Con la nueva realidad afuera de la Legislatura, la política aprobó el endeudamiento de Axel Kicillof
Más allá de los gritos y de las acusaciones posteriores, la clase política fue parte de una sesión donde no faltaron extras, ausencias y nombramientos que marcarán una divisoria sensible entre macristas y libertarios en la Provincia de Buenos Aires.
Los periodistas no pueden ingresar a las sesiones por disposición de Verónica Maggario. Foto: José Luis Carut/MDZ
Habitualmente, una imagen vale más que mil palabras. Pero esta postal que grafica esta nota, tomada por el amigo y colega José Luis Carut en horas de la madrugada del jueves 4 de diciembre, engloba todos los componentes de una sesión oscura, con temarios y designaciones opacos, con un sentido único para la política y sus miembros.
La toma fotográfica está realizada desde el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara de Senadores a las 3 de la mañana porque la presidenta de ese cuerpo, Verónica Maggario, no quiere que los periodistas ocupen lugares en los palcos especialmente habilitados al respecto.
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Esta prohibición rige desde que uno de los reporteros gráficos fotografió el celular de un legislador que, en ese momento, estaba maniobrando algo que pudiera destrabar el proyecto de reelecciones indefinidas, que terminó en un fracaso. De ahí en más, Maggario prohibió que los periodistas estuvieran en el recinto, aunque sea en los palcos y que siempre pululaban tal cual moscas incómodas por todos los pasillos de adentro y afuera del recinto.
Lo que nadie puede dudar es que todos los bloques sabían qué estaban votando y cuándo lo hacían. Todos los testigos y participantes de las sesiones coincidieron que los expedientes en cuestión fueron aprobados a mano alzada y sin debate en los primeros cinco minutos (ver canal oficial de YouTube de la Cámara de diputados de la Provincia de Buenos Aires). Como diría Vicente Leónidas Saadi, en su recordado debate contra Dante Caputo en los aprontes de la Democracia, todo lo demás es cháchara. Los únicos que se opusieron fueron los legisladores de La Libertad Avanza, porque el PRO, con Aldana Ahumada y Matías Ranzini designados directores adjunto en el Bapro, ya están en otra sintonía en el territorio bonaerense.
Ranzini es un hombre de extrema confianza de Cristian Ritondo, a quien el mundo libertario le ha menguado el poder cotidianamente desde el cierre de agosto pasado. Se empezaron a sacar el violeta de encima. Y en su entorno dejaron trascender que han decidido ubicar al exsenador en un ámbito de tanta exposición era para dejar más que en claro su nivel de enojo.
Si bien apareció firmando su voto negativo con el resto de su bloque, nadie vio en el debate por el endeudamiento a Ramón "Nene" Vera. Su presencia no era imprescindible, pero a los que trabajaron al extremo para conseguir el “consenso”, no haberlo visto al inicio de la sesión le generó un golpe de presión. La otra que faltó fue la radical Anahí Bilbao. Ella se ausentó porque estaba en desacuerdo que su partido haya “jubilado” a su jefe político, el exsenador de Tandil, Carlos Fernández. No era por pudor, sino porque no aceptó el nuevo balance partidario.
Axel Kicillof se siente tranquilo porque no fue él quien creo unos seis cargos de directores adicionales para el Banco Provincia que administra. Todo salió por ley votada luego de una maratónica semana de negociaciones en las que intendentes y legisladores oficialistas se mancomunaron con los legisladores opositores de todas las bancadas para conseguir un lugar de manejo económico, tanto en la conducción de la Cámara de Diputados como en el propio banco.
Ahí ahora convivirán peronistas de las tres variantes que componen Fuerza Patria con radicales, proístas y liberales blue. El único partido que no tiene lugar es La Libertada Avanza. Allí fueron varios diputados y senadores que concluyen su mandato, aunque oficialmente sólo se agregó un funcionario al directorio, Marcelo Daletto, quien termina sus funciones como senador.
En esta oportunidad por voto de la Legislatura se designaron los dos síndicos y otros tres directores adjuntos, sin presencia en el directorio del Banco Provincia. Sin estas concesiones, que según el proyecto de ley específico para el Bapro, no generarán nuevas erogaciones ni serán producto de un aumento del presupuesto de la entidad, seguramente el proyecto de endeudamiento hubiera fracasado.
A último momento, cerca de las 19 del miércoles, todo parecía haber fracasado. Inclusive apareció cinematográficamente el intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, quien pretendía votar como diputado en contra de todo lo que se estaba discutiendo. En uso de licencia como diputado porque es intendente, nunca pidió que el concejo deliberante de su localidad tratara esa nueva excepcionalidad. Dejar de ser jefe comunal para ir a la Legislatura para votar por un día.
Lo que más trababa todo era no solo los cargos en los organismos públicos sino la plata y la manera en la que iban a recibirla los intendentes. Finalmente salió que una partida mínima de $108.000 millones de pesos sea analizada por una bicameral legislativa. También, los senadores y diputados pescaron ahí. La mayor parte, cerca de $230.000 millones, irá directamente por la cuota de coparticipación y podrá ser gastada para múltiples ítems.
Axel Kicillof, quien pidió por diferentes mecanismos y procedimientos, casi US$4.000 millones de dólares para financiar y poder hacerle frente a deuda flotante, más un promocionado vaciamiento monetario por parte del Gobierno nacional. No dispone de aumentos en el impuesto de automotores, sí en los inmobiliarios rural y urbano, por nuevas valuaciones fijadas, y redujo el porcentaje global de gastos en personal a la par que mantiene un 7% de gastos para obras públicas. “Este es un presupuesto de candidato a presidente. Casi no toca los impuestos a la gente”, reconoció un importante legislador opositor.
Un de las trabas más importantes, y por los cuales casi se caen todos los proyectos, incluidos el Presupuesto, votado la semana pasada, fue la decisión del gobernador de tener mayoría de miembros en todos los ámbitos que se discutían nombramientos y reemplazos. Incluido la Cámara de Diputados, donde fracasó abruptamente. Políticamente hablando, este año es el último en el que Axel Kicillof ejercerá el poder real en la Provincia. Quizás por eso no quiso soltar más prenda en lugares donde, en minoría, podrían obstaculizarle mucho más la gestión.

