Axel Kicillof y Máximo Kirchner siguen con su guerra fría pese a la victoria peronista en Buenos Aires
El gobernador Axel Kicillof busca capitalizar el triunfo en Buenos Aires mientras su interna con Máximo Kirchner sigue abierta.

Axel Kicillof y Máximo Kirchner no hablaron luego de la victoria del peronismo en Buenos Aires.
Axel Kicillof y Máximo Kirchner no hablaron luego de la victoria del peronismo en Buenos Aires.
A 24 horas del rotundo triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires, todo parece indicar que la interna entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner seguirá al menos un buen tiempo. De acá en más, el principal desafío del gobernador será capitalizar la aplastante victoria en la provincia de Buenos Aires y no dejar que el sector más cercano a Cristina Kirchner le dispute la conducción, algo que en el búnker de La Plata pedían para Kicillof.
Las diferencias entre Kirchner y Kicillof no se difuminarán con la ola triunfalista que bañó de alegría al peronismo. Hasta el cierre de este artículo, no hubo conversación entre ambos dirigentes. Kicillof no lo mencionó como uno de los responsables del éxito y el hijo de la vice, que solo habló a través de un comunicado escrito del Partido Justicialista de Buenos Aires- órgano partidario que preside-, no le dedicó ni un mínimo reconocimiento al gobernador.
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Las repercusiones dentro del kirchnerismo
"Felicitamos al Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, a sus candidatos y a los intendentes e intendentas, por la contundente victoria electoral alcanzada hoy", señala el documento del PJ Buenos Aires, que estira los límites de la semántica para evitar el saludo al gobernador bonaerense. Esta tarde, Kicillof habló con Alejandro Bercovich en Radio Con Vos y enumeró un listado de dirigentes que lo saludaron, que van desde "el comunista" Lula Da Silva, hasta el jefe de Gabinete de Javier Milei, Guillermo Francos. Del apellido Kirchner, nada.
Previamente, por la mañana, Mayra Mendoza- senadora electa por la tercera sección electoral-, dejó en claro que la discusión interna con el gobernador seguirá. "Trabajamos todos los días para que los resultados sean como los de ayer. Y de cara a octubre vamos a seguir así. Cuando damos discusiones políticas, son eso, no personales", dijo la quilmeña que el domingo por la noche no estuvo en el escenario de Kicillof, sino en San José 1111 con Cristina Kirchner.
En paralelo, Kicillof le dio un lugar en la primera fila a una serie de dirigentes peronistas resistidos por La Cámpora para cualquier tipo de armado político. Tal vez, el más representativo de este grupo sea Andrés "El Cuervo" Larroque, exaliado de Máximo Kirchner en La Cámpora, que saltó de esas filas y hoy acompaña con el movimiento "La patria no se vende" al gobernador bonaerense.
Larroque pasó gran parte de la campaña en silencio. Se bancó las cargadas de La Cámpora luego de que quedara afuera del armado de todas las listas, nacionales y provinciales. Pero cuando el peronismo subió al escenario a festejar, él estaba ahí, sostiene, escuchando a su organización cantar "es para Axel la conducción". No hay que ser un gran adivino para saber que esa imagen no gustó nada en el sillón de San José 1111.
En La Plata, generó malestar en algunos funcionarios de Kicillof la decisión de Víctor Santa María, el empresario de medios dueño del Grupo Octubre y a la vez secretario general del SUTERH, de no poner a Axel Kicillof en la portada del diario en papel de estirpe kirchnerista. La decisión editorial fue poner una imagen de la militancia peronista en la calle y en el título la palabra "Aluvión". Sin foto de Kicillof. En cambio, en el margen superior derecho, en menor tamaño, sí apareció la imagen del balcón de San José 1111 con la expresidenta saludando al público.