El Comando Sur de Estados Unidos reúne a Sudamérica en plena tensión con Venezuela
Altos mandos de Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos participan en Buenos Aires de una conferencia marcada por la operación naval frente a Venezuela.

Este miércoles comenzó en Buenos Aires la Conferencia Sudamericana de Defensa, con la presencia de funcionarios de Estados Unidos.
@luispetriLa Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC 25, sigla en inglés) comenzó a sesionar este miércoles en Buenos Aires en medio del envío de una fuerza de tareas de los Estados Unidos al Mar Caribe.
El encuentro patrocinado por el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) busca reforzar la cooperación en defensa y seguridad frente a amenazas comunes y establecer un diálogo abierto entre las naciones de la región.
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En esta oportunidad están presentes el titular del Comando Sur, almirante Alvin Holsey, funcionarios relevantes del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. junto a máximas autoridades militares de Brasil, Colombia, Ecuador, Chile, Paraguay, Perú Surinam y Uruguay además de observadores de Canadá, Francia, España, Portugal y Reino Unido.
En la apertura los mensajes del ministro Luis Petri, del brigadier general Xavier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto, del almirante Holsey, titular del Comando sur y de Roosevelt Ditlevson, secretario adjunto de Defensa Nacional y Asuntos Hemisféricos del Departamento de Defensa de Estados Unidos pusieron la mira en las actividades ilícitas y posibles conflictos dentro del dominio marítimo del hemisferio, el leit motiv de la Conferencia.
Coincidencia o no será difícil esquivar de los debates la coyuntura de la operación aeronaval estadounidense en aguas caribeñas en la puerta de entrada marítima a Venezuela.
Petri dijo: “El mar es la arteria sobre la cual circula la economía global allí confluyen las rutas comerciales, infraestructuras críticas, recursos vivos y no vivos y crecientes disputas por el acceso y la presencia”. En el Atlántico sur en toda su extensión, la libertad de la navegación y la conciencia del dominio marítimo son intereses compartidos”.
“Sabemos que la pesca ilegal no declarada e irregular erosiona ecosistemas, ingresos y soberanías, sabemos también que las zonas claves del mar abierto pueden ser explotadas por actores ilícitos para facilitar tráficos que dañan nuestras sociedades”.
El brigadier general Isaac advirtió: “Tendemos a ver esas amenazas –que llamamos híbridas o transnacionales– como algo lejano, que le está pasando a otro, pero ya no es tan así” en referencia a los mismos objetivos que planteó Petri.
A su turno el almirante Holsey agradeció la presencia de los funcionarios del Pentágono y de los mandos militares de la región y remarcó: “La escalada de los criminales transnacionales en la región es una gran preocupación”. También apuntó a China: “Su presencia e influencia tienen consecuencias de largo alcance en todos los ámbitos, particularmente en el Cono Sur, donde hay líneas de comunicación marítimas vitales, como el Estrecho de Magallanes y el Pasaje de Drake, que sirven como puntos de estrangulamiento estratégicos”.
Búsqueda de consenso frente a posibles acciones en Venezuela
La orientación que uno diría llamada a buscar consensos dada la situación en el Caribe se escuchó de boca del secretario adjunto de Defensa, Roosvelt Ditlevson.
“Tenemos que poner a América primero. Así que cuando vimos que los carteles criminales operaban en esta región, aterrorizando a nuestros pueblos, desgastando nuestros sistemas financieros y desestabilizando a nuestros gobiernos, tomamos acción. Estos carteles ahora son designados como terroristas, lo mismo que ISIS y Al-Qaeda.”
Resaltó que cada Estado en América no puede trabajar solo porque “la seguridad es una responsabilidad compartida”. En ese sentido, señaló la necesidad de asegurar fronteras, puertos y espacios aéreos y, en invertir en defensa y en el adiestramiento de las fuerzas.
Dentro de esas organizaciones aludidas por el funcionario del Pentágono se encuentra el Cartel de los Soles en Venezuela, que recibió esta designación recientemente y, según Estados Unidos, es liderado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López, por quienes la administración estadounidense ofrece recompensas de US$50 millones, US$25 millones y US$15 millones, respectivamente.
La Casa Blanca ordenó el despliegue de fuerzas aéreas y navales en el sur del Mar Caribe en respuesta a las actividades ilícitas de las organizaciones narcoterroristas latinoamericanas.
Marco Rubio, secretario de Estado dijo en conferencia de prensa: “Es una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, son grupos que están operando con impunidad en aguas internacionales, simplemente exportando a Estados Unidos veneno”.
Frente a la decisión de enviar fuerzas navales y aéreas al sur del Caribe, Rubio señaló: “tenemos muchos países que cooperan con nosotros y algunos que, desafortunadamente, no”.
Declaraciones que anticiparían el armado de opiniones regionales favorables a las acciones en curso y SOUTHDEC 25 es justo el espacio de interlocución y debate oportuno.
La fuerza de tareas estadounidense; a 36 horas de arribo a aguas limítrofes de Venezuela; se compone de los destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, con capacidades de defensa aérea, antisubmarina, antimisiles y ataque a blancos terrestres con misiles y artillería. También se desplegó una aeronave P-8 Poseidon de exploración e inteligencia y probablemente; nunca se confirma o niega; un submarino de ataque.