A pesar que lo nieguen, CFK sigue conduciendo el peronismo mientras que Kicillof sueña con su nueva canción
La imagen fue leída como una anécdota, pero expone la situación del peronismo kirchnerista renovador. La presencia de diputados con carteles de "Cristina Libre" en una sesión clave evidencia la dificultad del espacio para despegarse.
La mayoría del bloque de Fuerza Patria continúa con el reclamo de Cristina Libre
El peronismo kirchnerista renovador tiene un lugar donde vota homogéneamente, defiende casi sin fisuras las mismas ideas y desde hace casi un año, no mueve de la mayoría de sus bancas un cartel: "Cristina Libre".
Axel Kicillof debe observar este fenómeno para saber hasta donde se le hará difícil, si no casi imposible, tener músicos que quieran seguirlo para armar una nueva canción tal cual viene vociferando. Ni siquiera una persona como Santiago Cafiero, heredero de uno de los apellidos más icónicos y distintivos del peronismo renovador del siglo pasado, quien además fue sometido a todo tipo de vejaciones políticas cuando era jefe de gabinete por parte de sus socios cristinistas, no tuvo ningún reparo en mostrarse orgulloso con la demanda en favor de la expresidenta.
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Estos peronistas tampoco parecen haber leído a José Ingenieros. "Si te arrastras como un gusano, no te quejes si te pisan", había expresado el ítalo argentino en una de sus frases más celebradas. Solo un puñado de diputados nacionales de los más de noventa que integran la Cámara optaron por no tener el cartelito frente a su micrófono.
¿Cómo hará campaña Axel Kicillof si en cada ocasión habrá un peronista reclamándole que se expire en favor de la liberación de su líder? ¿Qué le contestará al periodismo independiente sobre ese mismo tema? Inexorablemente, quedará ligado a la tobillera de Cristina Fernández de Kirchner o terminará siendo parte del relato de lawfare para un sector de sus propios votantes. Está condenado.
Se supone que en un bloque legislativo nacional sus representantes son lo más eruditos, inteligentes y capacitados para representar a su grupo, partido o facción. Que la gran mayoría tuviera esa leyenda porque fueron apurados por Horacio Pietragala y no propusieran una votación interna, al menos, para no aparecer pidiendo por la liberación de Cristina, marca a las claras la falta de algún nivel de coraje y de compromiso por la evolución de su propia especie.
"No es demasiado importante… Pero todos tuvieron libertad de acción", reveló un integrante del bloque. La idea de exponer una diferencia aunque sea sobre este tema es el síntoma de lo que sucede más allá de esa anécdota.
Los otros días, en Malvinas Argentinas, en la que se discutió la sucesión de Máximo Kirchner como presidente del PJ bonaerense, la mayoría de los kicillofistas se mostraron orgullosos porque le doblaron el brazo a La Cámpora, pudiendo colocar a nuevos apoderados y fijando un modelo de aprobación de candidatos mucho más repartido. Sin embargo, los afiliados que hay son los que podrán votar. Y los que aparecerán en el padrón fueron incorporados, mayoritariamente, por el kirchnerismo no kicillofista.
El miedo a perder es extremo. Por más aprontes, mensajes a través de remeras estampadas para la ocasión, como la que mostró Máximo Kirchner con un párrafo de una canción del Indio Solari, la “unidad” de la futura conducción está garantizada. ¿Quién correrá el riesgo de perder en una interna? ¿Kicillof, a quien le quedan dos años de mandato, puede estar a merced del riesgo de ser derrotados por unos socios que lo único que pretenden es que llegue lo más desgastado posible, por no desear que no llegue, con alguna chance presidencial en 2027? ¿Será La Cámpora la que se someta a la posible evaporación de un proyecto que tuvo a los padres de su conductor como ejes centrales del peronismo del siglo XXI? La única respuesta para todos estos interrogantes es "no".
Volviendo al tema de los cartelitos de los diputados nacionales, salvo el Frente Renovador, el resto de los miembros de Fuerza Patria siempre creyó que la expresidente era una perseguida política, y aún la mayoría adhiere a esta teoría aunque hoy esté enfrentándola internamente. ¿Qué contestarán los candidatos a reemplazar a Kicillof en la provincia? Gabriel Katopodis, Federico Achaval, Leonardo Nardini, Julio Alak, Sergio Berni deberán arriesgarse en perder a la mayoría del electorado independiente de antemano si esgrimen una explicación favorable a la actual presidenta del PJ Nacional.
¿Cómo puede un partido tener como conductora a una condenada? Es inédito. ¿Aceptarán sus sugerencias como líder? Todavía no pudieron entender las diferencias entre un preso político, como Juan Domingo Perón, y uno o una cuya condena llega tras una investigación por hechos de corrupción.
Para otro debate debe someterse la discusión sobre por qué en el caso de muchos dirigentes relacionados con el peronismo la Justicia actuó eficazmente cuando hay sobradas sospechas de otros partidos o sectores que aún gozan de una inexplicable libertad.
Seguramente, más adelante, llegará otra discusión, que el peronismo kirchnerista camuflará como “oportunismo”. Los acuerdos subterráneos que realizan con Javier Milei por un lugar en la Corte o los organismos de control. ¿Se puede denunciar a un gobierno de "hambreador", "depredador de empresas" y "anti social" cuando por el otro se firman pactos de subsistencia?

