De hecho, si el presidente me consulta, yo le diría que esta no la vete. Desde la Constitución del 94, hay mucha discusión sobre si la Coparticipación la puede cambiar el Congreso o no. En general, se dice que si se cambia la Ley de Coparticipación se necesitaría que cada una de las provincias lo ratifique. El Senado acaba de validar que la ley de coparticipación se puede cambiar con una ley simple del Congreso", había explicado Sturzenegger este domingo en LN+.

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Para Federico Sturzenegger, el proyecto de los gobernadores sobre los ATN abre la puerta a discutir en el Congreso la Ley de Coparticipación Federal.

Para Federico Sturzenegger, el proyecto de los gobernadores sobre los ATN abre la puerta a discutir en el Congreso la Ley de Coparticipación Federal.

No hay mal que por bien no venga

En los pasillos de Casa Rosada, la propuesta del ministro desregulador despertó algunos debates. En diálogo con MDZ, un funcionario se burló de la maniobra de los gobernadores y explicó que la estrategia legislativa a la que recurrieron las provincias abrió la puerta a modificar un sistema que de otra manera es prácticamente intocable.

De acuerdo al reglamento del Congreso, las leyes de impuestos deben ingresar por la Cámara de Diputados. Sin embargo, dado su mayor influencia sobre la cámara alta, los gobernadores decidieron enviar sus proyectos a través del Senado con el argumento de que no eran proyectos sobre impuestos, sino sobre coparticipación. "Si esto avanza sería un antecedente importante para el Gobierno", señalaron en Balcarce 50.

En un hipotético escenario, la validación de legislaturas locales de Tierra del Fuego, Catamarca o Formosa -las que más fondos reciben per cápita- pasaría a ser irrelevante en una discusión por la Coparticipación. Así, el Gobierno y las provincias centrales -hoy más perjudicadas por el sistema actual- podrían cambiar todo el sistema de un plumazo con una ley aprobada por mayoría simple. Por supuesto que eso sería hacer futurología.

Reunión de gobernadores - Consejo Federal de Inversiones 2025 (CFI)
Los gobernadores impulsan en el Congreso dos proyectos para mejorar los ingresos de las provincias: uno que garantiza la distribución de los ATN y otro que modifica la distribución del Impuesto a los Combustibles.

Los gobernadores impulsan en el Congreso dos proyectos para mejorar los ingresos de las provincias: uno que garantiza la distribución de los ATN y otro que modifica la distribución del Impuesto a los Combustibles.

El plan maestro que no fue tal

Hoy esa posibilidad no está contemplada en la agenda de la Casa Rosada, y cerca de Sturzenegger salieron a aclarar que finalmente el ministro de la motosierra no impulsará la iniciativa ni se la acercará a Javier Milei.

"No estaba previsto hablarlo con el presidente. No es una propuesta ni nada por el estilo. La intención del planteo fue marcar el absurdo de la votación, lo poco pensada y el daño que podrían terminar generando, incluso sobre los intereses de las propias provincias que representan", plantearon en el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.

De ser así, el Gobierno insistiría en su postura de vetar todo proyecto que se atreva a mover la aguja del equilibrio fiscal, incluida las propuestas de los gobernadores. Sin embargo, la relación del Ejecutivo con las provincias atraviesa uno de sus momentos más delicados, con las negociaciones por la coparticipación interrumpidas y la cercanía con las elecciones nacionales donde La Libertad Avanza evalúa competir cara a cara con algunos oficialismos locales.

Puede dilatarse los proyectos de los gobernadores en Diputados
El Gobierno se prepara para un escenario de confrontación en el Congreso.

El Gobierno se prepara para un escenario de confrontación en el Congreso.

El delicado vínculo con las provincias

Pese a las afirmaciones más pirotécnicas lanzadas por el presidente la semana pasada, entre ellas una donde acusaba a todos los gobernadores por igual de querer "destruir al Gobierno", en Casa Rosada no pueden darse el lujo de cortar lazos con las provincias.

En el Congreso, la oposición avanza a paso redoblado para rechazar los inminentes vetos de Milei a la tríada de leyes que aprobó el Senado el jueves pasado, pero también para derribar el veto a la ley que otorgaba fondos especiales a Bahía Blanca -falta que caiga en Diputados-. A la par, otros proyectos que atentan contra el espíritu libertario como la ley de financiamiento universitario y la declaración de emergencia pediátrica también aguardan para tratarse en la cámara baja.

En ese contexto de guerra abierta legislativa, el Gobierno enfrenta el desafío de retener el control del Congreso pese a sus marcadas minorías en ambas cámaras. Para ello, el apoyo de los gobernadores -y los legisladores que les responden- es fundamental.

Guillermo Francos y gobernadores en Casa Rosada
Guillermo Francos y la comitiva de los gobernadores en la última reunión que se celebró en la Casa Rosada el pasado 13 de junio.

Guillermo Francos y la comitiva de los gobernadores en la última reunión que se celebró en la Casa Rosada el pasado 13 de junio.

Si bien en Casa Rosada descartan que haya fecha aún para un nuevo encuentro formal entre los gobernadores y su dialoguista por excelencia, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, cerca del veterano funcionario aclaran que los canales de comunicación siempre están abiertos.

En ese sentido, se especula sobre un posible encuentro informal de Francos con los gobernadores este jueves durante un cocktail en la Exposición de la Sociedad Rural en el predio de Palermo, aunque tanto desde las provincias como desde Balcarce 50 le restan importancia y dudan sobre su asistencia.

El Gobierno aún tiene tiempo, todavía no empezaron a correr los diez días hábiles de los que dispone para vetar las leyes sancionadas en el Congreso. Sin embargo, una vez que la arena empiece a correr, las conversaciones deberán transformarse en resultados o el Gobierno llegará a las elecciones con una seguidilla de derrotas legislativas de consecuencias aún difíciles de prever.