Después de un año salió el Presupuesto bonaerense, aunque Kicillof, Kirchner y Massa no sepan como seguir
La posibilidad de que en el trasncurso de este viernes se le apruebe un nuevo endudamiento, no tapará ni terminará con la desconfianza que reina entre los actores de Fuerza Patria. Nacidos de un mismo lugar en la política radicalizan sus posturas.
Kicillof con los intendentes del Movimiento Derecho al Futuro. El gobernador radicalizó su independencia como método de negociación.
“En algunos momentos estos pibes tienen que escuchar a los adultos de la sala”, le confesó este viernes a la mañana uno de los operadores de la mesa de negociaciones que integran representantes de Fuerza Patria, dividida en Movimiento Derecho al Futuro, La Cámpora, los exinsaurraldistas (hay que buscar nombre para identificarlos sin herir susceptibilidades) y el Frente Renovador.
Máximo Kirchner y Axel Kicillof tuvieron, hasta hace muy poco tiempo, una misma conductora y estratega política. Cristina Fernández de Kirchner. Más allá de sus procedencias, uno hijo de dos presidentes, el otro economista con matices socialistas de la UBA, todo lo que aprendieron fue en un marco donde el poder se impone y cualquier disidencia es considerada una capitulación o producto de una inquina personal.
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En algunos momentos los caprichos, en otros la desconfianza, y en muchos la necesidad de mostrar quien manda los asemeja en la acción, aunque cada uno esté en un lugar diferente de la mesa.
Esto es lo que está pasando desde hace dos días en los que, nuevamente, se trabó el tratamiento parlamentario del endeudamiento, tema clave para el gobernador y oportunidad esperada para el resto de la política, fundamentalmente los intendentes, quienes saben que con esa herramienta Kicillof puede tener una excusa para auxiliarlos de manera directa y, casi, sin explicaciones.
El tema de la utilización de esos fondos es parte del problema. Los intendentes, de todos los sectores, pretenden que no tengan que ser vigilados por la gestión provincial y simplemente se den para lo que necesiten los municipios, hoy angustiados por cómo pagar el medio aguinaldo de diciembre, entre otras urgencias.
Sobre la vigilancia de esos recursos también quiere terciar la legislatura a través de una comisión especial de seguimiento y control. Ahí muchos observan un halo de parcialidad, porque puede suceder que un intendente pueda privarse de recibir la ayuda por la oposición de alguno de los miembros de dicho organismo o, simplemente, por ser opositor libertario o afín.
El otro tema son los cargos. La posibilidad de ampliar la cantidad de directores en el Banco Provincia, que pueden ser cuatro o dos, según resulten de las negociaciones, es otra mancha más a la idea de fin de privilegios reclamada por la sociedad en las sucesivas elecciones de 2023 y 2025. En este tema hay una conexión directa ente los radicales, que pueden aprobar el controvertido empréstito, y Fuerza Patria.
El PRO, que estuvo siempre en la misma oficina con radicales y peronistas, ahora se apartó, corridos de manera macartiana por sus “socios” libertarios. Si bien armarán bloques divididos en las Legislaturas, los públicos son compartidos y, a la luz de los resultados recientes, las huestes de Javier Milei parecen interpretar mucho mejor el anti kirchnerismo que sus primos cambiemistas, últimamente acostumbrados y cómodos en la toma y daca de la política.
Más allá de todas estas y otras cuestiones, lo que no se podrá resolver jamás, por la personalidad y las historias de los protagonistas, es la desconfianza que cohabita en cada oficina de poder provincial. Llegaron juntos, pero la realidad les muestra que tienen que ir por separado, aunque el miedo a la ruptura los paralice.
De ahí que toma valor la reflexión del inicio de la nota, realizada en una charla matutina con este cronista. “Tienen que hacerle caso a los adultos”. ¿Quiénes serían estos? Quizás los más amantes de la “rosca” pero también los que saben mensurar cuánto se puede ganar a instancias de perder algo.
Ayer, personalmente, el gobernador agarró el teléfono luego que fracasaran las negociaciones, ayer a la tarde, en las oficinas del ex ministro de Economía de la Nación, donde los representantes de los sectores de Fuerza Patria no pudieron llegar a un acuerdo que ansían y creen que por un par de cuestiones de plazos no se llega.
Además, la mayoría pretende que Kicillof abandone su intransigencia, desde la cual pudo llevar la negociación hasta este lugar, mucho más cercano a su idea original.
Lo más increíble de todo este proceso es que los actores en pugna, que pretenden encontrar una solución, saben que lo que viene después del 10 de diciembre es una Legislatura plagada de libres pensadores y libertarios que aunque quieran acordar no lo podrán hacer porque sino los echan del espacio.

