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Cristina Fernández de Kirchner va por su "17 de octubre", con un peronismo que no termina de caminar

Cristina Fernández de Kirchner tendrá su "17 de octubre". Será en junio, con un poco más de frío. Las idas y vueltas para definir qué hacer con la marcha,

La expresidenta ya no podrá saludar desde el balcón a la militancia.

La expresidenta ya no podrá saludar desde el balcón a la militancia.

Foto: N.A

Cristina Fernández de Kirchner ahora va por su 17 de octubre, con una sutil diferencia: Juan Domingo Perón lo tuvo al principio de su carrera política y la expresidenta parece más cerca del final, más aún, al ver su larga trayectoria. Así y todo, el peronismo se prepara para marchar a la Plaza de Mayo este miércoles a partir de las 14, en una jornada que buscan cargarla de épica.

La convocatoria original era para las 10 en San José 1111, el domicilio donde Cristina Kirchner comenzará a cumplir su condena a seis años de prisión por corrupción, bajo el régimen de prisión domiciliaria. Sin embargo, un fallo del juez del Tribunal Oral Federal 2, Jorge Gorini, obligó a modificar los planes. El magistrado estableció una serie de condiciones para mantener el beneficio de la domiciliaria, entre ellas “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario”. En términos prácticos, le prohibió saludar desde el balcón.

Además, el tribunal aclaró que no era necesario que la exmandataria se presentara en Comodoro Py, descartando la posibilidad de una escenificación judicial. Cualquier incumplimiento de las condiciones fijadas podría ser interpretado como una falta de conducta y derivar en la revocación de la prisión domiciliaria.

Ante ese escenario, se descartó movilizar hacia los tribunales. También se analizó marchar al Palacio de Justicia o mantener la convocatoria frente al domicilio de la expresidenta, aunque sin que ella saliera a saludar. Ninguna de esas opciones terminó de convencer.

Con Cristina Kirchner presa en su casa, el peronismo discutió qué hacer

La militancia más cercana, especialmente sectores de La Cámpora y algunos intendentes, defendió la idea de sostener el acto original. “Lo que están haciendo es una provocación más y no podemos quedarnos callados”, dijo en la entrada del PJ un intendente del conurbano no alineado con Axel Kicillof. Mayra Mendoza, jefa comunal de Quilmes y figura cercana a la exmandataria, llegó a Matheu 130 con un mapa en la mano. "Es por dónde vamos a caminar mañana", explicó.

Pero otro sector, compuesto por diputados y senadores leales a Cristina, consideró que ya se había alcanzado el objetivo político principal: evitar que fuera trasladada a una cárcel. "Eso se logró con la presión popular y hay que destacarlo", señaló un dirigente que habló de "pragmatismo político".

La definición llegó pasadas las 17, cuando un grupo de legisladores —entre ellos José Mayans, Alicia Kirchner, Germán Martínez y Anabel Fernández Sagasti— se reunió en la sede del PJ con el aval de la expresidenta. Acompañados por Axel Kicillof, coincidieron en que lo más conveniente era trasladar la concentración a Plaza de Mayo y evitar cualquier riesgo que pusiera en duda el cumplimiento de las condiciones judiciales.

"El juez prohibió incluso que Cristina salude desde el balcón. Les molesta la sonrisa", dijo Mendoza más tarde, ya con la nueva decisión tomada.

El interrogante que inclinó finalmente la balanza fue simple: ¿qué ocurriría si Cristina salía al balcón y el tribunal interpretaba eso como una violación de las condiciones impuestas? El riesgo de que le quitaran el beneficio de la prisión domiciliaria terminó de sellar la resolución. Este miércoles, el peronismo se movilizará, pero la expresidenta seguirá puertas adentro.